domingo, 25 de agosto de 2019

LA LIBERACIÓN DE VENEZUELA


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

LA LIBERACIÓN DE VENEZUELA
Todo el trabajo que se adelanta para cumplir con las metas señaladas por el presidente (I) Juan Guaidó, debería enmarcarse dentro de una denominación apropiada. Hay varias, pero se me antoja que deberíamos hablar de la “Operación Libertad”. El cese de la usurpación, es decir, la salida definitiva de Maduro Moros de la escena pública, la inmediata constitución de un gobierno de transición que en mi opinión ya debería estar listo y, finalmente, la convocatoria a unas elecciones libres, universales y con participación nacional e internacional, constituyen los elementos básicos para la liberación definitiva del país. Por supuesto que el enunciado teórico no basta. A cada paso hay que llenarlo de contenido. Especialmente en lo relativo a la transición, tiempo en el cual debe quedar claramente establecido el camino a seguir para la construcción de la democracia que queremos.
Ratifico la convicción que tengo con relación al proceso que debe servir de bandera. Venezuela tiene con qué y con quienes hacerlo. Ideas, planes, programas y gente preparada para impulsarlos exitosamente, pero hay que poner punto final al trágico desastre actual. El liderazgo tiene que entender que esta pelea, en términos boxísticos, no se ganará por puntos pues el adversario controla a los jueces que elaboran las tarjetas. Debemos buscar el nocaut lo más pronto posible porque el tiempo avanza y los jabs no bastan para el objetivo final.
En fin, la liberación nacional como objetivo unifica a toda la comunidad nacional y a la internacional no comprometida con este socialismo comunistoide que tanto daño ha hecho y hace en el mundo entero. Estados Unidos es y será aliado fundamental en todas las etapas de la lucha. También Colombia y Brasil como vecinos muy importantes. Ambos están amenazados por peligros similares a los que hemos vivido. Deben enfrentar y derrotar definitivamente a las amenazas que están a la vista.
No es casual que después de la celebración del Foro de San Pablo, se haya iniciado una ofensiva feroz en contra de Jair Bolsonaro , de Duque y Uribe y, por supuesto, con relación a Estados Unidos como único responsable de todo lo malo que el régimen castrista que ha gobernado a Venezuela ha provocado. Se trata de alta política enmarcada dentro de un esquema mundial y continental para mantener Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia y contribuir con la campaña mundial de desprestigio contra Trump y Estados Unidos.
No podemos hacerle el juego a esa estrategia que encuentra algunos voceros “opositores” encandilados o dispuestos a convivir con el desastre. Allá ellos. Nosotros seguiremos hacia adelante con todo. El enemigo está enfrente. No a los lados, aunque en ocasiones provoque desviar nuestra atención de lo fundamental. No vale la pena. EL país está claro.
Lunes, 26 de agosto de 2019
@osalpaz

