Trato de diversificar estos comentarios semanales. A veces
pienso que no debo sobrecargar de información sobre Venezuela a una sociedad
como la peruana, también llena de problemas graves, aunque muchos de ellos de
naturaleza diferentes y hasta menos graves, podría decir con un poco de
temeridad. Pero no queda alternativa. La situación se apodera de nosotros en
cuerpo y alma, nos condiciona y obliga a actuar en consecuencia. Les pido
paciencia y comprensión. También solidaridad activa en esta lucha que nos
obliga a todos. Se trata de la libertad y de los valores fundamentales de la
democracia.
Como se dice popularmente, “llegamos al llegadero”. La
oposición agota los recursos disponibles, dentro del marco de la ley, para
provocar una rectificación por parte del gobierno que mantenga viva la
esperanza de un cambio para mejor. En esa dirección trabaja con miras a las
elecciones parlamentarias que se realizarán el próximo 6 de diciembre. Goza del
respaldo ampliamente mayoritario de la población, según todos los estudios de
opinión. incluidos los de un sector oficial que se sabe derrotado, pero que no
se resigna a aceptarlo. Frente a esto, el régimen, todas las ramas del poder
público bajo control, trabajan para impedirlo preparando el más gigantesco
fraude de la historia. Líderes opositores presos, enjuiciados, limitados en el
ejercicio de su libertad plena, medios de comunicación expropiados, silenciados
u obligados a autocensurarse, productores, industriales y comerciantes
arruinados calculada y selectivamente, represión abierta y encubierta para
impedir que el malestar se manifieste en las calles, asociación con la
delincuencia organizada que controla áreas específicas del alto gobierno y del
país. Para colmo, a pesar del control que tienen del Consejo Nacional
Electoral, mediante decisiones inconstitucionales del Tribunal Supremo de
Justicia, interviene a partidos nuevos y viejos generando confusión y parálisis
en sus militantes y simpatizantes. Ese organismo acaba de destituir a la
dirección Nacional del histórico Partido Socialcristiano COPEI sustituyéndola
por otra con carácter provisional a menos de cuatro meses para las elecciones
parlamentarias. Independientemente de que nos guste o no la directiva
sustituida, el hecho es deplorable, lamentable y una prueba más de la falta de
ética y apego a la legalidad de este régimen dictatorial.
Se acabó la democracia. La dictadura se muestra en toda su
estatura. Agrega nuevos y graves problemas a los ya existentes en la vida
diaria del ciudadano común. Los administra con el garrote en una mano y el
fusil en la otra. Llegamos a una coyuntura en la cual los métodos de lucha de
los sectores democráticos deberán adecuarse a la inocultable realidad.
Necesitamos solidaridad activa del continente.
oalvarezpaz@gmail.com1° AGOSTO 2015
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