jueves, 18 de junio de 2015

FÉ Y ESPERANZA

La cadena de noticias estadounidense CNN en español difundió una interesante entrevista el pasado viernes. Se trata de declaración de Luis Almagro, recientemente designado como Secretario General de la Organización de Estados Americanos, OEA. La escuchamos con mucha atención, luego de las frustraciones generadas por su antecesor Insulsa, campeón continental de omisiones y un artista en eso de desviar sus responsabilidades. Durante diez años esquivó el tema Venezuela en todos los órdenes. Mientras tanto la vida en libertad y democracia se fue reduciendo a su más mínima expresión. La represión generalizada, el uso indiscriminado de la violencia física e institucional, la judicialización de la política y la absurda concentración total del poder en el Ejecutivo fueron factores suficientes para decretar la muerte del Estado de Derecho junto a una acumulación de problemas económicos, financieros y de seguridad de las personas y los bienes. En síntesis, el régimen venezolano es una dictadura, del siglo XXI es posible, pero cada día se convierte en una tiranía tradicional, como las conocidas por buena parte del continente en el pasado no tan lejano.
Fueron inútiles los llamados a la OEA formulados ante el Secretario General, sin éxito y hasta con poca atención. No queremos ser ilusos, ni crear falsas expectativas con relación al futuro inmediato. Este año deben realizarse elecciones parlamentarias para renovar la Asamblea Nacional. Todas las encuestas y estudios de opinión especializados, predicen un triunfo arrollador de la oposición democrática, en caso de que el proceso sea medianamente limpio y los resultados oficiales reflejen la verdad en cuanto a la intención de los electores. En el pasado reciente esto no ha sido posible. Ventajismo descarado, fraudes abiertos y desconocimiento de la voluntad general de la nación han sido características propias del régimen. En todos los tonos se han hecho las correspondientes denuncias sin resultados útiles. El gobierno controla todos los poderes públicos y ha impuesto una canallesca censura abierta y encubierta contra los pocos medios de comunicación que aún sobreviven. Por estas y otras razones, necesitamos más que nunca la solidaridad internacional y la activa participación de estructuras como las que existen dependientes de la ONU, de la OEA, de la Unión Europea y otras. Han estado ausentes hasta ahora, con la excepción de variados pronunciamientos individuales  de destacadas personalidades políticas y sociales del mundo entero, al margen de los gobiernos de sus países. Los agradecemos de todo corazón.
Pero el hecho cierto es que de acuerdo a la Constitución y a la ley de la materia, este año deberá haber elecciones generales para el parlamento, convocadas por lo menos con seis meses de anticipación. Pues bien, hasta ahora, mes de junio, no se ha cumplido con este requisito elemental. No tenemos fecha, las especulaciones están a la orden del día. Se sospecha sobre el posible aplazamiento indefinido y se denuncian múltiples maniobras del Consejo Nacional Electoral, al servicio del régimen. En estas circunstancias, el nuevo Secretario General de la OEA manifestó disposición para hacerle seguimiento al proceso y encabezar una delegación de observadores calificados como garantía. Esperamos la libertad de los presos políticos y nos llena de esperanza lo que estamos relatando. Ya veremos.
oalvarezpaz@gmail.com  Viernes, 12 de junio de 2015
EXPRESO, Lima



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