miércoles, 21 de junio de 2017

POMPEYO MÁRQUEZ



POMPEYO MÁRQUEZ
Oswaldo Álvarez Paz

Unas breves palabras para expresar mi solidaridad infinita con la familia, compañeros, amigos y relacionados de ese gran venezolano que fue Pompeyo Márquez.
A pesar de las permanentes informaciones sobre su salud, preanunciaban el desenlace de hoy, nos habíamos hecho a la idea, inconscientemente, de que Pompeyo no moriría nunca. No lo considerábamos “inmortal”, pero sí algo parecido a “inmorible”.
Desde la madrugada hasta este momento se han multiplicado los mensajes de afecto y reconocimiento a este hombre excepcional. Para él la vida fue una constante aventura en el sentido más serio de la expresión. Inteligente, preparado, integralmente honrado en lo personal y en lo político y especialmente valiente para enfrentar todas las circunstancias. Llegó a tener el poco común coraje de reconocer errores y trabajar duramente para enmendarlos como correspondía a cada circunstancia.
Lo conocí hace muchos años. Yo, un joven dirigente de la Juventud Revolucionaria Copeyana y él, consagrado dirigente del Partido Comunista de Venezuela. Una suerte de simpatía mutua nació entre nosotros sin llegar a intimar nunca. Coincidimos durante muchos años en el Congreso de la República. Fueron más los entendimientos y los acuerdos que las discrepancias. Cuando éstas se presentaban siempre se manejaron con altura y decencia. Pompeyo era, además, un buen consejero.
Quería dejar testimonio de mi admiración y respeto por Pompeyo, por el legendario Santos Yorme de la lucha contra la dictadura y sumarme al duelo nacional que se siente en toda Venezuela.
Miércoles, 21 junio 2017  oalvarezpaz@gmail.com  @osalpaz



lunes, 19 de junio de 2017

EN MEMORIA DE MI PADRE



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

EN MEMORIA DE MI PADRE

Ángel María Álvarez Domínguez era el nombre de mi padre. En estos días ha estado presente en mi mente. Influyó de manera determinante en la formación recibida en el hogar. Nació en Camaguán, Estado Guárico y buena parte de su desarrollo ocurrió en San Fernando, Estado Apure. Jamás olvidó sus orígenes. Todo lo contrario. Siempre tuvo una buena razón para recordar su adorada tierra llanera, la pasión por la ganadería y la cría y particularmente por la música que Juan Vicente Torrealba llegó a convertir en carnet de identidad del ciudadano común de Venezuela. Todo eso lo sembró en lo más profundo de mí ser y ha tenido consecuencias activas en lo que he podido hacer hasta ahora.
Mi padre era telegrafista. 35 años de su vida los dedicó a esta actividad en una época de fundamental importancia para todos los sectores, especialmente para los gobiernos. Ese tiempo fue repartido bajo Juan Vicente Gómez, Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita. Su obra está en un libro publicado, años después, por el Ministerio de Comunicaciones, “Historia del Telégrafo en Venezuela”. A pesar de su identificación con el PDV de Medina mantuvo una posición digna y valiente frente a la dictadura perezjimenista. Mi madre era hermana de Jesús Ángel Paz Galarraga, exilado, preso y perseguido permanente de la dictadura. Su familia vivió con nosotros esos duros años, sus hijos son más hermanos que primos.
El último servicio que prestó al telégrafo fue en el Zulia llegando a convertirse en Inspector General de Telégrafos y Teléfonos para el occidente del país con sede en Maracaibo. Allí comenzó la otra historia. Casó con Hilda Paz Galarraga y nacieron sus últimos cuatro hijos. El segundo de ellos soy yo. Crecí muy apegado a él. Viajamos juntos al llano y pasábamos, todos juntos, temporadas en El Alto de Escuque donde construyó una pequeña casa para tales fines. Le encantaba leer y hablar de historia patria, enseñarla con criterio crítico y con el acento paecista que caracteriza a los llaneros y a muchos de los que no lo son.
Hombre recio y valiente. Lo recuerdo dando consejos en la dura década de los sesenta cuando los fuertes enfrentamientos con el MIR y el PCV en la Universidad en la cual nos formamos. Nunca pretendió enfriarnos. Todo lo contrario. Seguía de cerca las acciones que desarrollábamos y los consejos eran en la dirección correcta. Murió de un infarto masivo a los 64 años de edad cuando yo cursaba el 5° año de Derecho. No me  vio graduado. Desde entonces siempre he tenido presente la valiosa herencia de sus enseñanzas y de su ejemplo. He tratado de ser fiel asumiendo todas las consecuencias.
En estos días turbulentos y definitivos para la causa de la Libertad y la Democracia, su recuerdo me acompaña a todas horas. No hay nada que celebrar en esta Venezuela atormentada. Pero el Día del Padre ha sido útil para el recuerdo obligante de los compromisos asumidos en defensa de principios y valores eternos.
Lunes, 19 de junio de 2017
@osalpaz

