lunes, 24 de abril de 2017

SOBRE EL RESPETO



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

SOBRE EL RESPETO
La intervención de Maduro el domingo pasado en su programa televisivo fue un canto a la mediocridad. Esa amenaza indeterminada es una grave acusación en su contra realizada por él mismo. ¡Claro que sabemos de qué es capaz de hacer y hasta adonde está dispuesto a llegar! Por supuesto no se trata de nada positivo, ni útil, para la nación venezolana. De un tipo que ha violentado la Constitución, liquidado el ordenamiento jurídico existente, desconocido la necesaria separación de los poderes públicos al desconocer la Asamblea Nacional, atentado contra necesidades elementales como la salud, la alimentación y la seguridad de las personas y de los bienes, podemos esperar cualquier cosa  negativa. Ninguna positiva. La gente le perdió un respeto perdido por él mismo en su desesperación.
Las múltiples manifestaciones de rechazo al régimen concretadas a lo largo y ancho de toda Venezuela y en las principales ciudades del mundo, hablan por sí solas. Los ciudadanos respetan a las autoridades sólo al estar convencidos que quienes gobiernan también lo respetan. Cuando se pierde el respeto la nación se coloca en situación altamente peligrosa. El régimen consume sus energías tratando de reprimir una conspiración subversiva absolutamente irreal. Copiando una figura de Julián Marías, utilizada en otras circunstancias, Maduro está como el profesor carente de autoridad intelectual y  moral. Como nadie le para se siente obligado a amenazar y sancionar. Progresivamente hemos desembocado en un régimen totalitario. Para quienes lo dirigen ya no es posible el arrepentimiento, ni el propósito de enmienda.
El alto gobierno vive en medio de una espantosa inseguridad. Todos son enemigos, empezando por quienes están a su alrededor y, por supuesto, se sienten acechados por conspiradores propios y extraños.
Jamás imaginamos que podríamos llegar a esto en pleno siglo XXI, pero nunca es tarde para reaccionar en la dirección correcta. Los sectores democráticos venezolanos lo están haciendo. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con los encantadores de serpientes para evitar obstáculos graves en la lucha por la libertad. La batallas de hoy son pensando en el futuro que ya empezó y no en un ayer que no volverá jamás.
En estos días debemos insistir en cosas dichas en múltiples oportunidades. Lo electoral es un instrumento de la democracia, pero no es el único y ni siquiera el más importante. No hay derecho a caer en trampas calculadas con ofertas desde la cúpula para supuestamente hacer elecciones regionales o convocar a una constituyente con la mancha manipuladora de quien la convoca. No se trata de eso. Queremos un cambio integral de régimen para ir, entonces sí, a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria que dirija la reconstitución institucional de la República en lo político, en lo económico y en lo social.
Lunes, 24 de abril de 2017
@osalpaz

lunes, 17 de abril de 2017

LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA - DESDE EL PUENTE



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
La Semana Mayor ha sido excelente oportunidad para el recogimiento y la reflexión. Mientras más pensamos sobre el presente y futuro inmediato del país, más crece la convicción de que estamos muy próximos al desenlace deseado. Crece en los mayoritarios sectores democráticos y también entre los seguidores del régimen. Casi veinte años han sido más que suficientes para dejar establecido el fracaso más lamentable de la historia republicana. Por supuesto que los días finales serán duros y difíciles, pero no debemos lamentar anticipadamente lo que es inevitable. El cáncer venezolano, que ya ha destruido órganos vitales de la nación, debe ser extirpado de manera resuelta y definitiva.
El alto gobierno se ha despedido de todo sentimiento de decencia. Viola la Constitución, reprime, acosa y persigue, pero lejos de alcanzar el supremo objetivo de permanencia en el poder, se aleja generando graves controversias en su propio mundo hoy atrapado por la creciente incertidumbre que para muchos de ellos arroja la situación actual.
Debemos recordarle a la oposición democrática que cuando la resistencia se hace simple rutina, los ánimos decaen. La desobediencia civil en marcha, no necesita caudillos ni nada que se parezca. Mucho menos cuando en Venezuela está presente la iluminada palabra de la Conferencia Episcopal, incluidos nuestros dos extraordinarios Cardenales. Nuestra prioridad está centrada en la defensa de la persona humana, de cada individuo y su familia, frente al Estado, al gobierno e incluso frente a los variopintos colores de la comunidad.
Hagan lo que hagan, repriman todo lo que quieran, lo cierto es que no podrán detener la cuenta regresiva en marcha. En el tiempo que les queda deberían de tratar que este bravo pueblo no se les convierta en un eterno enemigo.
Para todos nuestros compatriotas llegó la hora de volver a los principios fundamentales y aferrarnos a ellos. No porque queramos ser fieles al pasado, sino por fidelidad al futuro que estamos construyendo desde el presente. Fidelidad para alcanzar metas no conquistadas todavía. En lo personal, lo he dicho muchas veces pero vale la pena repetirlo, no quiero ser fiel a lo que ya he sido o hecho, sino a lo que he querido hacer y aún no he podido concretarlo.
Invito a todos los lectores repasar y meditar sobre los Mandamientos de la Ley de Dios y sus consecuencias prácticas como ley de vida. También, a repasar con cuidado y devoción el Sermón de la Montaña. En ambos instrumentos está lo más importante de todo lo que deberíamos saber y asimilar como norma permanente de vida.
Lunes, 17 de abril de 2017
@osalpaz

