domingo, 26 de abril de 2020

PELIGROSA INCERTIDUMBRE


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

 PELIGROSA INCERTIDUMBRE
Esta cuarentena se convierte en una rara experiencia existencial. Nunca me ha costado tanto escribir como en este domingo. Quizás el exceso de reflexión sobre el pasado, presente y eventual futuro del país nos llena la cabeza de muchas cosas al mismo tiempo. No es fácil ponerlas en orden cuando la incertidumbre penetra progresivamente en la mente. Ese sentimiento va y viene, aparece, desaparece y pronto reaparece haciendo difícil la visión integral de cuanto sucede.
Este es un pueblo pacífico y bueno, pero la historia está llena de coyunturas que han hecho explotar la violencia en contra de los factores protagónicos y responsables de la tragedia cuando se apodera de la vida común. Algunos focos aparecen en distintas zonas de Venezuela, producto de la lucha que puede extenderse por la sobrevivencia de las personas naturales y jurídicas, es decir, de las familias y las empresas, de la libertad de trabajo en su sentido más amplio.
El recogimiento obligatorio proyecta una imagen de falsa paz. Aunque no hay una “guerra” declarada, tampoco existe la serenidad indispensable para que la vida transcurra con normalidad. Aquí puede pasar cualquier cosa, más allá de lo que ya está pasando. Debemos estar preparados y dispuestos a sumar todo lo que podamos a la tarea del cambio de régimen, indispensable para salir adelante. Ha sido dicho que cuando el destino habla calla todas las demás voces. Está sucediendo.
Nicolás Maduro y los más altos personeros del régimen, tienen que entender la inutilidad de sus pretensiones continuistas. Lo ven y lo sienten, pero no quieren aceptarlo. La incertidumbre con relación al futuro inmediato también se apodera de ellos. Aferrarse al poder por todos los medios a su alcance es la única respuesta que se les ocurre. Están cerrando todas las posibilidades de una solución civilizada, por las buenas. Peor para ellos. El caso de Maduro es patético. Con la nave hundiéndose, parece un náufrago delirando bajo el calor del sol. Esa es la imagen que proyecta en sus abusivas presentaciones en cadena. Enloqueció como el mismo Hugo Chávez de quien alguna vez dijimos que llegó a creerse el disfraz de cada día. Maduro hoy ya no sabe si es él o sus ropajes.
La construcción de la nueva Venezuela es perfectamente posible en un relativo corto plazo. Pero necesitamos de la unidad bien entendida, encabezada por hombres justos y honrados que, por el sólo hecho de estar le den trascendencia histórica y seriedad a lo que está por hacerse.
Por parte de la oposición, en cualquiera de sus expresiones, hay unas cuantas asignaturas pendientes relativas a la práctica política, a la razón de ser y funcionamiento de los partidos y con relación a los fines mismos de la democracia.
Lunes, 27 de abril de 2020
@osalpaz

