domingo, 27 de octubre de 2019

PELIGROSA OFENSIVA SUBVERSIVA



DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PELIGROSA OFENSIVA SUBVERSIVA
Escribo en domingo sin conocer los resultados electorales presidenciales en algunos países y departamentales y de alcaldes en Colombia. Ojalá y estos resultados sean una demostración más de pueblos que rechazan definitivamente los esquemas socialistas-comunistoides. Sin embargo, la seguidilla de acontecimientos que suceden en países claves del continente obligan a mantener un alerta profundo.
Se trata de una ofensiva bien planificada, dirigida por los factores que controlan el llamado Foro de Sao Paolo reunido recientemente en Caracas. Expertos analistas y serios conocedores de la verdadera naturaleza de este instrumento ya se han pronunciado. Está en nosotros entender las verdades que están a la vista y proceder en consecuencia, o mirar para otro lado y dejar que todo transcurra de acuerdo a los intereses de la subversión continental.
No hay tiempo para discusiones inútiles cuando los sucesos nos arrollan. Es de la primera importancia para ellos que la camarilla controladora del régimen venezolano mantenga el poder, se fortalezca recuperando los espacios perdidos y continúe el camino trazado desde La Habana. Todo es válido. El control totalitario de los pocos medios de comunicación social que quedan, la interferencia en las redes sociales y la presencia creciente de estructuras del narcotráfico, del terrorismo islámico y la operatividad de esas bandas conocidas como colectivos, son factores para destruir o al manos paralizar las acciones opositoras y libertarias que apoya la inmensa mayoría de la nación.

El desmoronamiento progresivo de Venezuela y la situación de algunas de las regiones más importantes, empieza a generar un esquema de autonomía territorial. Para sólo poner pocos ejemplos diremos que zulianos, tachirenses, guayaneses, carabobeños y otros piensan que el régimen actual no quiere, no sabe o no puede resolver los problemas que los agobian. Organizadamente empiezan a reclamar grados superiores de autonomía convencidos que desde Caracas no habrá solución a ninguna de las gravísimas circunstancias que atraviesan. La causa del territorialismo autonómico cobra fuerza en todas partes. No es posible seguir esperando que otros resuelvan lo que está liquidando todo lo existente. Esto empieza por la creciente obligación de cada uno de defender lo suyo. Vida, familia, propiedad y derechos fundamentales como la libertad de trabajo y de empresa están en peligro. Hay que reaccionar adecuadamente sin perder más tiempo.
Ratificamos nuestra convicción sobre el daño que genera el electoralismo agudo que se ha apoderado de algunos dirigentes “opositores”. No estamos en democracia. Esto es una dictadura tiránica con determinación continuista a cualquier precio. Tampoco son convenientes las posturas que llevarían a una convivencia cohabitacional que, aceptando algunas formas mantenga el fondo consolidando la dictadura.
Atención a Colombia. Es el próximo objetivo de la subversión continental. Junto a Brasil y Estados Unidos, Colombia es fundamental para nosotros. También para ellos.
Lunes, 28 de octubre de 2019
@osalpaz

domingo, 20 de octubre de 2019

EL FUTURO YA LLEGÓ




 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

EL FUTURO YA LLEGÓ
Los demócratas debemos entender que el futuro se construye día a día. No se trata de un compromiso de futuro sino de una obligación impuesta por nuestras convicciones y por la dura realidad nacional.
Venezuela está en fase de disolución acelerada, de desmembramiento institucional y territorial, bajo el dominio activo del régimen cubano y la presencia operativa de los peores factores que azotan a la humanidad entera. El narcotráfico, considerado en esta época un instrumento formidable para controlar la vida de muchas naciones mediante las acciones de sus estructuras macro y micro delincuenciales. El terrorismo, no sólo islámico, de la más variada naturaleza. La incapacidad, por ignorancia o falta de experiencia. La corrupción generalizada que toca a casi todos los sectores públicos y a los privados con la excusa de la supervivencia. Todo ello bajo el manto de un socialismo comunistoide fracasado en el mundo entero, pero que pretenden revivir aquí, en Latinoamérica, mediante acciones subversivas a la vista en países hermanos que resisten la sistemática agresión de quienes cumplen las ordenanzas de la pasada reunión del Foro de San Pablo realizada en Caracas.
Objetivo primario son Colombia y Venezuela. Es indispensable una férrea unión de ambas naciones. No para volver al pasado. No. Lo que se impone es la construcción de una nueva y diferente etapa, distinta a todo cuanto hemos vivido.

