domingo, 26 de enero de 2020

LLEGANDO AL LLEGADERO


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

LLEGANDO AL LLEGADERO
Finalmente pareciera que estamos muy cerca del final de esta etapa de la crisis venezolana. Me refiero a lo del día de hoy, ya que después vendrá la no menos complicada tarea de la construcción del nuevo país que deseamos. En todas las etapas será indispensable mantener una unidad esencial. Todos los factores políticos, económicos y sociales deberán compartir objetivos comunes, dentro del pluralismo propio de las democracias auténticas.
No vale la pena repetir diagnósticos sobre una situación que todos conocemos, pero estamos cerca de lograr los objetivos propuestos al comienzo del año pasado. El régimen está mal. Muy mal. La desesperación y la angustia se notan en cada intervención de los voceros más importantes. Además de haber sido desbordados por una crisis provocada pero muy mal manejada, el temor de la rendición de cuentas, de no saber qué hacer ni hacia donde ir ante el creciente rechazo internacional, los lleva a cometer más errores todos los días.
Lo dicho no significa que en campo de la oposición todo sea color de rosas. También hay diferencias y problemas que van más allá de lo conveniente, pero están siendo superados, o al menos diferidos para más adelante. He dicho en varios escenarios que estamos mucho mejor en este enero que como estábamos hace un año. La gira internacional del presidente (e) Juan Guaidó ha generado activo entusiasmo y optimismo dentro y fuera del país. Ya tendremos oportunidad de evaluarla como corresponde cuando llegue a su final.
Sin embargo, no podemos perder la iniciativa. La Alianza Nacional Constituyente (ANCO), bajo la dirección de Enrique Colmenares Finol, junto a otras organizaciones y personalidades, han propuesto la realización de una gran consulta nacional plebiscitaria, liberadora para algunos, como instrumento eficiente que permita determinar con claridad la voluntad de los ciudadanos sobre la permanencia del régimen, la salida de maduro y lo relativo a la transición hacia una elecciones presidenciales libres y democráticas con observación internacional. Es tiempo para generar una nueva discusión sobre este tema que, en mi opinión, adquiere extraordinaria vigencia. Pero hay que hacerlo rápido, sin vacilaciones. Se trata de una oportunidad enorme para revisar con seriedad tanto el registro electoral como la situación de los compatriotas que están en el exterior. Después de una jornada de esta naturaleza, absolutamente constitucional y políticamente inobjetable, la mesa quedará servida para el cambio radical y profundo por el que estamos luchando.
Se trata de algo muy concreto y perfectamente posible. Con mayor profundidad que la muy útil jornada del 16 de julio de hace unos años y, además, la convicción de que sería la estocada final. El pueblo ejerciendo su soberanía y ordenando las tareas a cumplir.
Lunes, 27 de enero de 2020
@osalpaz

domingo, 19 de enero de 2020

PENSAMIENTO, PALABRA Y ACCIÓN


DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PENSAMIENTO, PLABRA Y ACCIÓN
Escribo en domingo en medio de serias dificultades con la luz, el internet y, como si fuera poco, en mi equipo se borraron los contactos por los que directamente acostumbro enviar estas líneas. Así es que debemos improvisar contra nuestra voluntad.
Este lunes 20 de enero del 2020 deberá convertirse en otra fecha magna de la vida política y social del país. Se trata de la constitución y presentación al país del Consejo Superior de la Democracia Cristiana para Venezuela, creado por decisión de la Organización DC de América (ODCA) con el apoyo total de la Internacional de Centro Democrático (IDC) que preside el expresidente de Colombia Andrés Pastrana. La idea central de esta iniciativa es superar los increíbles e inaceptables enfrentamientos que mantienen a COPEI en situación crítica desde hace algunos años y aportar a la vida política un nuevo instrumento para fortalecer la lucha contra la dictadura tiránica que se mantiene en el país. No hay intereses personales, grupales o económicos en este Consejo Superior. La actividad deberá estar basada en una seria de principios básicos y normas éticas que se han desdibujado en algunos dirigentes protagónicos.
Siempre hemos dicho que los pueblos son superiores a sus dirigentes. Lo mismo pasa en el partido. La base copeyana, enorme y auténticamente democrática, también demuestra ser superior a quienes están atrincherados en cualquiera de los sectores que participan activamente en la crisis, más allá de las autoridades legítimas existentes. Esa base necesita trascender el inmediatismo electoralista de algunos y las absurdas ideas colaboracionistas con el régimen para mantenerse en estado de cohabitación inaceptable. La tarea es enorme, pero el objetivo central, en lo inmediato, es contribuir de manera eficiente al cese de la tiranía que empieza con la salida de Nicolás Maduro Moros. No para volver al pasado, sino para construir una Venezuela verdaderamente libre y auténticamente democrática. Esto es posible y necesario.
Este proceso Demócrata Cristiano apenas está empezando. Algunos valiosos compañeros de COPEI serán integrados en los próximos días. Nadie debe sentirse excluido, antes por el contrario, el llamado es a todos los que compartan los objetivos generales y específicos del momento.
Una de las ideas fundamentales es poder conjugar el pensamiento con la palabra y esta con la acción que corresponda a ambos. El continente y el mundo están muy atentos a cuanto sucede en Venezuela. A veces a esa comunidad internacional tan importante le echamos baldes de agua fría. Sin embargo, se mantiene firme en el apoyo a quienes encabezan la lucha por la liberación definitiva de Venezuela.
En el régimen hay serios problemas que tocan la ética y la política con mayor profundidad que en el campo de la oposición. Se van cerrando cada vez más sin percibir el enorme aislamiento que hoy los caracteriza.
Lunes, 20 de enero de 2020
@osalpaz

