domingo, 27 de mayo de 2018

PARECE MENTIRA PERO SUCEDE


DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PARECE MENTIRA PERO SUCEDE
La pobreza del debate político electoral concluido el pasado 20-M pareciera proyectarse con mayor fuerza en estos días. Todo sigue más o menos igual, pero un poco peor. Esto incluye, por supuesto, al régimen encabezado por un personaje funesto y negativo. Lo mejor que podría hacer es callarse, no dar más declaraciones y dedicarse a cualquier cosa distinta a ejercer la presidencia.
Pero lo que es igualmente empobrecedor de la política son las múltiples declaraciones de dirigentes de la oposición oficialista, de la que no lo es y de algunos opinadores profesionales, encuestólogos o aficionados al arte de decir más que de hacer. La inmensa mayoría no parece haber entendido que la impresionante abstención no fue causa originaria de ninguno de los fenómenos recientes. Ha sido la consecuencia de los múltiples errores y omisiones de todas las partes en pugna. Se demuestra, una vez más, la certeza de aquella vieja sentencia según la cual los pueblos son superiores a quienes pretenden dirigirlos. No siempre ha sido así, pero por lo que vemos en esta dura hora histórica adquiere plena vigencia.
La tragedia venezolana es dramática. El Estado de Derecho no existe y las instituciones fundamentales están destruidas. Todos los partidos, nuevos y viejos, en el gobierno o en la oposición, se han venido a menos. El ciudadano común va quedando a merced de los caprichos, arbitrariedades, corruptelas y violencia física e institucional de quienes más poder poseen, aunque sea circunstancialmente. Sólo tiene para protegerse el olfato y la intuición acumulada en base a la experiencia acumulada en el tiempo, especialmente en los últimos veinte años. Van quedando, la Asamblea Nacional por una parte y el Tribunal Supremo de Justicia legítimo, pero en el exterior. Ambos con extremas limitaciones condicionantes (¿?) para actuar de conformidad con las decisiones que adoptan en la dirección correcta.
De nuevo se plantea con fuerza el tema de la UNIDAD opositora. Será imposible sin clarificar el objetivo fundamental. Se trata del cambio de régimen en el menor tiempo posible tratando de evitar daños mayores a los estrictamente necesarios. Eso empieza con la salida de Maduro del cargo que detenta y la designación inmediata, no de un gobierno de transición, sino de un gobierno de emergencia para devolverle al país el ordenamiento necesario para la normalidad necesaria para funcionar adecuadamente.
No se trata de convivir con este régimen. Tampoco de cuidar espacios adquiridos ni de satisfacer aspiraciones parciales políticas o económicas. Quienes piensan en estos términos no son bienvenidos a esta lucha. Les pedimos, por favor que se aparten o que definitivamente tomen bando por el régimen que acarician o del que se dejan acariciar.
Estos criterios animan a millones de civiles y a muchos militares en expectativa vigilante. También a una Comunidad Internacional en idéntica actitud.
Lunes, 28 de mayo de 2018
@osalpaz




