lunes, 30 de octubre de 2017

PANORAMA DESALENTADOR



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PANORAMA DESORIENTADOR
Existe una notable desorientación tanto en dirigentes como en dirigidos de la oposición y también en buena parte de los seguidores del oficialismo. En todas partes la gente pregunta ¿qué va a pasar? Pero muy pocos ¿qué vamos a hacer?,  lo que sería correcto en este tiempo de tanta incertidumbre.
La realidad siempre debe ser respetada aunque no sea buena. Entenderla y aceptarla resulta fundamental en cualquier intento para cambiarla. El sólo hecho de su existencia le otorga cierta justificación. Un régimen perverso, ideológicamente deformado, ineficiente en grado superlativo y bastante corrompido está frente a nosotros con todos los instrumentos en la mano para retener el poder a cualquier precio. Tienen todo lo material, pero carecen de lo más importante, la razón y la voluntad general de la nación que se expresa de múltiples y dispersas maneras.
Quienes pretenden liderizar el sentimiento nacional contrario al régimen tienen que poner los pies sobre la tierra, apartar todo sentimiento de protagonismo personal o de grupo, cualquier ambición de poder por la vía electoral o por cualquier otra posible y redefinir con honestidad el objetivo de la lucha, de la enorme tarea para alcanzar el cambio que Venezuela necesita con extrema urgencia.
Hemos dicho hasta el cansancio que la verdadera naturaleza del problema no es electoral. Es de principios y valores basados en la Libertad, en los fundamentos básicos de la democracia. Lo electoral es apenas uno de los instrumentos, pero ni siquiera en democracia es el único o el más importante. Si esto no está claro, seguiremos perdiendo el tiempo en ejercicio inútiles que generan decepción y una tremenda incertidumbre.
No podemos continuar siendo tan lentos para reaccionar frente a peligros reales. Demasiado tímidos, quizás por la incertidumbre frente al futuro. Sin embargo, el peligro mayor es que si lo que nos detiene o lo que nos mueve es evitar una tragedia mayor, una confrontación que por definitiva puede resultar muy dolorosa, irremediablemente llegaremos a ella.
Alguien dijo algo que tomaré como propio. Ojalá y en el futuro próximo no se escriba sobre “el país que pudo ser”. Venezuela retrocede, pero el mundo avanza a pasos agigantados en todos los terrenos y actividades. Estamos rezagados y los políticos democráticos proyectamos una falta de imaginación increíble para la experiencia que hemos acumulado. Ojalá que por esta falta de imaginación, las nuevas generaciones no caigan en la tentación de volver atrás.
A pesar de todo, no podemos rendirnos. Debemos exigirnos todos, políticos y no políticos, la más alta calidad y eficiencia para hacer bien las cosas que a cada cual le correspondan. Imposible triunfar con la mente puesta en conservar espacios de poder, en convivir con el enemigo o tratando de ver la realidad distinta a cómo es.
Lunes, 30 de octubre de 2017
@osalpaz

lunes, 23 de octubre de 2017

SOLIDARIDAD CON ANDRÉS VELÁSQUEZ



  DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

SOLIDARIDAD CON ANDRÉS VELÁSQUEZ
Es difícil reflexionar serenamente. En estos días existen demasiados elementos contradictorios. Dificultan arribar a conclusiones definitivas. Todos los días, a cada hora, aparecen nuevos datos o se confirman anteriores intuiciones, con relación a hechos o a la actuación de protagonistas de todos los bandos.
Increíble la forma en que Venezuela y el mundo estaban convencidos de que el régimen estaba acorralado, vencido, acomplejado y hasta dispuesto a negociar la retirada generando celebraciones de variada naturaleza en los sectores verdaderamente democráticos, con olvido de aquel viejo decir, “los rusos también juegan”.
Todo lo sucedido era previsible, fue dicho por calificados voceros dentro y fuera del país y los datos que ahora se hacen públicos como expresión de la protesta, son parte de un golpe de estado de ejecución progresiva ejecutado en todas las áreas, una de las cuales es el fraude electoral, por cierto, telegrafiado desde el poder y anunciado con la debida antelación. Sin embargo las cosas sucedieron como sabemos y el régimen ahora luce, no más fuerte, pero sí más estabilizado y confiado en sí mismo para mantener el control férreo del Estado.
Podría extenderme mucho en estas consideraciones, pero siento que son innecesarias. El pueblo venezolano, en ciudadano común, el que no vive de la política, ni de los partidos, ni de las dádivas del gobierno, pareciera estar más claro que todo el mundo. Demuestra una vez más, ser superior a los dirigentes de todos los bandos. En estos días se encuentra abatido, desalentado, confundido sobre el qué hacer y el cómo hacerlo una vez despejada la duda inicial. No diría que resignado, al contrario, a la espera de líneas de acción claras para reiniciar una lucha que no se puede dar por pérdida definitivamente.
Digo todo esto para expresar, una vez más, mi respaldo total a Andrés Velásquez en la lucha existencial que está librando en el Estado Bolívar ante el despojo inaudito, el atropello inaceptable de la barbarie gubernamental regional y nacional que lo acosa y pretende hacerlo desaparecer de la escena.
 Personifico en él mi respaldo a todos los candidatos a gobernadores de la oposición que fueron elegidos según el gobierno como ha dicho el CNE. De una u otra forma están siendo atropellados los pueblos que los eligieron. También a muchos de los candidatos que no fueron proclamados. Algunos tiraron la toalla demasiado pronto aceptando dudosas derrotas y otros con su inacción y silencio dejan mucho que pensar.
Conozco a Andrés como político y como persona humana. Fuimos de los primeros gobernadores electos directamente por nuestros pueblos. Compartimos experiencias útiles nacionales e internacionales. Sé perfectamente bien el poder de las mafias, de las estructuras del crimen organizado en Guayana y del coraje de Andrés para combatirlas. Adelante amigo, no estás solo.
Lunes, 23 de octubre de 2017
@osalpaz



