lunes, 19 de diciembre de 2016

PACIENCIA AGOTADA



 PACIENCIA AGOTADA
Oswaldo Álvarez Paz
EXPRESO, Lima

Me excusarán por ser repetitivo en algunas consideraciones sobre la realidad venezolana. Para el mundo exterior no es fácil seguirla por el control casi absoluto de los medios de comunicación social que ejerce la dictadura. Muy pocos mantienen la independencia en medio del acoso a sus propietarios y anunciantes y la restricción del papel para los medios impresos. Eso conduce a la autocensura, en ocasiones hace innecesaria la intervención oficial. Muchos han tenido que cerrar. Sólo quedan pocos héroes que lo están arriesgando todo, incluso resistiendo las interferencias y saboteos diarios en las redes sociales lo cuan también contribuye a los propósitos del régimen.
Sin embargo, pienso que el mundo, especialmente el continente americano, tiene idea bastante aproximada, pero cierta, de lo que sucede. Saben que se trata de una dictadura comunistoide, socialista a la cubana, ideologizada en grado superlativo, increíble en estos tiempos, pero ejecutada con la torpeza y el descaro de una banda de delincuentes corrompidos, verdaderos hampones que en nombre de la “revolución”, del “socialismo del siglo XXI” y de la lucha contra la guerra que contra Venezuela han desatado los países capitalistas del planeta entero, supuestamente responsables de la inseguridad de las personas y de los bienes, de la destrucción de todo el aparato productivo nacional, de las industrias petrolera y minera, del hambre generalizada, de la ausencia de medicamentos fundamentales y hasta de la reaparición de mortales epidemias que fueron erradicadas hace casi un siglo pero hoy en pleno apogeo.
La semana que acaba de concluir hubo dos hechos muy significativos. El señor Maduro decretó la anulación de los billetes de cien bolívares, el papel moneda de más alta denominación y valor a cambio de nada hasta ahora. Se obligó a los tenedores a depositarlos en los bancos oficiales o cambiarlos en esas entidades por papel moneda de menor denominación. Todo en un plazo de 72 horas. El régimen arremetió contra el comercio formal de Colombia y las casas de cambio fronterizas para justificar el atropello. Volvió a cerrar una frontera militarizada desde hace mucho tiempo e incurrió en otros disparates insólitos. Lo que explican y de lo que es pecado hablar, es de lo que señalan muchos monetaristas que siguen de cerca el proceso. Según ellos se trata de un monumental lavado de dinero sucio, convertido en dólares preferenciales, que pretenden cubrir en el dinero que está siendo confiscado de los ciudadanos. Los largos tentáculos del macro y micro tráfico de drogas parecieran gobernar.
Por otra parte, sentimos la vergüenza de la Canciller Delsy Rodríguez haciendo un ridículo histórico en Buenos Aires, en la reunión de MERCOSUR. No pudo entrar y fue excluido el país, por razones previamente notificadas.
La rebelión general contra la dictadura se acentúa, El tiempo se le agotó. También la paciencia de los más pacifistas ciudadanos.
Viernes, 16 de diciembre de 2016
@osalpaz

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