lunes, 10 de abril de 2017

EL AMANECER SE ACERCA- Desde el puente



DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

EL AMANECER SE ACERCA

“La noche avanza y va a llegar el día. Dejemos pues las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz” (Romanos XIII, 11-12) La cita viene al pelo con la situación de Venezuela.
Los sucesos de los últimos días son reflejo de lo que sucede. La inmensa mayoría de la nación, la gente de la humanidad común, en abierta oposición al régimen dominante aspirando a un profundo cambio, por una parte y, por la otra, la cada día más reducida minoría atrincherada en las alturas del poder, desquiciada, enloquecida, con el único objetivo de retenerlo a cualquier precio. Son prisioneros de la incertidumbre por lo que pueda ocurrir cuando sean despojados de sus posiciones. Parece mentira, pero en lugar de facilitar el cambio que el pueblo reclama y ajustarse a Derecho, apelan a la represión y a la violencia física e institucional en contra de instituciones y personas como nunca antes en la historia contemporánea.
Lo anterior quedó plenamente comprobado con las intervenciones de Diosdado Cabello, Aristóbulo Isturiz y Freddy Bernal en un acto reciente. Amenazar con sangre y muerte, con el uso de los fusiles rusos en manos de los escuadrones que han formado con tal fin, a la oposición democrática y de paso declarar la guerra armada si el pueblo pretende manifestar en el centro de Caracas, es otro desconocimiento de la Constitución que señala con claridad los alcances de los derechos ciudadanos. El mundo no sale de su asombro.
Conviene destacar que las interpretaciones a la Constitución deben ser hechas con criterio restrictivo y no extensivo. Hay que acercarse siempre, lo más posible, a la letra de la misma como expresión del pensamiento constituyente. Lo contrario es simple utilería al servicio de la dictadura tiránica descubierta hoy ante propios y extraños.
La posición de la Fiscal General de la República denunciando una clara violación del orden constitucional, no puede pasar por debajo de la mesa ni quedar impunes los autores de tal desvarío institucional. Se acerca la hora de la justicia. No se tratará de persecusión, ni de acoso o retaliaciones de cualquier naturaleza. Pero la base fundamental de la paz, la reconciliación y el entendimiento será siempre la justicia. Sin ella todo lo demás es cuento y engaño.
La Venezuela de hoy se ha convertido en un país tremendamente impaciente. Vive en el futuro no en el pasado. Sin embargo, es conveniente recordar que el futuro se construye día a día, desde el presente. Es penoso pero cierto, las cabezas del régimen pasaron de ser “revolucionarios populistas” a tiranos oportunistas. Para ellos llegó la hora del desengaño. La Semana Santa es buena para la reflexión.
Lunes, 10 de abril de 2017
@osalpaz

jueves, 6 de abril de 2017

QUIENES SON LOS GOLPISTAS? OAP



¿QUIENES SON LOS GOLPISTAS?
Declaración de Oswaldo Álvarez Paz con motivo de afirmaciones hechas por Diosdado Cabello el día 6 de abril de 2017