lunes, 16 de octubre de 2017

INCERTIDUMBRE MÁXIMA



DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

INCERIDUMBRE MÁXIMA
Escribo en domingo sin saber aún los resultados oficiales u oficiosos de la elección de gobernadores. Sin embargo no tengo dudas con relación a lo sucedido en la mayoría de los Estados. Especialmente en los de mayor concentración poblacional y sus consecuencias, a todos los efectos, en la vida del país. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, ratifico mi convicción de que esto no puede ni debe continuar. Ya es tiempo suficiente para cambiar radicalmente el rumbo de esta Venezuela saqueada y en ruinas. Hacia ese objetivo deben dirigirse todos los esfuerzos del país que aspira a una vida en democracia y Libertad.
Estas palabras son un llamado a la acción. Ya basta de diagnósticos y de una retórica que no va a la raíz de los problemas agotándose en repetir lo que todos sabemos y la inmensa mayoría de los venezolanos sufre. La Nación aspira que la dirigencia opositora a lo actual actúe en dirección directa para producir el cambio aspirado y necesitado.
No sé si la actual dirigencia agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática, estará de acuerdo con lo que aquí estamos señalando, pero en lo personal no tengo dudas al respecto. En consecuencia, superada exitosamente la pasada jornada dominical debe entenderse que entramos en la etapa más difícil, en la del resteo absoluto y total en contra de un régimen rechazado mundialmente y responsable de la ruina de una nación como la nuestra.
Me alegra constatar el triunfo de los candidatos opositores en la  mayoría de los estados con mayor porcentaje poblacional, especialmente en el Zulia, pero eso no basta. El reto ahora es mayor y definitivo. Soy optimista en cuanto al futuro cercano, siempre y cuando no abandonemos la lucha por el camino central. Mientras Maduro esté ejerciendo la presidencia y este régimen se mantenga, no habrá solución para ninguno de los graves problemas de la nación. Ese es el reto que tenemos que sumir responsablemente.
Hipocresía, arrogancia, cinismo, corrupción e incompetencia son características imposibles de disimular. Frente a estos factores Venezuela tiene que rebelarse en defensa de la libertad y de la existencia misma. En muchos existe la lógica incertidumbre del desenlace pero no se debe prestar atención a los especialistas en sembrar desconfianza cuando se necesita mucho valor y coraje para superar las dudas que asaltan a muchos.
En esta hora definitiva no podemos aceptar manifestaciones ambiguas o dudosas.  Frecuentemente la imparcialidad es el disfraz tramposo de los oportunistas. Legó el momento definitivo. No sobra el tiempo. La unidad de la Venezuela democrática tiene que manifestarse a diario y sin concesiones. No hay solución a nada mientras este régimen exista.
Lunes, 16 de octubre de 2017
@osalpaz

