domingo, 30 de septiembre de 2018

NUEVA YORK ¡QUE PENA!


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

NUEVA YORK, ¡QUE PENA!
¡Qué pena con ese señor! La semana que acaba de terminar estuvo llena de situaciones que terminaron por ratificar ante el mundo la verdadera naturaleza, las alianzas y, entre otras cosas, la enorme hipocresía de la dictadura venezolana. Nueva york es la capital económica, con fuerte impacto en la política, de Estados Unidos y en la economía del mundo entero. Por algo funciona allí la sede de las Naciones Unidas. Sin embargo, a pesar de la evidencia de lo señalado, Maduro tratando de generar expectativas favorables con relación a su visita, con un “voy o no voy” porque “me pueden asesinar”, consiguió hacer uno de los ridículos más impresionantes de que tengamos memoria.
No contento con eso regresó diciendo que su presencia en la ONU fue todo un éxito, una gran victoria para Venezuela. Uno termina por no saber si es o se hace, o si lo mandan otros que desean ponerle punto final a su mandato, lo cual me cuesta aceptar. Las últimas semanas han sido páginas negras para la historia del presente actual. Entre el cuento Chino derivado de su lamentable visita y acuerdos no precisados con ese gobierno y la presencia en Naciones Unidas, no nos queda otra que trabajar para que esto termine cuanto antes.
Están por cumplirse veinte años del inicio del llamado “socialismo del siglo XXI”. La dupla Chávez-Maduro fue cerrando todas las posibilidades de solución.
Hemos dicho muchas veces que los males del país están sobre diagnosticados. De lo que se trata ahora es de acelerar el definitivo final. Definitivamente no hay vía electoral para tal fin. Ni ahora, ni en enero, ni cuando a la dictadura le dé la gana de protagonizar otro de esos fraudes a los que nos tiene acostumbrados, a pesar del repudio nacional e internacional. Para llegar a estas dramáticas conclusiones tenemos en cuenta las constantes agresiones de los más calificados voceros de la dictadura.
Supuestamente la constituyente castrista aprobará una nueva constitución al estilo Cuba de los comienzos de la revolución, terminando de liquidar cualquier posibilidad de alternabilidad democrática. La idea es imponerla a como dé lugar, pero ya empiezan a levantarse voces “opositoras” anunciando disposición a ir a un referendo para impedir su aprobación. Otros hablan del final del período de Maduro en enero del próximo año, olvidando que el tipo ya se religió con el fraude de mayo pasado y se juramentó para el próximo ante la constituyente.
La UNIDAD democrática puede ser dinámica y hasta diferenciada, pero sin objetivos claros no funciona. Llegó la hora de la verdad para todos. La idea no es cuidar espacios municipales, ni convivir con el régimen. Es liquidarlo.
Lunes, 1° de octubre de 2018
@osalpaz

domingo, 23 de septiembre de 2018

REFLEXIONES SOBRE INTERVENCIÓN


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

REFLEXIONES SOBRE INTERVENCIÓN
Es increíble oír y leer las frecuentes declaraciones de voceros oficialistas y de algunos supuestos opositores, condenando radicalmente lo que no ha sucedido hasta ahora. Me refiero a la supuesta intervención militar de Estados Unidos para derrocar y asesinar a Maduro, a la guerra que según ellos se prepara desde Colombia, a los insólitos ataques contra Almagro y, entre otras cosas, a las múltiples ofensas contra cualquier personalidad que en el mundo cuestione al régimen actual. Por eso se han quedado aislados en el continente y en el resto del planeta. La identificación definitiva de Venezuela es con Cuba Nicaragua y Bolivia y la burlona preocupación por la influencia creciente de los chinos, rusos, turcos ante el despelote gubernamental reinante.
Lo que sí sucede pero de lo que no hablan los sugeridos personajes, es de la intervención cubana en lo civil y en lo militar. De acuerdo a una de las últimas declaraciones del difunto Chávez, más de cuarenta mil isleños cumplen tareas específicas en nuestro país. Hoy no sabemos cuántos son, pero su influencia es determinante en todo lo relativo a la seguridad y defensa de la nación. Lo de rusos y chinos tiene otras características ya que son beneficiarios directos de la entrega de las riquezas básicas a cambio de dinero contante y sonante que sirve para disimular un poco el despelote generado por la ineficiencia y la corrupción en el manejo de los fondos nacionales. Estos son hechos que están a la vista.
Entre las cosas más graves, está la intervención del crimen organizado en áreas fundamentales, los tentáculos del narcotráfico en el sector público y buena parte de los enchufados del sector privado. Las conocidas vinculaciones con los restos de las FARC, con el ELN y con grupos terroristas vinculados al mundo islámico. Todo ello y mucho más, son componentes de la enorme preocupación existente con relación al régimen venezolano.
En síntesis, Venezuela está intervenida. Necesita ser liberada. Por supuesto que se trata de una tarea básicamente para los propios venezolanos, pero que necesita y reclama de la comprensión y ayuda política y material de los países libres del mundo. En esta acción libertadora caben todos los que de buena fe estén dispuestos a jugársela con nosotros.
En lo personal quisiera ver a toda la oposición al régimen, incluidos los chavistas de origen no madurista. Jamás he tenido complejos frente a Estados Unidos de América. A ese país lo admiro y respeto, independientemente de los gobiernos que ha tenido, por su consecuencia con la libertad, la separación de poderes, el federalismo descentralizado y el coraje demostrado en las jornadas cumplidas militarmente. Con relación a Colombia, repito que somos una misma nación aunque contenida en dos Repúblicas que se necesitan hoy más que nunca. Venezuela está donde estén los venezolanos.
Lunes, 24 de septiembre de 2018
@osalpaz