domingo, 19 de abril de 2020

MADURO DEBE RENUNCIAR


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

MADURO DEBE RENUNCIAR
Hay situaciones que están a la vista, conocidas por todo el mundo. Venezuela jamás había estado peor. Me refiero a todos los aspectos de la vida nacional. Públicos y privados. Una tragedia de tal naturaleza que llevó al padre Luis Ugalde S.J. en su último artículo, a escribir entre otras importantes cosas:  “…que es urgente la renuncia de Maduro y un cambio a fondo del desastroso proceso…” Lo demás es fácil de imaginar, pero lo importante es la línea coincidente con relación a este objetivo primario. Sin alcanzarlo será imposible la construcción de un nuevo país sobre la base de la libertad, el progreso y los principios fundamentales de una verdadera democracia.
A pesar del indignante fastidio que provocan, escuchamos atentamente todas las alocuciones de Maduro, de Cabello, de los hermanos Rodríguez y de unos cuantos más, especialmente gobernadores, o “protectores” de algunos Estados y no encontramos nada de fondo. Ni una palabra con relación a la tragedia y mucho menos, diseño de alguna política destinada a resolverla con ánimo de superación definitiva.
No se trata de un capricho. Tampoco de politiquería de quincalla baratera. Es un grave problema de fondo que nos afecta a todos y está unificando a los compatriotas por la base. Demócratas opositores, la mayoría de los chavistas originarios y muchos que hasta ahora por razones de supervivencia han estado al margen de las polémicas propias de la política, están de acuerdo en que esto no puede ni debe continuar. La consecuencia es evidente. La base de sustentación del régimen está muy deteriorada. Sólo puede aferrarse, como hasta ahora, a la mentira y al disimulo, a la violencia física e institucional, al abuso ante la incertidumbre de lo que les depara un futuro que ya empezó. ¿Qué harán y adonde irán con recursos mal habidos bastante ubicados por el mundo entero?
Para refirmar lo que estamos afirmando basta con recordar que más de cinco millones de compatriotas están en el exterior. Se trata de un record para Latinoamérica y buena parte del mundo. Regresan unos pocos y el régimen especula como si vinieran de nuevo al paraíso terrenal que los obligó a irse. Pura farsa mentirosa. La vida de la inmensa mayoría de los venezolanos que están en el exterior es triste. Muy pocos se adaptan plenamente a la vida marginal que como refugiados encuentran, pero están plenamente conscientes de las dificultades que los obligaron a partir.
Por desgracia adicional la pandemia originada por el coronavirus muestra en toda su magnitud la tragedia. La represión para imponer un obligado silencio a la población y las mentiras, le están generando al régimen resultados distintos a los que buscan. Esto es un socialismo-comunistoide probadamente fracasado en el mundo entero.
Lunes, 20 de abril de 2020
@osalpaz

domingo, 12 de abril de 2020

ENTRE ALEGRÍA INFINITA Y LUTO PROFUNDO


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

DESDE EL PUENTE
ENTRE ALEGRÍA INFINITA Y LUTO PROFUNDO
Escribo en domingo, día de la conmemoración de la Resurrección del Cristo Redentor. Dentro de nuestra tradición es el final de la Semana Santa, pero el inicio del cristianismo y su difusión por el mundo entero de la época. Semana extraña de absoluto recogimiento físico en casi todo el planeta y de tiempo para la reflexión profunda sobre lo que  lo que hemos hecho, hacemos y deberíamos hacer de ahora en adelante. Suficiente material para aprovechar el tiempo que nos queda, de la mejor manera posible.
Muchos medios de comunicación abiertos y las llamadas redes sociales  ayudan bastante con la trasmisión sistemática de los eventos más importantes relativos a la conmemoración de la Resurrección del Señor. Bastantes veces acompañados con Hechos de los Apóstoles y de sus antecedentes, es decir, de las profundas raíces judeo-cristianas originarias de nuestra cultura. Esto significa que no hemos perdido el tiempo, que la falta de playa, de excursiones o de vacaciones personales o familiares ha sido sustituida por un casi que desconocido recogimiento que estoy seguro fortalecerá nuestra fe y la unión familiar. A pesar de todo cuanto significa esta “cuaresma” decretada desde las alturas por los gobernantes del mundo, siento que debemos agradecerlo desde todo punto de vista.
Es cierto que Jesús actuó y predicó sobre la base del amor en todos los sentidos. Pero también para él la JUSTICIA tuvo un valor fundamental. No puede haber amor verdadero sin justicia. Tampoco perdón sin justicia, ni entendimientos políticos o sociales sin que la justicia esté presente. Cuando la justicia desaparece abrimos la puerta a la violencia que puede derivarse de la venganza. Debemos evitarlo siempre. En esto no hay debilidad alguna. Hay entereza y apego ortodoxo a los principios y valores que teóricamente han animado toda nuestra existencia. Con estos criterios he seguido muy de cerca las últimas polémicas en el campo de la política nacional en relación con el actuar para lograr la liberación de Venezuela y lo que simultánea y posteriormente debe hacerse con los responsables de la tragedia.
Sin embargo quiero hacer un alto en estas líneas para expresar mi más profunda solidaridad y el dolor que he sentido por la muerte de un viejo y buen amigo zuliano. Me refiero a William Atencio. Acaba de fallecer en Guayaquil, Ecuador. Me dicen que víctima del corona virus, aunque asomaba algunos problemas previos de salud. Tenía 71 años. Está considerado como uno de los grandes de la Gaita Zuliana. Excelente compositor y cuatrista de primera. Buen amigo en todas las épocas. Lo conocí cuando él estudiaba en la Facultad de Humanidades de la Universidad del Zulia. Todos los zulianos seguimos los aportes de este maracucho de profundas raíces en la Costa Oriental del Lago, específicamente en Campo Rojo, Tía Juana y Lagunillas.
Lunes, 13 de abril de 2020
@osalpaz