En el caso venezolano es mucho lo que tenemos que hacer. Entre otras cosas deslastrarnos del pasado. No se trata de reconstruir, de rehacer ni de encontrar en lo que dejó de existir la fuente de lo que necesitan las nuevas generaciones. Debemos eliminar ese “re” limitante de ilusiones e iniciativas indispensables.
La situación ofrece ventajas y peligros. Las primeras derivadas de los disparates insólitos de un régimen que no da para más, porque se le agotó  lo que tenía. Lo segundo, por la tendencia de apelar a la represión, a la violencia física e institucional contra la ciudadanía utilizando instrumentos formales y bandas criminales bien armadas, dirigidas desde las cabezas del régimen para imponer el miedo, el temor generalizado en la gente.
Venezuela tiene como salir adelante, pero hay que tomar las decisiones que se necesitan. El objetivo primario sigue siendo la liquidación de la usurpación, es decir, del régimen y la salida inmediata de Maduro y su camarilla destructora. Esta es la voluntad mayoritaria del pueblo. Puede constatarse a corto plazo con la Consulta Popular que se ha propuesto y el compromiso de todos, incluida la comunidad internacional, de hacer respetar el resultado. “La voz del pueblo es la voz de Dios”.
Lunes, 21 de octubre de 2019
@osalpaz

domingo, 13 de octubre de 2019

UNIDAD EN LA DIVERSIDAD


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

UNIDAD EN LA DIVERSIDAD
Entre verdaderos demócratas la unidad puede ser, normalmente lo es, dinámica y diferenciada. Pero será eficiente sólo en la medida en que los objetivos sean comunes y estén claros. Entonces cada grupo podrá definir sus tácticas y hasta sus estrategias para alcanzar el objetivo común. Lo que no se puede tolerar son las conductas alejadas del objetivo central olvidando la verdadera naturaleza del enemigo común en búsqueda de ventajas circunstanciales o la simple cohabitación que los convierte en cómplices voluntarios o no, del enemigo al que se pretende vencer.
Aquí en Venezuela los campos están bastante definidos. Existe un régimen usurpador al cual derrotar. No ha sido fácil, pero no es imposible, incluso en un plazo relativamente corto siempre y cuando la unidad esencial se mantenga. Ya es hora de dejar de disparar hacia los lados cuando el enemigo está frente a nosotros. Podemos derrotarlo, ir al segundo paso de la agenda señalada por Guaidó y por quienes controlan la Asamblea Nacional, de constituir un gobierno de transición que conduzca a la nación a unas elecciones verdaderamente libres y transparentes.
En esa dirección hemos caminado unos cuantos meses. Lo insólito es que cuando se avanza hacia lo definitivo, con un impresionante respaldo internacional, aparezcan sectores abandonando la vía aceptada por todos. De allí el montón de especulaciones al respecto, unas de buena fe y otras fuera de lo sensato. Son baldes de agua fría sobre la comunidad internacional y, lo que es más grave, contra el ciudadano común que se afecta con una dosis de fatiga, cansancio y pérdida de la confianza en algunos de sus dirigentes. Crece la dosis de resignación indignada y disminuye la fe en la dirigencia.