lunes, 12 de junio de 2017

VIOLENCIA FÍSICA E INSTITUCIONAL



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

VIOLENCIA FÍSICA E INSTITUCIONAL
La situación real de Venezuela está suficientemente clara para propios y extraños. Se acabó la democracia luego de un largo proceso de erosión. Se trata de un golpe de estado ejecutado progresivamente, pero anunciado por el régimen de manera permanente. En consecuencia, mataron al Derecho como instrumento de regulación de la vida ciudadana, de las relaciones entre ellos y de estos con el estado-gobierno. En estas condiciones la nación ha quedado desamparada, prisionera de los caprichos del régimen, de las arbitrariedades, de la violencia y de esta mezcla de ineficacia con la corrupción más vergonzosa de la historia. Todo está más que probado y debidamente documentado.
La inmensa mayoría del pueblo rechaza el esquema en desarrollo para imponer el socialismo comunistoide y quiere poner punto final a esta trágica experiencia. Lo está demostrando. Al principio poco a poco. Desde hace más de dos meses mediante la movilización general de la población a lo largo y ancho del país. Los artículos 328, 333 y 350, entre otros, ofrecen el piso indispensable para desconocer al régimen y luchar activamente por el cambio. Hasta ahora la lucha ha sido pacífica, cívica, de una admirable capacidad de resistencia.
La respuesta del oficialismo no se ha hecho esperar. Llena de odio y violencia física e institucional ha provocado la muerte de varias decenas de jóvenes, la prisión y el acoso de centenares, miles de heridos y la paralización de un país harto de esta cubanización inaceptable.
Ahora profundizan en el disimulo y la mentira. Pretenden hacerle creer al mundo que la violencia policial, de la Guardia Nacional, del Sebin, de algunos colectivos armados por ellos y de las bandas estructuradas por el crimen organizado, son responsabilidad de la oposición, de la MUD, del estudiantado universitario, de la Iglesia, del imperialismo y de eso que llaman la derecha nacional y extranjera. Por supuesto que nadie les cree. Todo cuanto sucede es de la responsabilidad exclusiva y excluyente del cogollo cívico-militar, ideologizado y corrompido, que gobierna.
La Constitución actual no es perfecta. Todo lo contrario, tiene muchas deficiencias y ambigüedades dañinas, pero también establece con claridad los mecanismos para reformarla, enmendarla e incluso, para elaborar una nueva con propósitos claramente definidos en su texto. El alto gobierno desconoce todo y propone el máximo desconocimiento a su contenido por la forma y fondo en que pretende convocar a una Asamblea Constituyente con propósitos contrarios al interés nacional y a la soberanía e independencia de la República.
Si Maduro conservara una dosis mínima de amor a la patria, debería renunciar, apartarse y abrir la puerta a una transición incluyente para recuperar la democracia y la dignidad perdidas. Tome la iniciativa y evite ser obligado a tener que huir cobardemente. Todavía tiene tiempo, aunque cada día menos.
Lunes, 12 de junio de 2017























@osalpaz

lunes, 5 de junio de 2017

INCERTIDUMBRE SOBRE EL MAÑANA



 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

INCERTIDUMBRE SOBRE EL MAÑANA
La lucha contra la dictadura genera serias incertidumbres. Hasta hace poco estaban limitadas al desenlace de la confrontación que se desarrolla a lo largo y ancho de Venezuela. Cada día luce más despejada. Crece la convicción sobre la derrota definitiva de un régimen que está muy por debajo de las expectativas internas y externas. Errores graves, desviaciones inconcebibles para verdaderos revolucionarios de izquierda, disimulos y mentiras fácilmente detectables lo han desviado del cumplimiento de sus obligaciones fundamentales. Lo cierto es que la nación, es decir, el pueblo, está sin gobierno y sin justicia, enfrentando problemas existenciales primarios. Sin armas ni violencia, sólo con la palabra y la enorme voluntad de cambio, la unidad necesaria para la lucha se ha configurado progresivamente. Políticos, empresarios de la ciudad y del campo, trabajadores de todas las áreas, académicos, mujeres y hombres, viejos y jóvenes manifiestan la decisión de no desmayar hasta concretar el primer paso del cambio. Esto no admite discusión. Está a la vista.
Hemos llegado a las puertas de un desenlace que puede ser feroz tratando de evitarlo, de no convertir la lucha en una verdadera barbaridad, pero se ha hecho casi que inevitable por la ceguera de un oficialismo sometido a las órdenes de un castro-comunismo en plena decadencia, pero que tiene a nuestro país como centro de una diabólica geopolítica continental y mundial. Lo demás no le interesa. Además de todo lo señalado estamos en presencia de una verdadera traición a los intereses nacionales.
Sin embargo, las fuerzas de la democracia dentro y fuera del país están claras con relación al presente, aunque existan serias dudas con relación a lo que este país será. Espero que no nos agotemos discutiendo lo que hemos podido ser. Tanto el pasado como lo actual será anticuado frente a los exigentes retos del porvenir. Lo peor sería que por falta de imaginación o de coraje, las generaciones actuales intenten volver atrás. No me canso de aconsejar a quienes puedo y lo permiten, que alejen un poco la mirada de los detalles, que tomen algo de distancia para poder analizar los desvíos y trampas del duro camino por recorrer, pero sin olvidar la naturaleza del objetivo central y la dirección general indispensable para que la estrategia tenga éxito definitivo. Tenemos que impedir que la abundancia de sombras existentes se convierta en la verdadera realidad de hoy y de mañana.
Veamos el futuro con optimismo. La certeza de tener razón da una fuerza que solamente puede medirse en plena lucha. Hoy como nunca antes, sentimos la obligación de aferrarnos a los principios y valores fundamentales de la vida en Libertad y Democracia. Falta menos que ayer.
Lunes, 5 de junio de 2017
@osalpaz