domingo, 16 de septiembre de 2018

LLEGÒ LA HORA


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

LLEGÒ LA HORA
Nadie puede engañarse con cuanto sucede en Venezuela. Todos sufrimos una realidad que traspasa los límites de la tragedia de la vida nacional. Ningún pueblo merece estar sometido a las privaciones que impone una dictadura comunistoide que, además, está conducida por un régimen con poca ética, con probada ineficiencia y dosis de corrupción nunca vistos en nuestra historia.
No hay, ni habrá, solución posible mientras la dictadura se mantenga. Por el contrario, la tendencia será a profundizar el mal y mantener el país en una incertidumbre angustiosa gracias a la capacidad de represión física e institucional que aún conserva. En consecuencia, no podemos perder más tiempo. Llegó la hora para que la nación de el primer gran paso para revertir hacia lo positivo las negativas tendencias del presente. Se trata de concretar la salida de Nicolás Maduro del cargo que ilegítima e ilegalmente está ejerciendo y, de esta manera, constituir el gobierno que tendrá la responsabilidad de devolverle al país la libertad y el desarrollo que necesita.
Repitiendo cosas dichas con anterioridad, Venezuela tiene la gente que se necesita. Tambièn las ideas, planes y programas concretos para enfrentar exitosamente las dificultades del presente. El cambio señalado es posible. Cierto que la unidad es indispensable, pero no cualquier unidad. Tiene que darse sobre las bases señaladas cerrando las puertas a cualquier desviación oportunista, acomodaticia o basada sólo en ambiciones personales o de grupo para convivir con el régimen dictatorial.
Tengo la impresión de que, una vez más, el ciudadano común está siendo superior a muchos de cuantos pretenden dirigirlo. El anhelo de cambio radical urgente se siente en la calle, en todos los sectores de la vida nacional. La gente espera por sus dirigentes, nuevos o viejos, pero decididos a ejercer con valentía y coraje, la representación de quienes están dispuestos a correr los riesgos que sean necesarios para alcanzar el objetivo.
Hay quienes angustiosamente dicen “aquí no está pasando nada”. Grave equivocación porque aquí pasa de todo todos los días. El problema, en buena parte, está en la información. El régimen liquidó totalmente la libertad de expresión. Los pocos medios que siguen más o menos vivos están sometidos a una censura selectiva y fueron borrados de las pantallas televisivas importantes canales del interior del país, los de Colombia y hasta eliminaron a CNN en Español. Lo de la radio ha sido mucho peor. Prensa escrita, radio y televisión se han reducido de manera impresionante. A esto hay que añadir la presión de las autoridades sobre los pocos anunciantes que esos medios aún conservan, permanentemente amenazados activa o pasivamente.
La última visita de Maduro y de la “vicepresidenta” a China, es demasiado elocuente. El país está acéfalo, con ellos o sin ellos. Pero…!!!
Lunes, 17 de septiembre de 2018
@osalpaz

