lunes, 30 de enero de 2017

ESPERANZA EN LAS UNIVERSIDADES-Desde el Puente



DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

ESPERANZA EN LAS UNIVERSIDADES
El desastre venezolano pudiera llegar a ser peor. Nadie lo duda, pero tanto en las altas esferas del régimen como de la oposición medianamente organizada, pareciera existir un círculo vicioso donde desenvuelven sus actividades pensando más en sí mismos y en los intereses de cada uno de los grupos que representan. Han olvidado los compromisos superiores mientras la nación sufre peligrosamente. Aún la resignación pesimista no se ha apoderado de la mayoría, pero si seguimos como estamos será cuestión de un tiempo relativamente corto.
He declarado muchas veces que las universidades públicas y privadas reclaman nuestra atención inmediata. El deterioro del país está llegando a ellas en cumplimiento de uno de los objetivos más importantes del “socialismo del siglo XXI”. Una de las cosas más peligrosas que sufren es la dependencia cada día mayor del estado-gobierno para su funcionamiento diario y hasta para la propia existencia. En consecuencia, tenemos la obligación moral y política de reaccionar con todas nuestras fuerzas para darle a las universidades el apoyo y soporte que necesitan.
En las universidades está todo. La gente, las ideas, los proyectos y programas para enfrentar los problemas en todas y cada una de las áreas que necesitan atención a corto y mediano plazo. Aquella famosa frase que sirvió de título a un libro de Miguel Ángel Capriles, “Siempre habrá Venezuela”, se relativiza para mal en la medida que avanza el deterioro de la educación superior.
Una de las cosas más importantes que debemos destacar es que para las tareas del presente y del futuro inmediato, los hombres y mujeres que Venezuela necesita están en las universidades o no están en ninguna parte. Si continuamos buscando exclusivamente donde se ha hecho hasta ahora, pues sencillamente, allí no están. Los políticos de los viejos y nuevos partidos, sobre todo quienes se mueven en las alturas, parecieran haber olvidado las premisas fundamentales. La política tiene que ser un verdadero apostolado. A ella se viene a servir y no a servirse. Esto aplica fundamentalmente para las cabezas de esa supuesta alianza cívico-militar que dirige al régimen imperante.
No hay mucho tiempo. Hemos perdido demasiado. Se agota aceleradamente. Quisiera ver a nuestros dirigentes luchando a fondo por las universidades autónomas tanto públicas como privadas. Junto a autoridades, profesores, trabajadores y por supuesto, a los estudiantes de hoy que, igual a los de ayer, están dispuestos a darlo todo por la libertad y la reconstrucción democrática de Venezuela.
Lunes, 30 de enero de 2017
@osalpaz  

lunes, 23 de enero de 2017

UNIDAD DINÁMICA - DESDE EL PUENTE



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

UNIDAD DINÁMICA
El régimen actual es el peor de nuestra historia republicana. No tengo ninguna duda. Además de la ideologización comunistoide, la realidad lo presenta como ineficiente, altamente corrompido y penetrado por los tentáculos del narcotráfico y del terrorismo que actúan con plena libertad en el país. La seguridad de las personas, de las familias y sus bienes es inexistente generando un clima de angustia creciente a las puertas de una especie de resignación pesimista que toca a las puertas de algunos.
Lo cierto es que cerca del 90% de los venezolanos aspira un cambio radical que empezaría con la salida del Sr. Maduro. Espera de la dirigencia una mayor contundencia  en sus acciones y unidad en cuanto al objetivo señalado. Esta unidad tiene que ser dinámica y podría aceptarse la calificación de diferenciada, siempre y cuando el objetivo sea el mismo. No podemos olvidar que  nuestra oposición es hija legítima del pluralismo democrático. En consecuencia es imposible considerar iguales a quienes son diferentes por naturaleza. Pero hasta allí. La unidad de objetivo es el punto clave para que todos los esfuerzos caminen en la dirección correcta. Las estrategias y tácticas pueden adelantarse con las características propias de cada tendencia, pero repito, hacia el mismo desenlace que la nación reclama.
Los males de Venezuela están sobre diagnosticados. Todos sabemos de qué se trata. Por estos días la fecha memorable del 23 de enero ha revivido las jornadas de 1958 en contra de la dictadura de Pérez Jiménez. Muchos analistas han establecido comparaciones entre aquel régimen y el actual, saliendo favorecido el derrocado en aquella fecha. Los tiempos han cambiado y de aquellas cúpulas militares del primer nivel se ha pasado ahora a lo que estamos viendo y sufriendo. La represión de entonces era esencialmente política. Dura e implacable contra quienes tuvieron el coraje de enfrentarla con todos los hierros, pero el resto de las actividades nacionales más o menos funcionaban para bien. El país creció y alcanzó grados razonables de desarrollo y seguridad. Ahora da lástima la situación. Tenemos los peores niveles de calificación en todas las áreas tanto en el continente como en el mundo entero.
Para concretar una jornada con los mismos efectos del 23 de enero 58 hace falta la acción decidida de una nueva alianza cívico-militar con participación de todos los sectores más allá de las organizaciones políticas actuales. Debemos recordar que lo electoral es instrumento importante de la democracia, pero no es el único, ni siquiera el más importante.
Lunes, 23 de enero de 2017
@osalpaz

lunes, 16 de enero de 2017

AÑO DECISIVO-Desde el puente



DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

AÑO DEFINITIVO
Con estas líneas retomo la colaboración semanal con la opinión pública. Me hizo bien el reposo de Navidad y Año Nuevo, aprovechado para el recogimiento y la reflexión sobre el presente y el futuro inmediato del país. La más importante conclusión no es original. Es compartida por muchos analistas y dirigentes de los distintos sectores de la vida nacional. 2017 es un año decisivo a todos los efectos.
Venezuela es gobernada por una dictadura abierta. El año pasado terminó y éste se ha iniciado con una ola de represión impresionante. Amenazas y acciones concretas para incrementar el temor en la población. Piensan las cabezas del régimen que el miedo paralizará las acciones por el cambio. Todo cuanto hacen o dejan de hacer, lo anuncian. Nadie puede honestamente llamarse a engaño en cuanto a la verdadera naturaleza de los actuales protagonistas. Los últimos movimientos ministeriales y en algunas áreas fundamentales, ratifican lo que estamos afirmando. Se agotaron las precarias condiciones prexistentes para un diálogo constructivo que ha sido imposible concretar. A la actitud del oficialismo se suman las crecientes dudas sobre algunos de los participantes que representan a la oposición.
Sin embargo, notamos una creciente “rebelión en la granja” en el mundo del decadente oficialismo comunistoide. Luchas internas en el PUSV, tensiones en las alturas. Algunas motivadas por sinceras reservas con relación al rumbo de Maduro y anhelo de rectificación y cambio frente a quienes juegan cuadro cerrado para mantener sus privilegios políticos y las enormes fortunas que disfrutan algunos siguiendo de cerca capitales y a testaferros que pueden dejarlos en la lona cuando pierdan el poder.
Por el lado de la oposición democrática hay conciencia creciente sobre la necesidad de definir objetivos claros para orientar las estrategias indispensables para alcanzarlos. Esta oposición y más específicamente la MUD, es hija legítima del pluralismo democrático característico de la vida en libertad. No podemos pretender tratar a todos los participantes como iguales cuando son diferentes por naturaleza. De allí la importancia de la unidad de objetivos para que cada cual puede avanzar con su propia estrategia, pero con el rumbo claro y bien definido. Hay cosas fundamentales que los obliga a todos por igual,
A estas alturas resulta imperdonable e inaceptable cualquier manifestación abierta o encubierta, de colaboración, entrega o complacencia con el régimen. Debemos mantenernos en alerta permanente frente a esos “puentes” que algunos supuestamente mantienen. Esto no excluye la tarea de sumar aliados provenientes de campo adversario. Todo lo contrario. Debe tratarse de acciones hasta pedagógicas para fortalecer la lucha por la democracia, nunca al servicio de ambiciones inmediatistas, personales o de grupo.
Soy optimista. Asumo el año que se inicia con la fe y esperanza que nos están exigiendo magistralmente los prelados de la Conferencia Episcopal Venezolana. En los planteamientos formulados en la última Asamblea está todo lo necesario para no perder el camino. Este puede ser el año. De nosotros depende.
Lunes, 16 de enero de 2017
@osalpaz