No podemos resignarnos a lo señalado. De allí la iniciativa de Integración Ciudadana, especie de nuevo movimiento de movimientos, al presentar una propuesta para reunificar a todos los sectores del país no comprometidos con el régimen, proponiendo una gran Consulta Ciudadana para que sea el pueblo quien directamente se pronuncie sobre el presente y el futuro inmediato. Está vía está claramente establecida en la Constitución Nacional y ratifica la voluntad popular como expresión de una soberanía intransferible.
El planteamiento fue hecho público en el Foro celebrado el pasado viernes 11 en el Colegio de Ingenieros de Venezuela. En definitiva, un llamado al Presidente (e), Juan Guaidó, a la Asamblea Nacional y a los partidos que la integran y a todos los sectores de la sociedad civil, investidos o no de autoridad, como señala la Constitución, para que asuman el protagonismo de este planteamiento y lo lleven adelante con el respaldo de la nación entera y de buena parte del resto del mundo. El compromiso de todos es respetar y hacer respetar el resultado. En eso se está trabajando.
Lunes, 14 de octubre de 2019
@osalpaz

domingo, 6 de octubre de 2019

LA VOLUNTAD DE LA NACIÓN


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

LA VOLUNTAD DE LA NACIÓN
Para nadie es un secreto que más del ochenta por ciento de los venezolanos rechaza al régimen que ha presidido Nicolás Maduro. Ese rechazo es muy superior a los niveles alcanzados por su antecesor. Chávez sufrió un creciente deterioro a medida que se aproximaba a su final, pero ni su muerte, ni la política de “deificación” desarrollada han logrado convencer al país sobre unas bondades inexistentes. Todo lo demás está suficientemente claro para propios y extraños.
La más pura y legítima expresión de la voluntad nacional fue la elección de la actual Asamblea Nacional, integrada por dos terceras partes opositoras y reconocida por el mundo entero. Lo demás han sido burdas maniobras inconstitucionales y poco éticas para desacreditarla, quitarle poder y facultades y trasladar a la absurda constituyente ilegítima todo el poder de la República. La Asamblea ha resistido los embates de la dictadura. Bastantes de sus integrantes han sufrido y sufren cárcel, exilio y acoso permanente. Todos le hemos dado el respaldo necesario para mantener su papel protagónico en el camino hacia la liberación.
Con reservas y hasta algunas diferencias, todos los sectores democráticos han apoyado el camino señalado. Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres y transparentes. Estas han sido las consignas de todos, aunque recientemente surjan algunas dudas inquietantes sobre el orden de estos factores. La obsesión electoralista que tanto hemos criticado, puede resultar fatal al alterarse los factores señalados como objetivos comunes. Repito lo mil veces dicho. Lo electoral es un factor muy importante en una democracia, aunque no el único y ni siquiera el más importante. En una tiranía, el electoralismo juega a favor del régimen.
Por todo esto y mucho más, por lo que hemos visto en las dos últimas semanas, está cogiendo mucha fuerza la idea de una Consulta Nacional Plebiscitaria para que sea el pueblo directamente quien se pronuncie y quedemos todos obligados, incluida la comunidad internacional, a cumplir y hacer cumplir los resultados de la Consulta.
Es sabido que no hay secretos eternos. Todo se sabe hasta en los más pequeños detalles. Hay que ponerle punto final a la incertidumbre que reina en la nación. En las actuales circunstancias esto sólo se logra mediante el voto popular, no para elegir personas, sino para señalar un camino obligatorio para todos.
La responsabilidad de la organización y conducción del proceso no puede estar en manos del régimen. Sería una tarea de la sociedad civil con el pleno respaldo de las instituciones que se mantienen apegadas a la Constitución. Por cierto, ésta última consagra expresamente este camino.
Se trata de una vía para el cambio. Pero también para unificar definitivamente a todos los factores honestamente opositores.
Lunes, 7 de octubre de 2019
@osalpaz