domingo, 5 de abril de 2020

EL VALOR DE LA LIBERTAD


DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

EL VALOR DE LA LIBERTAD
La libertad es el valor fundamental de cualquier nación que se respete a sí misma. También se trata de una condición fundamental para la existencia de cualquier ser humano. Por supuesto, en ambos casos nos referimos a una libertad responsable, ejercida dentro de un orden constitucional y legal que   existencia del respeto entre los ciudadanos, las instituciones y las relaciones entre unos y otros.
Mucho se ha escrito y dicho con relación a la libertad. En la Venezuela de hoy resulta indispensable discutir sobre el tema. Progresivamente la libertad ha sido reducida a su más mínima expresión. La cantidad de presos, de enjuiciados, de exilados y asilados, de perseguidos, de acosados sistemática u ocasionalmente por el régimen, de violaciones al ordenamiento jurídico y constitucional y, entre otros elementos, la tendencia evidente hacia la mentira y el disimulo que afecta a todos los sectores políticos, sociales y empresariales nos obligan a tomar decisiones fijando posición irreversible a favor de la lucha existente por la liberación de Venezuela. Tendrá como primera consecuencia la reivindicación del valor de la libertad en su sentido más amplio.
Una de las motivaciones que me impulsan a escribir estas elementales reflexiones para cualquier demócrata, es que el domingo se cumplieron tres años de la estancia del Presidente del Partido Socialcristiano COPEI y Vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América –ODCA- en la embajada de Chile en Venezuela. Me refiero al compañero Roberto Enríquez.  Asilado, exilado, huésped de aquel gobierno, queda por la libre la calificación que queramos darle a su insólita situación. Lo hago a conciencia de que no es el único que atraviesa por difíciles circunstancias. Hay otros que han estado o están mucho peor. Muertos, asesinados, injustamente detenidos, presos con juicio o sin él. En fin, el inventario es enorme, el mensaje es para todos ellos y sus familias.
Sin embargo, para estos comentarios nos ocupamos fundamentalmente de Roberto, además de las consideraciones de amistad personal, por la enorme representación que su nombre tiene a los efectos de COPEI y de los Demócrata Cristianos del continente y del mundo entero.  Ha sido ejemplo para todos los que luchan por libertad en Venezuela y el resto del continente. Le enviamos el abrazo fraterno de quienes no descansaremos ni un día en el esfuerzo mayor por la liberación de nuestro país.
Hay muchos temas importantes sobre los cuales reflexionar en estos días de obligado recogimiento. Hay que seguirlos de cerca. Siento que están próximos acontecimientos definitivos que harán parte importante de la historia contemporánea. No tengo detalles ni información privilegiada sobre lo que ocurre o pueda ocurrir. Se trata de algo instintivo, pero profundo.
Lunes, 6 de abril de 2020
@oalvarezpaz