Es difícil jerarquizar los problemas que azotan a la nación.
La inseguridad, la escasez, el costo de la vida, la falta de oportunidades para
trabajar, el déficit escandaloso en salud y educación, el deterioro de la
planta física, la entrega de la soberanía a los cubanos, la increíble actitud
ante Guyana y lo que significa la reclamación esequiva, son apenas algunas de
las situaciones que al profundizarlas, nos llevan a una conclusión: Venezuela
vive la peor tragedia de su historia contemporánea.
Todos los males están sobre diagnosticados, pero es poco lo
que se hace para enfrentarlos con ánimo de superación. Uno de los más importantes
está referido a las Universidades. Tanto a las nacionales y autónomas como a
las privadas que no se han doblegado ante el régimen. Son víctimas de un acoso
sostenido. Se agrava progresivamente. La acción va desde la manipulación para
interferir las elecciones de autoridades, de estudiantes, profesores, empleados
y obreros utilizando a discreción al desacreditado Tribunal Supremo de
Justicia, hasta el cerco presupuestario para asfixiarlas colocando a quienes
las dirigen en papel de mendigos ante quienes tienen el control total del poder
y del dinero que le va quedando al país. Ahora pretenden también determinar el
ingreso de quienes aspirar estudiar mediante un rígido control al margen de las
normas establecidas de manera libre y autónoma. Se trata de un nuevo intento
para infiltrarlas, deteriorar la calidad operacional e ir creando condiciones
de ingobernabilidad que justifiquen medidas represivas o, incluso, la
intervención definitiva de las mismas. Quedaría liquidada la autonomía
universitaria por la cual tantos hemos luchado durante tanto tiempo.
De acuerdo a nuestra legislación y a la mejor tradición, los
egresados también somos parte activa de la Universidad. Desde estas líneas
quiero enviar un claro mensaje a este sector para que tomemos conciencia de la
magnitud del peligro. Tenemos una altísima cuota de responsabilidad con
relación al desenlace previsible. La comunidad universitario nos necesita con
urgencia. A ese llamado debemos responder con energía y acciones concretas
coordinadas con las autoridades de cada institución y con los gremios docentes,
estudiantiles y sociales que conviven en cada Universidad.
Los candidatos a la Asamblea Nacional deberían estar a la
cabeza de esta lucha.
oalvarezpaz@gmail.com Lunes, 17 de agosto de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario