martes, 30 de mayo de 2017

PASOS LARGOS Y FIRMES



DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PASOS LARGOS Y FIRMES
Venezuela avanza con pasos largos y firmes hacia la Libertad más plena. Con todas las caretas en el suelo, sin máscaras o disimulos creíbles, el régimen gobernante está al descubierto frente al pueblo y a la comunidad internacional. Está solo, criticado y condenado por la opinión pública en el sentido más amplio de la expresión. Esto que pareciera ser definitivo no lo es, al menos en el corto plazo, aunque nunca se sabe. Lo cierto es que los tiranos sin dignidad ni coraje, se cierran sobre sí mismos con la cúpula que los rodea, cómplices todos de delitos similares. El peligro crece. Impulsados por la necesidad de retener el poder a cómo dé lugar, profundizan el uso de la violencia física e institucional, del engaño y de la mentira. Sin embargo, la mayoría de ellos se está planteando qué hacer en caso de que se produzca la inevitable caída. No tienen claro su destino ni dentro ni fuera del país. No son bienvenidos en ninguna parte, ni siquiera en los llamados paraísos fiscales depositarios de sus ganancias ilícitas. A estas alturas no pueden confiar ni en sus testaferros, algunos ya alzados con esos dineros mal habidos. Los peligros crecen, pero el final se acerca aceleradamente. Nada podrá impedirlo
Al momento de escribir estas líneas no sé qué pasará en la reunión extraordinaria de cancilleres de los países miembros de la Organización de Estados Americanos. Dependerá en alto porcentaje de los países caribeños y de algunos prevalidos de la región. Pero lo cierto es que los gobiernos que condenan al régimen venezolano representan alrededor del 90% de los habitantes del continente. Es cierto que nadie hará por nosotros lo que nos corresponde hacer a nosotros mismos, pero como alguien dijo recientemente, desde el exterior siguen llegando vientos fuertes, huracanados diría yo, que dan sólido y útil respaldo a las fuerzas de la democracia cuando se acerca el fin de esta batalla demasiado prolongada.
Hemos definido como tiránico al régimen encabezado por Nicolás Maduro. Totalitario porque pretende controlar la totalidad del poder público. Se escapó la Asamblea Nacional de sus garras tenebrosas, pero por todas las vías han tratado de dejarla sin poder real. Ahora planean el fraude de la Constituyente Comunal como un nuevo paso hacia su eliminación. Fracasarán en el intento. Lo grave es que en ellos no es posible el arrepentimiento a pesar de vivir en permanente inseguridad y rodeados de arsenales poderosos, pero sin inteligencia ni cordura. Como diría Ortega, todos son enemigos, empezando por el ciudadano común vigilado maniáticamente en cualquier país donde se encuentre. Es muy triste que se sientan acechados por “conspiradores” de manera permanente. Están cosechando lo que han sembrado.
Apartemos a los encantadores de serpientes del camino y despejemos el horizonte. La solución es hoy para mañana, no para ayer o anteayer
Lunes, 29 de mayo de 2017
@osalpaz

lunes, 22 de mayo de 2017

PROCESO IRREVERSIBLE



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PROCESO IRREVERSIBLE
Todas las cartas están sobre la mesa. Por un lado un régimen probadamente incompetente, ideologizado mediante un socialismo comunistoide, dirigido por un grupo cada día más reducido de cómplices de tantas corruptelas conocidas y por conocer, incapaz de mantener en términos decentes la memoria del difunto “inmortal” y por el otro, la nación entera desbordando estructuras políticas, económicas y sociales, expresando de manera inequívoca su deseo de cambio radical en la dirección de los principios fundamentales de Justicia y Libertad, base de los valores democráticos que la animan.
Régimen totalitario y tiránico. Responsable directo de la inseguridad de personas y bienes generadora de miles de muertos y heridos por causas diversas, de millares de exilados forzados o voluntarios, del acoso y amenaza permanente contra todo lo que no acepte la situación incluida la Asamblea Nacional, legítima expresión de la voluntad popular. Lamentablemente para ellos, llegó la hora final. ¡Ya basta! Para quienes dirigen la acertada resistencia frente a la tiranía pareciera repetirse la famosa frase de abril de 1810 según la cual “vacilar es perdernos”, hoy más vigente que entonces.
El testimonio invalorable de la Conferencia Episcopal Venezolana, del clero en general y de cada uno de los integrantes de la estructura eclesiástica, han orientado la lucha por los adecuados senderos de la democracia, del pluralismo, de la decencia y de la justicia, sin la cual serán imposibles el perdón y la paz duradera.
Se acerca la hora de la reivindicación del Derecho como instrumento regulador de la vida en una sociedad democrática. De las relaciones de los ciudadanos entre sí y de éstos con el Estado-gobierno. Indispensable la existencia de un ordenamiento jurídico sabio y estable, dictado por el propio Estado, pero al cual debe someterse fundamentalmente el propio Estado y, por supuesto, todas las ramas del poder público que lo integran.
Conozco y siento la preocupación de muchos debido a la incertidumbre que algunos tienen sobre el desenlace de la actual y definitiva confrontación. Pero esta circunstancia, lejos de invitarnos a tirar la toalla por temor o cansancio, debe servir, como está sucediendo, para avivar el espíritu de lucha con el convencimiento de que estamos a las puertas de un nuevo amanecer luminoso.
“Siempre habrá Venezuela”. Fue el título de un libro de Miguel Ángel Capriles hace unas cuantas décadas. Tenía razón Don Miguel, pero está en nuestras manos ahora que se trate de una Venezuela Mejor. Es posible y está muy cerca la oportunidad de demostrarlo. La Nación tiene todo para tal fin. Ideas, proyectos y programas y lo que es más importante, hombres y mujeres formados para hacerlos realidad.
Lunes, 22 de mayo de 2017
@osalpaz

lunes, 15 de mayo de 2017

LIBERTAD Y JUSTICIA



  DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

 LIBERTAD Y JUSTICIA
El pasado Día de las Madres se convirtió en otra oportunidad para repasar el duro vivir de este tiempo venezolano. Razón tenía quien dijo que “las manos que mecen las cunas” son las manos que escriben la historia. Con emoción sostenida hemos visto la cristalización de una nueva generación de compatriotas, ejemplo para el mundo y orgullo para nosotros. Sólidos, valientes, bien preparados, sin cálculos secundarios prematuros se han convertido en la vanguardia de la lucha por la libertad y la democracia. Corajudamente asumen los riesgos y dirigen la resistencia frente a la tiranía gobernante. Desgraciadamente han caído físicamente unos cuantos y centenares están injustamente detenidos al margen de la Constitución y de las leyes. Pero la nación entera los respeta y admira. La hora de la libertad plena se acerca inexorablemente y con ella, la necesaria justicia que coloque todo en el sitio que le corresponde. Las madres de esta gloriosa “generación del 17”, en medio de la lógica preocupación que mantienen por la suerte diaria de sus muchachos, tienen que sentir el orgullo de ser protagonistas fundamentales de cuanto está sucediendo.
Pero, la lucha no ha terminado. Estamos más cerca del desenlace final que hace uno o dos meses. El régimen está más débil y la resistencia opositora mucho más fuerte. Sin embargo todavía no se puede cantar victoria. Con mayor atención debemos analizar todos los movimientos del oficialismo, especialmente de Nicolás Maduro. Aislado nacional e internacionalmente, condenado al desprecio general ganado por sus disparates insólitos, aún tiene el control de la fuerza bruta, de las armas de la República y la complicidad existencial de quienes saben que las cosas se acercan al final. La desesperación puede llevarlos a cometer locuras insólitas de las cuales la historia contemporánea de la humanidad presenta varios ejemplos. La apelación a la violencia física e institucional, al terrorismo de las armas cómplices, puede causar mucho daño adicional, pero no será suficiente para detener o derrotar la lucha por la democracia que actualmente se libra.
Trampas fraudulentas se perfilan con claridad. Una de las más graves es la inconstitucional pretensión de convocar una asamblea nacional constituyente popular, comunal o como quieran llamarla. ¿Para qué? Pues pretenden distraer las energías del pueblo que aspira al cambio integral de régimen, empezando por Maduro, e intentar darle rango constitucional a ese monstruoso disparate que fue el llamado plan de la patria. Absolutamente inaceptable. Las cartas están sobre la mesa. Todo cuanto hacen está a la vista y todo el mal que han hecho ha sido abusando de la credibilidad y buena fe del ciudadano común. Se  acabó. No hay más espacio para el engaño y la mentira. Libertad y Justicia son las consignas que el momento reclama. Por ellas vale la pena jugársela completa.
Lunes, 15 de mayo de 2017
@osalpaz

lunes, 8 de mayo de 2017

FRAUDE CONSTITUCIONAL INACEPTABLE



DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

FRAUDE CONSTITUCIONAL INACEPTABLE
Comparto la difundida afirmación de los más calificados juristas venezolanos. La pretendida constituyente anunciada por Nicolás Maduro es un fraude integral tanto en la forma como en el fondo. La inmensa mayoría de los constitucionalistas venezolanos, los Colegios de Abogados del país, las autoridades universitarias con especial referencia a las Facultades de Derecho y casi todos los gremios profesionales han declarado en la misma dirección. Es la Nación rechazando otra maniobra de dominación de quienes tienen el control circunstancial del Estado. Esta vez mucho más grave que las permanentes arremetidas en contra de los derechos elementales de los ciudadanos.
No voy a repetir innecesariamente los razonamientos bastante promocionados para desnudar el fraude gubernamental. Destacaré sólo el hecho de que además de tratarse de una maniobra continuista, en el fondo destruyen el legado político del difunto Hugo Chávez y anuncian la liquidación de “la mejor Constitución del mundo”, como él calificaba a la de 1999. Por supuesto que se trata de una exageración propia del estilo de aquel extraño personaje inimitable en sus exageraciones y agresiones. Lo cierto es que nada de lo anunciado por Maduro se enmarca dentro de los propósitos que el constituyente señaló a los temas específicos que pueden ser sometidos a una Constituyente. El actual encargado de dirigir al Estado está mal, muy mal y camina hacia peor. Haría bien cuidándose las espaldas y los lados. Le han perdido la confianza muchos de sus cercanos “colaboradores” civiles y militares. Sienten que se les derrumba el mundo. La incertidumbre con relación a sus personas y familias, a las riquezas bien o mal habidas y a las reacciones legítimas o exageradas de quienes asuman el poder a corto plazo, los obliga a pensar en lo que deben hacer para salir de la situación actual.
 Un apreciable número de compatriotas trabaja desde hace varios años en la idea constituyente originaria, pero con ideas claras y criterios certeros de lo que debe hacerse para la reconstrucción institucional de la República y el relanzamiento de un sistema verdaderamente federal y descentralizado, integrad por Estados y Municipios verdaderamente autónomos que liquide el  centralismo presidencialista de antes y de ahora hoy convertido en putrefacto régimen de ineficiencia y corrupción. Los amigos de la Alianza Nacional Constituyente con quienes me identifico, no pueden caer en la trampa de un peligroso debate para ver cual “constituyente” es mejor, si la de Maduro o la necesaria para adelantar los importantes proyectos elaborados con dedicación y esfuerzo.
En este momento la lucha es en la calle contra la represión y el crimen, por la libertad de los presos, perseguidos, torturados y exilados políticos. Es decir para provocar el cambio de régimen que debe iniciarse con la salida de Maduro en nombre de la Libertad y los principios generales de la democracia.
Lunes, 8 de mayo de 2017
@osalpaz

lunes, 1 de mayo de 2017

EL TRABAJO Y LA LIBERTAD



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

EL TRABAJO Y LA LIBERTAD
Imposible olvidar la importante Carta Pastoral de Monseñor Arias Blanco del 1° de enero de 1957. Fue un importante diagnóstico de la situación real de la vida venezolana. Estuvo especialmente referida a la situación de los trabajadores que celebraban su día. Pero, en el fondo, se trataba de un espaldarazo abierto y directo a quienes luchaban con coraje y decisión contra la dictadura de Pérez Jiménez. Sentir la solidaridad de la Iglesia en aquellos duros momentos, trascendía lo estrictamente laboral para ubicarse en el terreno de lo político. La calle pasó a ser determinante en la lucha. La Junta Patriótica, el movimiento estudiantil y las movilizaciones de calle crearon las condiciones para la caída del régimen. El gobierno con su represión indiscriminada, el fraude electoral del plebiscito decembrino y la prepotencia de quienes se creían dueños del destino de la nación, unificaron las fuerzas civiles y agrietaron el soporte militar del dictador hasta la aurora democrática del 23 de enero de 1958.
Hoy quiero rendir homenaje a Monseñor Arias Blanco. También a los trabajadores que acaban de celebrar su día, en un momento trascendente de la vida nacional. Nuestros obreros y empleados sufren un cerco espantoso que afecta la dignidad laboral y lo que es peor, millones de ellos sufren el drama del desempleo, del trabajo informal y, en síntesis, de una miseria hasta ahora desconocida por la familia venezolana. Basta con decir que desde 2016 hasta ahora han desparecido unos 750.000 empleos como producto de los controles, regulaciones, expropiaciones, confiscaciones y manejo corrupto y selectivo de la cuestión financiera y monetaria (EL Nacional, 30 abril 2017). Venezuela está en la cola de los países del continente y del mundo en todos los aspectos que realmente importan. Esto no puede ni debe continuar.
Sin embargo, nuestra lucha no puede agotarse en los múltiples y repetitivos diagnósticos que todos conocemos y sufrimos. Debe centrarse en el problema de la falta de Libertad. La Libertad tiene que ser el centro de todas las consignas que alientan el cambio. Debe plantearse en su dimensión más amplia como centro de la nación a reconstruir. Libertad de todo ciudadano para crecer y desarrollarse, para formar una familia, para trabajar y garantizar la vida y la seguridad de los suyos. Libertad, en fin, para las personas naturales y también para las personas jurídicas, en un ambiente de Libertad Económica que haga florecer la Libre Empresa y el mercado como instrumento insustituible para generar y distribuir riqueza al alcance de todos.
Todavía quedan algunos prisioneros del estatismo intervencionista que temen al mercado. Estado y mercado no son incompatibles. Todo lo contrario. Se complementan y necesitan desesperadamente. El primero señala las normas sabias y estables que rigen la vida económica a las cuales tienen que someterse ambos, pero especialmente el propio Estado que las dicta.
Ratifico una vieja convicción: La mejor política social de una nación, es una economía que funcione.
Lunes, 1° de mayo de 2017
@osalpaz