lunes, 31 de octubre de 2016

HACIA UNA VERDADERA GUERRA-EXPRESO, Lima



 HACIA UNA VERDADERA GUERRA
Oswaldo Álvarez Paz
EXPRESO, Lima

La confrontación política en Venezuela adquiere dimensiones de una verdadera guerra. No declarada formalmente, es cierto, pero no por ello menos terrible. El mundo entero conoce ya la situación dramática que sufre la nación en términos sociales, económicos y políticos. También sabe que la responsabilidad exclusiva y excluyente de esta situación la tiene el régimen socialista a la cubana que dirigen Nicolás Maduro y una extra constitucional figura que llaman “alto mando cívico-militar”. Al fracaso ideológico se han sumado factores determinantes de la tragedia como la ineficacia general y la corrupción más escandalosa que se recuerde en la historia del país.
Pero es así. Hay más muertos, heridos y lesionados irreversibles por la violencia que en cualquier otra parte del planeta. Estamos por superar los 30.000 asesinatos este año y de pasar los 300.000 en los diecisiete años de gobierno del régimen. Aunque crean que exagero, es una cifra superior a todas las victimas mortales de las FARC y el ELN en Colombia durante más de sesenta años el primero y de cuarenta el segundo. Todo funciona mal y camina hacia peor.
La oposición democrática, apegada siempre a las normas constitucionales, apeló a uno de los recursos establecidos en el texto máximo. Se trata de la consulta directa al pueblo mediante un referéndum revocatorio que debería realizarse este mismo año. La revocatoria del mandato a Maduro forzaría unas nuevas elecciones presidenciales en un plazo no mayor de 30 días. Significaría el inicio de una transición democrática, pacífica y electoral para cambiar el rumbo mediante un gran entendimiento nacional.
¡Pero no! El revocatorio ha sido saboteado y la única institución de origen popular, la Asamblea Nacional, está siendo acosada, amenazada, invadida físicamente, ofendida desde las alturas del poder y sus directivos e integrantes democráticos –las dos terceras partes de sus miembros electos- sometidos a permanentes agresiones físicas e institucionales. Los poderes judicial y electoral, son caricaturas penosas al servicio de ese “alto gobierno” que mencionábamos.
El problema para el régimen está en que cerca del 90% del país quiere que Maduro se vaya, derrocado, por renuncia o por posible destitución por parte de la Asamblea con indiscutibles fundamentos constitucionales. Ese país está dispuesto a ejercer sus derechos, bien a través de los diputados opositores o, como empieza a suceder, directamente en la calle. Los acontecimientos están en pleno desarrollo.
Esta confrontación puede convertirse muy pronto en una verdadera guerra declarada entre la nación indignada y resuelta y una camarilla hamponil que teme ser despojada del poder, de sus privilegios y sometida a la justa rendición de cuentas. Los escándalos se multiplican en el exterior por el dinero mal habido de algunos y los nexos con el narcotráfico de operadores y lavadores de distinto nivel. Es la hora de la OEA y la Carta Democrática.
Viernes, 28 de octubre de 2016
@osalpaz

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