1° Expreso mi absoluta solidaridad con los presos políticos existentes en Venezuela. Secuestrados, detenidos, condenados, acosados y exilados a lo largo de estas casi dos décadas de dictadura progresiva.
En este momento y sin olvidar a ninguno de los presos, recuerdo a Leopoldo López y Antonio Ledezma, entre otros ejemplos de dignidad y consecuencia con la causa de la Libertad. También a los compañeros del Partido Socialcristiano Copei como Roberto Enríquez y Eduardo Vethencourt. Acosado el primero, hoy hospedado en la Embajada de Chile. Preso el segundo en Ramo Verde
2° Ratifico mi convicción de que el régimen impuesto en Venezuela es el sitio del planeta tierra con más golpistas por metro cuadrado. La historia reciente lo confirma.
3° Las constantes acusaciones de las cabezas del régimen señalando como “golpistas” a todo aquel se oponga legítimamente a sus pretensiones, son proyecciones de sí mismos, como diría cualquier psicólogo. Eso significa que trasladan sus ejecutorias y propósitos hacia otros. Ya están sin caretas.
4° Soy un demócrata integral con 59 años de lucha activa en la política zuliana y nacional, tanto en la Universidad como en el Congreso de la República y en la calle. Nadie me ha conocido como golpista sino, al contrario, como un constante defensor de la constitucionalidad y de la vida en Libertad y Democracia. Así ha sido y seguirá siendo hasta el final de mis días.
He tenido importantes triunfos en ese señalado tiempo. También sonoras y dolorosas derrotas. Pero unos y otras nunca lograron desviarme de los principios fundamentales que me animan para continuar hacia adelante sin amiguismos innecesarios y sin rencores amargantes. Sin pretensiones confieso que he vivido con dignidad. Al hacer el balance me considero feliz y afortunado. Además del compromiso con el país, tengo una familia ejemplar cuyo centro son mi esposa, mis seis hijos y, hasta ahora, trece nietos  a quienes he tratado de levantar con el ejemplo de dignidad que recibí desde niño en un hogar ejemplar y plural políticamente.
5° Rechazo en términos radicales y absolutos los señalamientos hechos recientemente por Diosdado Cabello. Afirmaciones irresponsables, pero cobardes tanto en lo personal como en lo político.
Respeto profundamente a nuestras fuerzas armadas. He tenido bastante relación con muchos de sus miembros debido a mis funciones como parlamentario y como gobernador del Zulia. La mayoría están retirados, otros con funciones de la línea media hacia abajo. Buena y sana amistad nos une. Creo conocer muchas de las circunstancias que afectan a la Institución y rechazo la generalización que algunos hacen con relación a la integridad de la mayoría de sus miembros. No son marcianos ni viven en júpiter, tampoco en Saturno.
Me parecen repugnantes las manipulaciones de los cabezas del régimen en escenarios militares sembrando el odio, la segregación y la violencia para justificar la violación existente del Estado de Derecho, de la Constitución y de las normas fundamentales de la Democracia. Soy solidario de la Asamblea Nacional actual, de sus líderes, del pueblo que la eligió y condeno las descabelladas actuaciones de un ilegítimo Tribunal Supremo de Justicia. Me atengo a las declaraciones de la Fiscal General de la República en ese sentido y agradezco las actuaciones de Luis Almagro, secretario general de la OEA y respaldo las resoluciones adoptadas hasta ahora por ese Cuerpo.
6° Afirmo que Diosdado Cabello es un cobarde mentiroso. Me acusa sin pruebas de ninguna naturaleza de “conspirador” usando y abusando de Venezolana de Televisión y la irregular existencia de los medios de comunicación oficialistas. Allá él con sus complejos. Importa destacar que nadie, nunca jamás, me ha acusado de narcotraficantes, de peculador, de traficante de influencias ni de tener testaferros para ocultar bienes indebidamente adquiridos. ¿Puede él decir lo mismo? Ojalá lo clarifique algún día.
Jueves, 7 de abril de 2017
Oswaldo Álvarez Paz/em

lunes, 3 de abril de 2017

PASADO, PRESENTE Y FUTURO



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PASADO, PRESENTE Y FUTURO
El pasado ya pasó, aunque no se olvide. Nos deja experiencia producto de lecciones que no todos parecen haber aprendido. No se repetirá, aunque nos refugiemos en principios generales de la vida en libertad y democracia con la ilusión que se deriva de alimentar la esperanza. No basta.
En esta etapa de la vida venezolana lo más importante es el presente. Es más, diría, sin temor a equivocarme, que el futuro ya empezó. Se construye día a día. De lo que hagamos o dejemos de hacer diariamente depende que avancemos o tengamos que sufrir situaciones iguales o peores a las vividas en el pasado. Tampoco hay tiempo para demasiadas especulaciones teóricas sobre el tema.
Los graves acontecimientos de la semana pasada, protagonizados alternativamente por el Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscal General de la República, el Ejecutivo y los conocidos corifeos, apóstoles de la “revolución” bolivariana, sirvieron para desenmascarar nacional e internacionalmente al régimen dictatorial que nos gobierna. También para terminar de darle la razón más plena a los informes de Luis Almagro, secretario general de la OEA y a la solidaridad de los gobiernos de alrededor de 20 países que lo acompañan en sus corajudas acciones.
Para que el futuro sea como anhelamos es indispensable la unidad de objetivos para profundizar la lucha. No puede ser otro que el cambio radical del régimen que deberá iniciarse con la salida de Maduro del cargo que actualmente detenta. Si el tipo fuera algo inteligente, él mismo estaría propiciando una salida honorable, pacífica y de amplitud nacional para iniciar la transición que la hora reclama. Esto es posible sin violencia, persecuciones ni arrebatos infantiles de patrioterismo similares a los propiciados por los altos mandos cívicos y militares del presente. La disyuntiva entre la paz y la libertad es falsa o al menos incompleta. Somos partidarios de la reconciliación nacional, de una paz verdadera que permita la convivencia civilizada, del perdón suficiente para que sean posibles estos factores fundamentales. Pero sin olvidar nunca la Justicia sin la cual no habrá paz ni entendimiento entre los venezolanos.
Aprovecho la oportunidad para sumar mi voz a las de quienes han elevado un mensaje a la Fuerza Armada Nacional. Tienen la enorme responsabilidad de “respetar la Constitución y leyes de la República”, de cumplirlas y hacerlas cumplir. La Comunidad Internacional y la nación en pleno lo esperan para que éste presente, bastante incierto hasta ahora, se convierta en un mañana mejor para todos.
Luchemos con alegría y optimismo. El cambio va. Es indetenible después de casi dos décadas de verdadera tragedia que ha colocado a Venezuela entre los países más miserables del planeta.
Domingo, 2 de abril de 2017
@osalpaz