lunes, 1 de agosto de 2016

UN BUEN GOBIERNO - EXPRESO, Lima



 UN BUEN GOBIERNO
Oswaldo Álvarez Paz
EXPRESO, Lima

En artículo publicado poco antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, dije que de ser peruano, votaría por Pedro Pablo Kuczynski. Las encuestas no lo daban como ganador, pero la diferencia indicaba un levante impresionante a su favor. La semana pasada prestó juramento como Presidente del Perú. No la tiene fácil. Al contrario, la tarea será enorme. Gobernar exitosamente a una nación rodeada de peligros internos y externos requerirá de mucho coraje y conocimientos. Él tiene ambos y sin que conozcamos aún detalles de sus políticas fundamentales, le damos un amplio voto de confianza. Ojalá que todas se mantengan dentro de los principios fundamentales de la vida en libertad y democracia. Estaremos atentos a cuanto suceda. Esta experiencia puede ser de notable ayuda para otros países en camino de salir de los trasnochados lineamientos del populismo inspirado en líneas socialistas comunistoides y están batallando contra la probada ineficiencia y corrupción que están a la vista.
Es poco lo que podemos sugerir, pero conociendo la difícil problemática humana, personal y familiar, existente, me permito recordar que el verdadero objetivo del gasto social tiene que ser eliminar la razón de su existencia. Han fracasado ruidosamente quienes lo han convertido en la razón de ser permanente de sus gobiernos. Caen en prácticas ineficientes para sacar al pobre de su pobreza, convirtiéndolo en un mendigo dependiente de los favores o donativos de regímenes que pretenden por esta vía, conservar el poder y el favor popular.
PPK tiene, además, el enorme reto de gobernar con minoría parlamentaria. El liderazgo estará sometido a una tremenda prueba de madurez y capacidad para negociar y llegar a acuerdos que eviten una confrontación permanente entre el ejecutivo y el legislativo. La responsabilidad de ambos es intransferible. No deben olvidar que los problemas mayores surgen cuando el estado de derecho se desdibuja y de violaciones puntuales termina por desaparecer.
Ratifico mi convicción de que la mejor política social que puede existir es una economía que funcione sobre la base de la libertad, la inversión privada y el respeto a las leyes naturales del mercado, instrumento fundamental para generar riqueza al alcance de todos gracias a su racional distribución.
En una economía sana nunca serán incompatibles el estado y el mercado. Se necesitan y complementan. El mercado no puede interpretarse como libertinaje. Debe estar sometido a leyes sabias y estables dictadas por el estado, quien también debe someterse a esas normas que dicta. Tiene que quedar proscrita la intervención arbitraria y caprichosa del estado en la economía. Con PPK en la presidencia, crece la esperanza.
Sábado, 30 de julio de 2016
@osalpaz

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