 [C1]osa

domingo, 20 de mayo de 2018

REAFIRMACIÓN DE ACTITUDES BÁSICAS Y COLOMBIA


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

REAFIRMACIÓN DE ACTITUDES BÁSICAS Y COLOMBIA
Escribo poco después del mediodía del domingo. Aún no han sido anunciados por el Consejo Nacional Electoral los resultados de la fraudulenta farsa aún en pleno desarrollo. Sin embargo, desde el amanecer hemos hecho seguimiento a la situación en todo el país. Impresionante el vacío de los centros de votación, la desolación de las calles y avenidas, el creciente rechazo al régimen. También a quienes se han prestado a servirles de peones. Con relación a estos últimos hay de todo. Desde compatriotas de buena fe hasta veteranos de mil batallas políticas y electorales que no han sido engañados ni manipulados. Saben perfectamente de lo que se trata. No tienen ni tendrán perdón de Dios. Tampoco del bravo pueblo venezolano que se debate entre la decepción y la indignación. Ya veremos lo que pasará en los próximos días. Esto no ha terminado. Pero pase lo que pase, debemos aferrarnos a los principios y valores que asumimos desde muy jóvenes a costa de lo que sea. Lo imperdonable sería y es, invocarlos para justificar el miedo o las componendas que se esconden detrás de algunas posiciones. Recordemos que no hay secretos eternos. Más temprano que tarde todo se sabrá. Hay casos que duelen mucho, pero en mi modesta opinión son imperdonables. Cancelo este capítulo por hoy para no caer en especulaciones prematuras aunque todo está telegrafiado y debidamente preanunciado.
Hay otro tema de mucha importancia para Venezuela, para el continente y para el mundo entero. Se trata de las elecciones presidenciales colombianas. La primera vuelta será el próximo domingo 27. Los medios de comunicación de todas partes han informado sobre el particular de manera amplia y plural. En lo personal me identifico plenamente con la fórmula encabezada por Iván Duque como candidato a la presidencia y Marta Lucía Ramírez a la vicepresidencia. Son consecuencia de un amplio consenso que trasciende las fronteras tradicionales de liberales y conservadores bajo la acertada conducción, entre otros, de los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe. Los cuatro, cada uno con sus propias circunstancias, han logrado aglutinar una clara mayoría nacional que respalda no sólo a sus candidatos, sino a las políticas que adelantan para fortalecer la vida institucional de Colombia.
Igualmente todos, sin excepción, han sido claros al expresar su preocupación por la situación de Venezuela, en el rechazo al régimen madurista y en apoyar sin reservas los esfuerzos que aquí se realizan para darle plena vigencia a la vida en libertad y democracia. Cómo será la situación  que creo es en lo único que los lleva, en este momento, a coincidir con el presidente Juan Manuel Santos. Una vez más Colombia marca un camino hacia la salida de la deplorable tragedia que vivimos y tratará de evitar que pueda reproducirse allá.
Lunes, 21 de mayo de 2018
@osalpaz


lunes, 14 de mayo de 2018

EN LA ETAPA FINAL


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

EN LA ETAPA FINAL
 Nos acercamos al desenlace del terrible drama que vive Venezuela. No me refiero al fraudulento proceso que tendrá lugar el próximo domingo. Lo que sucederá ese día está cantado desde hace tiempo. No debe sorprender a ningún demócrata ni dentro ni fuera del país. Los especialistas en el disimulo, la mentira y la violencia física e institucional características del régimen, no han captado la magnitud de la indignación y rechazo existentes en el ciudadano común. Esto se acabará para no repetirse nunca jamás.
En este mes de mayo se están cumpliendo setenta años de la fundación de Israel como estado libre y soberano. Nuestro abrazo solidario a todos los judíos del mundo. También nuestra admiración y respeto. En diciembre se cumplirán  veinte años del inicio de la tragedia de nuestro país. Allá se construyó un estado ejemplar resistiendo exitosamente agresiones de todo tipo. Aquí, por el contrario, en estas dos décadas ha sido todo lo contrario. El mundo no entiende cómo ha podido arruinarse a uno de los países más ricos y seguros del planeta, liquidar su economía, provocar la diáspora más asombrosa del continente, mantener a centenares de miles de compatriotas entre presos, exilados, perseguidos, acosados y bajo amenaza. No sólo eso. Mataron al Derecho irrespetando el orden constitucional y legal sustituyéndolo por la arbitrariedad, las corruptelas y las desviaciones ideologizadas del alto gobierno cívico-militar. Esto no puede ni debe continuar.
Con relación al próximo domingo soy de quienes sostienen que no se debe participar. Jamás me incorporaré al tablero oficialista. La comunidad internacional se ha pronunciado con absoluta claridad. No reconocerá los resultados que tanto Maduro como la autoridad electoral vienen preanunciando. Pareciera haber mayor claridad en sus voceros que en algunos sectores de la vida nacional que por increíble ceguera, por oportunismo o peligrosa complicidad serán juzgados por la historia como merecen. Las caretas van desapareciendo, las dudas se despejan y la verdad se proyecta indetenible. Repito lo dicho varias veces. Lo electoral es un factor importante en una democracia, sin ser lo único y ni siquiera lo más importante. En dictadura es la vía menos indicada para ponerle punto final.
Ha sido doloroso y traumático el proceso copeyano. No es nuevo. Tuvo tiempo en gestación y desarrollo. En mi modesta opinión apelar al gobierno, utilizar a este Tribunal Supremo y al Consejo Nacional Electoral actual para desconocer a las autoridades legítimas del partido, designar una junta ad-hoc para sustituirlas y tomar el control de las finanzas y bienes materiales del partido y vender la gloriosa tarjeta verde de COPEI para engañar los pocos incautos que van quedando en un apoyo insólito a una fórmula distante a kilómetros existenciales de los principios y valores de la Democracia Cristiana. Doloroso pero ¿Gratuito? Ya veremos.
Lunes, 14 de mayo de 2018
@osalpaz

