La cadena de noticias
estadounidense CNN en español difundió una interesante entrevista el pasado
viernes. Se trata de declaración de Luis Almagro, recientemente designado como
Secretario General de la Organización de Estados Americanos, OEA. La escuchamos
con mucha atención, luego de las frustraciones generadas por su antecesor
Insulsa, campeón continental de omisiones y un artista en eso de desviar sus
responsabilidades. Durante diez años esquivó el tema Venezuela en todos los
órdenes. Mientras tanto la vida en libertad y democracia se fue reduciendo a su
más mínima expresión. La represión generalizada, el uso indiscriminado de la
violencia física e institucional, la judicialización de la política y la
absurda concentración total del poder en el Ejecutivo fueron factores
suficientes para decretar la muerte del Estado de Derecho junto a una
acumulación de problemas económicos, financieros y de seguridad de las personas
y los bienes. En síntesis, el régimen venezolano es una dictadura, del siglo
XXI es posible, pero cada día se convierte en una tiranía tradicional, como las
conocidas por buena parte del continente en el pasado no tan lejano.
Fueron inútiles los llamados a la
OEA formulados ante el Secretario General, sin éxito y hasta con poca atención.
No queremos ser ilusos, ni crear falsas expectativas con relación al futuro
inmediato. Este año deben realizarse elecciones parlamentarias para renovar la
Asamblea Nacional. Todas las encuestas y estudios de opinión especializados,
predicen un triunfo arrollador de la oposición democrática, en caso de que el
proceso sea medianamente limpio y los resultados oficiales reflejen la verdad
en cuanto a la intención de los electores. En el pasado reciente esto no ha
sido posible. Ventajismo descarado, fraudes abiertos y desconocimiento de la
voluntad general de la nación han sido características propias del régimen. En
todos los tonos se han hecho las correspondientes denuncias sin resultados
útiles. El gobierno controla todos los poderes públicos y ha impuesto una canallesca
censura abierta y encubierta contra los pocos medios de comunicación que aún
sobreviven. Por estas y otras razones, necesitamos más que nunca la solidaridad
internacional y la activa participación de estructuras como las que existen
dependientes de la ONU, de la OEA, de la Unión Europea y otras. Han estado
ausentes hasta ahora, con la excepción de variados pronunciamientos
individuales de destacadas
personalidades políticas y sociales del mundo entero, al margen de los
gobiernos de sus países. Los agradecemos de todo corazón.
Pero el hecho cierto es que de
acuerdo a la Constitución y a la ley de la materia, este año deberá haber
elecciones generales para el parlamento, convocadas por lo menos con seis meses
de anticipación. Pues bien, hasta ahora, mes de junio, no se ha cumplido con
este requisito elemental. No tenemos fecha, las especulaciones están a la orden
del día. Se sospecha sobre el posible aplazamiento indefinido y se denuncian
múltiples maniobras del Consejo Nacional Electoral, al servicio del régimen. En
estas circunstancias, el nuevo Secretario General de la OEA manifestó
disposición para hacerle seguimiento al proceso y encabezar una delegación de
observadores calificados como garantía. Esperamos la libertad de los presos
políticos y nos llena de esperanza lo que estamos relatando. Ya veremos.
oalvarezpaz@gmail.com Viernes, 12 de junio de 2015
EXPRESO, Lima
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