lunes, 20 de junio de 2016

CONFRONTACIÓN IRREVERSIBLE



 CONFRONTACIÓN IRREVERSIBLE
Oswaldo Álvarez Paz
EXPRESO, Lima

Todas las crisis tienen final. Pueden haber sido una oportunidad para mirar hacia adelante, pero también una tragedia que desemboca en violencia para corregir rumbos e idear nuevos caminos. Lo cierto es que ninguna nación puede estar gobernada por una dictadura eternamente. Mucho menos si entre sus características fundamentales está la corrupción y la ineficiencia de los mandos superiores. Estos dos factores han opacado la ideologización del proceso en que se empeñó Hugo Chávez con aquello del “socialismo del siglo XXI”, que ya no mencionan ni por equivocación.
El régimen venezolano es el factor de desprestigio más importante que soporta la izquierda decente del continente y del planeta tierra. De tanto acusar del desastre a la “derecha”, al imperialismo estadounidense y a sus aliados, el pueblo se identifica cada día más en lo que intuye como contrario radicalmente a los esquemas gubernamentales. Conste que personalmente no creo en eso de derechas e izquierdas. Creo en los valores fundamentales de la vida en libertad y democracia, en la dignidad de la persona humana y en la justicia social como instrumento para alcanzar el bien común.
En  materia de esquemas ideológicos tradicionales tanto la historia como la vida misma, enseñan lo que funciona y también lo que no funciona. No se necesita de demasiada sabiduría para poder distinguir unos esquemas de otros. Creo en lo que funciona y me opongo a lo probadamente fracasado. Venezuela es un claro ejemplo de lo último.
El drama se deriva de la actitud del régimen que dirige a la nación. Perdió el apoyo popular en diecisiete años de ejercicio habiendo dispuesto de más recursos que sumados todos los que pudieron disponer los presidentes a lo largo de nuestra historia republicana. Nada funciona bien y todo camina para peor. Pero la gente no aguanta más. El hambre, la falta de medicinas, la inseguridad de personas y bienes, el éxodo forzado de miles de compatriotas y muchas cosas adicionales generan protestas diarias a lo largo y ancho del país. Ahora se suman a ellas los saqueos y hasta linchamientos que permiten prever una escalada de violencia protagonizada por el régimen para continuar sobre la base del terror, del miedo en la población. El problema está en que la rabia, la indignación y el coraje de la gente superan ese miedo que pretenden sembrar con la represión y la violencia.
Está planteado un referéndum revocatorio contra Maduro. Salida constitucional y pacífica. La oposición ha superado todos los requisitos para hacerlo este año. El régimen apela a la fuerza y al desconocimiento de la Constitución para impedirlo. Las cartas están sobre la mesa.
Viernes, 17 de junio de 2016
@osalpaz

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