lunes, 13 de enero de 2020

COPEI 74 Y PRESOS


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

COPEI 74 Y PRESOS
Aprovecho la coyuntura del aniversario copeyano para retomar el ritmo de las colaboraciones semanales. Especialmente en esta oportunidad cuando se acumulan circunstancias que elevan la importancia de esta jornada. Haciendo un repaso del camino andado, creo que una de las decisiones más importantes de mi vida la tomé en febrero de 1958, recién caído Pérez Jiménez, al inscribirme en la Juventud Revolucionaria Copeyana con apenas 15 años de edad. Con 62 años de militancia en todas las instancias partidistas, no me arrepiento. En alguna oportunidad don Rómulo Betancourt me pregunté el porqué de esa decisión, teniendo una familia proveniente, en su mayoría, del núcleo fundador de Acción Democrático. Le dije que no sabía, pero que sí sabía por qué había permanecido tanto tiempo en el partido. Esto dio pie a una larga conversación sobre el tema.
Todavía me siento orgulloso de la generación fundadora, de la que antes llamábamos intermedia y de mis compañeros juveniles de entonces. Ahora somos “los viejos” del partido y tratamos de ser fieles a las enseñanzas y al ejemplo recibido. No todos, es cierto, pero sí la gran mayoría a pesar de los problemas internos existentes. Algunos bastante graves.
Pero un día como hoy no es para agotarnos en la nostalgia del pasado. Tenemos que redefinir el planteamiento básico de la organización, objetivos concretos y estrategia adecuada para hacerlos realidad.
Mientras tanto sugiero que COPEI asuma directamente la defensa de los presos políticos y luche ardorosamente, en todos los terrenos, por su inmediata libertad. Esto incluye a los centenares de exilados y de acosados por el régimen con medidas especiales que limitan su libertad. Agrego a los exilados de cualquier tipo. La idea es el cese definitivo de la “judicialización” de la política, como contribución a la paz que el país necesita.
Tampoco excluyo a los presos comunes. El sistema penitenciario venezolano es una vergüenza continental y mundial. Los sitios de reclusión y retención, hasta policial, dan vergüenza y pena ajena. Pero, la dirigencia política no se ha ocupado del tema hasta ahora. Es tiempo de hacerlo.
Hay otros temas que podrían acompañar lo señalado, pero serán analizados en otro momento, Por ahora creo que la bandera de los presos, en los términos descritos, podría ser el eje de una gran campaña nacional e internacional. No debemos esperar el cese de la usurpación para ocuparnos de esto. Debe ser de inmediato, con mucho coraje e inteligencia. No tengo dudas con relación al resultado.
Como señale anteriormente, hay otros temas que deberían estar abanderados por el Partido Socialcristiano COPEI. Entre otros están el relativo a la Federación, a la municipalización de la vida pública y, en general, a todo lo relativo a la descentralización política y económica.
COPEI, a sus 74 años de fundado no puede agotarse en una lucha interna intrascendente.
Lunes, 13 de enero de 2020
@osalpaz