lunes, 10 de septiembre de 2018

VENEZUELA Y EL MUNDO


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

VENEZUELA Y EL MUNDO
Para el momento de escribir estas líneas no conozco el resultado de la reunión especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el caso de Venezuela. La convocatoria fue a petición del gobierno norteamericano sustentada por nuestro vecindario. Una clara demostración de la preocupación creciente que en el mundo existe con relación a la dictadura criolla, a los factores que la alimentan y a las consecuencias extraterritoriales de cuanto sucede.
En el continente y el mundo quienes antes creían que exagerábamos, hoy piensan que nos estamos quedando cortos para liberarnos de la tiranía. Nadie duda de la presencia protagónica de militares y civiles cubanos en la dirección del proceso. Tampoco de las características comprobadas de las actuaciones del narcotráfico y de los tan conocidos como denunciados tentáculos que operan en los más altos niveles del régimen. Además del problema internacional que generan, están los internos. El crecimiento del consumo de drogas ilegales y la multiplicación del microtráfico gracias a “colectivos” específicos, es decir, pandillas que luchan por territorio y clientelas cautivas que llevan hasta a feroces enfrentamientos entre ellos. El temor ante las represalias genera un silencio cómplice que está a la vista de propios y extraños.
A lo señalado podemos agregar el terrorismo de Estado y las vinculaciones con estructuras internacionales que operan en el mundo entero, pero con protección encubierta de importantes cuadros gubernamentales. Algo parecido a lo que sucedía y sucede, con la guerrilla y paramilitares colombianos con claros matices diferenciales.
Todo lo demás está sobre diagnosticado. Lo sufrimos a diario en salud, educación, seguridad de las personas y de los bienes, en lo laboral y social. A diario sentimos la restricción a la libertad de expresión y comunicación, las sanciones a medios y las amenazas selectivas a los pocos que aún conservan independencia y a sus anunciantes.
Pues  bien, nada de cuanto ocurre es por casualidad, ineficiencia o por la bruta ignorancia de los cabecillas. Esto puede ser relativamente cierto, pero la verdad es que se trata de un programa totalmente ideologizado. Podemos llamarlo comunista o socialista de los siglos XX o XXI, es lo mismo: el control de todo y de todos. Para ellos Venezuela debe ser el punto central que sustituye o complementa a la Cuba castrista que progresivamente desaparece. Una verdadera amenaza para los vecinos, para Estados Unidos, Europa y el mundo libre.
Es demasiado triste y penosa la migración millonaria de compatriotas. Pero no podemos resignarnos pasivamente. Hay que reactivar la mecha de la liberación nacional y unir esfuerzos internos y externos para devolver la dignidad y el orgullo de ser venezolanos a los que están afuera y a quienes estamos en este maltratado suelo.
Lunes, 10 de septiembre de 2018
@osalpaz

domingo, 9 de septiembre de 2018

VENEZUELA Y EL MUNDO


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

VENEZUELA Y EL MUNDO
Para el momento de escribir estas líneas no conozco el resultado de la reunión especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el caso de Venezuela. La convocatoria fue a petición del gobierno norteamericano sustentada por nuestro vecindario. Una clara demostración de la preocupación creciente que en el mundo existe con relación a la dictadura criolla, a los factores que la alimentan y a las consecuencias extraterritoriales de cuanto sucede.
En el continente y el mundo quienes antes creían que exagerábamos, hoy piensan que nos estamos quedando cortos para liberarnos de la tiranía. Nadie duda de la presencia protagónica de militares y civiles cubanos en la dirección del proceso. Tampoco de las características comprobadas de las actuaciones del narcotráfico y de los tan conocidos como denunciados tentáculos que operan en los más altos niveles del régimen. Además del problema internacional que generan, están los internos. El crecimiento del consumo de drogas ilegales y la multiplicación del microtráfico gracias a “colectivos” específicos, es decir, pandillas que luchan por territorio y clientelas cautivas que llevan hasta a feroces enfrentamientos entre ellos. El temor ante las represalias genera un silencio cómplice que está a la vista de propios y extraños.
A lo señalado podemos agregar el terrorismo de Estado y las vinculaciones con estructuras internacionales que operan en el mundo entero, pero con protección encubierta de importantes cuadros gubernamentales. Algo parecido a lo que sucedía y sucede, con la guerrilla y paramilitares colombianos con claros matices diferenciales.
Todo lo demás está sobre diagnosticado. Lo sufrimos a diario en salud, educación, seguridad de las personas y de los bienes, en lo laboral y social. A diario sentimos la restricción a la libertad de expresión y comunicación, las sanciones a medios y las amenazas selectivas a los pocos que aún conservan independencia y a sus anunciantes.
Pues  bien, nada de cuanto ocurre es por casualidad, ineficiencia o por la bruta ignorancia de los cabecillas. Esto puede ser relativamente cierto, pero la verdad es que se trata de un programa totalmente ideologizado. Podemos llamarlo comunista o socialista de los siglos XX o XXI, es lo mismo: el control de todo y de todos. Para ellos Venezuela debe ser el punto central que sustituye o complementa a la Cuba castrista que progresivamente desaparece. Una verdadera amenaza para los vecinos, para Estados Unidos, Europa y el mundo libre.
Es demasiado triste y penosa la migración millonaria de compatriotas. Pero no podemos resignarnos pasivamente. Hay que reactivar la mecha de la liberación nacional y unir esfuerzos internos y externos para devolver la dignidad y el orgullo de ser venezolanos a los que están afuera y a quienes estamos en este maltratado suelo.
Lunes, 10 de septiembre de 2018
@osalpaz