DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
LA NECESARIA TRANSPARENCIA
En cualquier país que atraviese una crisis terminal como la
de Venezuela, todo, absolutamente todo, debe ser hecho con transparencia total.
Sin ella resulta imposible generar confianza y nada funcionará. Todo el mundo
desconfiará de todo el mundo. Siempre la sospecha limitará la acción decidida,
incluso cuando se visualicen parcialmente las reales intenciones de calificados
protagonistas opositores.
La nación aún desconoce la verdadera naturaleza de las
jornadas de diálogo, conversaciones o encuentros tanto en la República
Dominicana como en el propio territorio nacional. Con frecuencia se invocan
presuntos o reales acuerdos que alguna de las partes desconoce o incumple
siendo increpada por la otra. Lo grave es que ese juego dialéctico esta fuera
del alcance del ciudadano común, más sólo que nunca, aferrándose a una
esperanza que empieza a reducirse.
Buena parte del liderazgo opositor ha tomado la decisión de
casarse con una incierta salida electoral como única vía para lograr el cambio
que Venezuela necesita. Hablan siempre de la ruta constitucional, pacífica y
electoral. Increíble que desconozcan los términos de la Constitución Nacional.
La electoral no es la única vía. Ni siquiera en una democracia formal, que no
es nuestro caso. Hay unas cuantas posibilidades diferentes que no se han
querido explotar. A veces apenas se mencionan con timidez, generalizando sin
concretar. ¿Qué pasa? Me niego a creer que es simple ignorancia, incapacidad para
entender las Normas Fundamentales o si se trata de cobardía u oportunismo
debidamente calculado.
Mientras todo se viene al suelo el debate político sigue
planteado exclusivamente en las benditas “condiciones electorales” que se le
suplican a un régimen que actúa al margen del Derecho sobre la base de la
represión, del temor y de la complicidad de factores que como el narcotráfico
tienen influencia determinante en cuanto sucede. Increíble pero cierto, ya casi
no se habla de la pérdida de soberanía con relación al Esequibo, de los presos
políticos antiguos y nuevos con la incorporación de más de un centenar de
oficiales y efectivos de las fuerzas armadas, de la descentralización para
garantizar la autonomía de Estados y Municipios, de la quiebra definitiva de
PDVSA, de las empresas de Guayana, de la inseguridad creciente de las personas
y de los bienes, del colapso eléctrico y, en fin, del hambre colectiva y la
insalubridad existentes. Pudiera ampliar esta lista pero creo que es
innecesario.
A quienes tienen la responsabilidad de dirigir la Asamblea
Nacional, les exigimos mayor claridad y transparencia. Sé que allí hay de todo
y para todos los gustos. Pero resulta inexplicable que sigan perdiendo el
tiempo alejándose de lo fundamental.
Hoy más que nunca se necesita una fe tranquila, serena, pero
decidida, en nuestros principios y valores y también la cabeza y el corazón
indispensables para que el coraje nos impulse de manera irreversible hacia la
victoria.
Lunes, 19 de marzo de 2018
@osalpaz