domingo, 6 de mayo de 2018

DEFINICIONES IRREVERSIBLES


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

DEFINICIONES IRREVERSIBLES
Estamos gobernados por una verdadera tiranía. Propios y extraños tenemos la convicción de que la democracia dejó de existir hace rato. No ha sido un hecho casual. Tampoco producto exclusivo de la incapacidad y corruptelas de quienes administran la dictadura. Son factores importantes, pero lo real es que somos víctimas de un proceso ideologizado de destrucción de lo existente con objetivos claros.
Si la inmensa mayoría de la nación comparte lo señalado se impone una lucha frontal para liquidar este régimen y revertir hacia lo positivo las negativas tendencias del presente. Tenemos la obligación de hacerlo más allá de cálculos basados en aspiraciones personales o de grupo. La guía fundamental está en los principios y valores que decimos compartir.
En la Venezuela de hoy están en permanente peligro la libertad y la vida misma. También el derecho a trabajar en paz y garantizar seguridad absoluta a cada familia independientemente de su condición económica o política. El mensaje es para todos. Si queremos conservar lo mucho o poco que nos va quedando, tenemos el deber de tomar conciencia de la necesidad de rebelarnos activamente para provocar el cambio necesario. Es hora de atender aquel llamado del Papa Juan Pablo II en su visita al país, invitando a despertar y a reaccionar. Fue hace más de treinta años. Hoy tiene más vigencia que entonces.
Cuando se pierden los anhelos se da paso franco a la muerte. Puede ser física, pero también previa a la tumba. De allí la importancia de darle sentido a los esfuerzos que hacemos y a todo cuanto tenemos aún que concretar.
Estas reflexiones un tanto desordenadas están presentes como  nunca antes en estos días llenos de confusiones, incertidumbres y graves contradicciones aún entre quienes dicen luchar contra la dictadura. Ahora está en pleno desarrollo una suerte de chantaje relativo al tema de la unidad. Hace algunos años dijimos que pretender en nombre de la unidad opositora la tolerancia de conductas reprochables y errores graves de conducción nos convertiría en cómplices de “un viaje hacia ninguna parte”. Como bien señala oportunamente Luis Betancourt, unidad no es complicidad. No puede serlo. Tenemos convicciones y trayectorias que debemos honrar. Es la mejor herencia, el más valioso patrimonio para nuestros hijos y nietos en los cuales vemos a los de Venezuela entera.

A unos cuantos opositores les pido reflexión. En vez de dirigir sus acciones en función del cambio y la dimisión de Maduro se han confundido con el instrumento electoral propio de las democracias. No de las dictaduras comunistoides. El esquema que guía sus actuales actitudes es muy precario. Puede servir o no servir. Pero tanto lo primero como lo segundo dependen del adversario o del azar.


Lunes, 7 de mayo de 2018
@osalpaz