lunes, 9 de octubre de 2017

JUAN PABLO GUANIPA VILLALOBOS



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

JUAN PABLO GUANIPA VILLALOBOS
El debate sobre si se debió aceptar o no la convocatoria a la elección de gobernadores, el proceso de inscripción de aspirantes de todos los partidos, grupales e individuales, lo relativo a los consensos y  resultados de primarias realizadas así como algunas otras cosas de importancia en su momento, es actualmente extemporáneo. Mantenerlo vivo no beneficia en la lucha por el cambio de régimen. Sobre todo si se mantiene, de parte y parte, un lenguaje  ofensivo e increíblemente contrario a la decencia que debe exigirse a todas las partes.
Venezuela entera sabe mi posición. La he manifestado con claridad y sin ofender a nadie. Tanto sobre el tema que nos ocupa como con relación a importantes omisiones de la Asamblea Nacional, las benditas reuniones o “encuentros” dominicanos y al no cumplimiento del mandato impuesto por la nación a quienes pretenden dirigirla, en la consulta popular del pasado reciente. Sin embargo, no es tiempo de ser profetas del pasado, es decir de lo que no sucedió. La coyuntura nos obliga a poner los pies sobre la tierra, a pasar la página en cuanto a hechos irreversibles, aunque no tanto sobre algunos responsables que en, su momento, tendrán que rendir cuentas.
Resulta que ahora el debate está auto centrado en la oposición haciéndole el juego a un régimen que lucía acorralado y en fuga. Pero que también juega. Votar o no votar. ¡Increíble! Si el gobierno se mantiene es por culpa de alguna de las dos facciones y no tanto de la gravísima situación material y moral del país entero. Me he resistido de caer en este dilema. La gran mayoría del país también.
Como consecuencia de lo anterior en muchos de los originariamente no votantes ha cogido cuerpo racional la idea de votar para sumar aunque sea un granito de arena. No para conquistar algunas “posiciones” o “espacios”, ni para estabilizar un cuadro que más bien debe romperse radicalmente. Se trata de pensar y actuar, a estas alturas del juego, en los intereses de las regiones, de los Estados que luchan por un mayor grado de autonomía e independencia frente a la dictadura centralista.
En lo personal lo sufro distinto. Para el régimen no existo. Fui condenado por esta justicia baratera a dos años sin poder salir del país. Llevo más de siete y no tengo pasaporte. No puedo votar porque mis derechos políticos están “suspendidos”. El CNE me borró del registro electoral. No ha habido forma, hasta ahora, de recuperar la ciudadanía plena a pesar de los términos de la sanción.
Sin embargo, a todos mis amigos y relacionados en el Zulia le he pedido que ayuden y trabajen por el triunfo de un gran  candidato: Juan Pablo Guanipa Villalobos. Tenemos la misma formación, las mismas raíces y los mismos propósitos.
Lunes, 9 de octubre de 2017
@osalpaz

lunes, 2 de octubre de 2017

REFLEXIONES PARA ESTOS DÍAS



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

REFLEXIONES PARA ESTOS DÍAS

Quienes me conocen saben lo que pienso del exagerado electoralismo de algunos para supuestamente combatir a la dictadura gobernante. No me canso de repetir que lo electoral es muy importante en una democracia, pero no es lo único, ni siquiera lo más importante. Mucho menos en una verdadera tiranía que no terminamos de visualizar como tal.
He sido partidario del desconocimiento integral del régimen, de la invocación de los artículos 333 y 350 de la Constitución para darle soporte a una resistencia encaminada a provocar el cambio. La idea de abrir camino a una transición para recuperar la vida en libertad y democracia es compartida por la inmensa mayoría de la nación. Quedó claro con los resultados de la elección parlamentaria de 2005, en las múltiples manifestaciones de protesta, en el costo en vidas y privación de libertad a centenares de compatriotas desde los inicios de esta tragedia, por cierto, algunos bastante olvidados, todo lo cual debe ser reivindicado.
Para alcanzar el objetivo es necesaria la unidad real de todos los sectores. Sin exclusiones, a conciencia de que esta unidad puede ser dinámica y diferenciada siempre y cuando el objetivo final sea compartido. Vistas así las cosas hay que descartar esa fijación de algunos con relación a los “espacios”, a la convivencia que sirve para “estabilizar” la situación actual congelando los anhelos de cambio de la nación. Por supuesto que las fuerzas armadas, al menos los sectores limpios que existen en su seno, son fundamentales y serán de gran utilidad en la tarea de la reconstrucción nacional.
Por todo esto y mucho más fui de los ingratamente sorprendidos por los mal llamados diálogos, encuentros, negociaciones o exploraciones concretadas en República Dominicana y por la falta de transparencia reflejada en las confusas declaraciones de los protagonistas tanto con relación a estos hechos como a la naturaleza de la mediación de los países señalados y del rol que ha jugado y juega Rodríguez Zapatero en todo esto.
No estuve de acuerdo en participar en las elecciones de gobernadores diferidas desde el año pasado, convocadas apresuradamente dejando fuera lo relativo a los Consejos Legislativos Regionales, instrumentos básicos de gobierno en los Estados. Quedó de lado el rechazo al CNE, al TSJ, a la manipulación con la Fiscalía General y también el mandato de la consulta popular del 16 de julio imponiendo obligaciones y una línea desatendida para la acción opositora.
Sin embargo, planteadas así las cosas, a estas alturas no llamaré a nadie para que se abstenga. El que quiera votar que lo haga. Es un problema de conciencia y ojalá pueda demostrarse, una vez más, donde está el pueblo y se atiendan sus reclamos. El triunfo de Juan Pablo Guanipa en el Zulia, será un paso largo en la lucha por la descentralización y la autonomía de las regiones.
Lunes, 2 de octubre de 2017
@osalpaz