domingo, 18 de agosto de 2019

NOTAS SOBRE LO MISMO


DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

NOTAS SOBRE LO MISMO
Vuelvo a escribir sobre lo mismo. Lo hago a conciencia por la necesidad que tenemos en esta Venezuela nuestra de reaccionar definitivamente para hacer realidad el cambio necesario. Nadie en el mundo tiene dudas acerca de la dictadura, de la restricción de los derechos humanos fundamentales, empezando por la libertad y la seguridad personal y jurídica de la gente y, en consecuencia, del peligro existente sobre la existencia misma.
El masivo éxodo de compatriotas, más de cuatro millones, hacia distintas partes del planeta, especialmente buscando lo que han perdido especialmente en países vecinos al nuestro, es un reflejo fiel de lo afirmado. A los que seguimos aquí en esta sufrida patria y a quienes están en el exterior, sólo nos queda tomar actuar sin vacilaciones para enrumbar hacia lo positivo todo lo negativo del presente. Si queremos conservar lo mucho o poco que nos queda, tenemos que despertar definitivamente e integrarnos a la lucha que por la liberación nacional se desarrolla dentro y fuera de nuestro territorio.
Se puede morir en vida. Cuando alguien pierde sus anhelos y sueños, deja el camino abierto a la muerte aunque permanezca con los ojos abiertos. Nicolás Maduro Moros tiene que ver la inutilidad de sus esfuerzos para mantenerse en la posición usurpada. Cada día dice más disparates y pareciera actuar en consecuencia. Ahora ataca a gente cercana a él, pero que no son incondicionales sirvientes. Se está agotando la paciencia de todos. Como he dicho en otras ocasiones, especialmente de aquellos que sin haber sido sus cómplices tampoco eran sus enemigos.
El abuso de poder no ha tenido límites. Recomiendo leer el artículo de esta semana de Miguel Henrique Otero en la edición web de El Nacional del domingo pasado. Hace un riguroso inventario de lo que estamos viviendo. En especial con relación a los medios de comunicación y la libertad de expresión. Pero, en definitiva, el tipo parece un náufrago sediento y delirante, con el sol en la frente. Está delirando, enloqueciendo. Ya no distingue entre él y quien usa sus ropajes.
Llegamos al momento más difícil de los últimos veinte años. O avanzan ellos o avanzamos los demócratas. El tiempo está jugando un papel muy importante. A estas alturas no valen las medias tintas. Recordemos que la “imparcialidad” es frecuentemente el disfraz tramposo de los oportunistas.
Ha sido propuesta una consulta popular, suerte de plebiscito nacional, para que no queden dudas sobre la decisión de la gente. Sería al margen de los instrumentos oficialistas conocidos y con activa participación internacional. No es difícil prever el resultado por lo que los usurpadores se opondrán con todo. Pero con consulta o sin ella, saldremos adelante para poner punto final al más terrible fracaso de que tenga memoria el continente americano.
Lunes, 19 de agosto de 2019
@osalpaz

domingo, 11 de agosto de 2019

REFLEXIONES DE ESTA SEMANA


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

 REFLEXIONES DE ESTA SEMANA
Están sucediendo muchas cosas en esta Venezuela atormentada por el crimen organizado y la corrupción. En veinte años se ha sufrido bastante. Hoy somos objeto de estudio profundo por parte de instituciones especializadas en el mundo que se ocupan del tema. Cuesta entender cómo un país de nuestras características puede desmoronarse y pasar del grupo de los punteros a la cola en todas las áreas de medición. La responsabilidad de Hugo Chávez Frías y de Nicolás Maduro Moros no tiene discusión. Ambos están condenados por la historia, pero también la de quienes pudieron impedir el desastre. Hubo mucha complicidad calculada o circunstancial por comodidad o simple cobardía. Pero lo cierto es que, una vez más, el pueblo está siendo superior a sus dirigentes. Esto no me alegra, sin embargo refleja las profundas reservas éticas y políticas de la nación. Es hora de ponerlas en práctica.
En estos días hemos meditado mucho sobre la propuesta de realizar una gran consulta nacional para determinar los pasos inmediatos a dar. Puede tener la forma de un referendo o plebiscito para responder a las preguntas que se formulen con relación al cese de la usurpación y lo que debe hacerse inmediatamente después. Sería organizada por instituciones y personalidades de la sociedad civil. No por quienes aún mantienen el control de las autoridades electorales y de las pervertidas e ilegítimas que se oponen al cambio que el país reclama. Esto es posible  corto plazo. No olvidemos que el tiempo corre a favor de la dictadura.
Venezuela tiene todo para salir del foso. Se están concretando planes, ideas y proyectos para todas las áreas. No habrá un salto al vacío. Todo lo contrario. Revisando papeles viejos encontré una inquietud de Ed Feulner que sintetizaba de la siguiente manera; “¿Podemos nosotros crear un gobierno nacional pequeño y fuerte, menos intervencionista, que nos proteja de los peligros internos y externos que amenazan nuestras libertades civiles y que promueva el rol de las leyes estimulando el mercado libre para prosperar?”
La respuesta es SI, pero no sucederá a menos que trabajemos para lograrlo. Este es uno de los retos más importantes que debemos asumir de inmediato. Nadie hará por nosotros lo que nos corresponde hacer a nosotros y sin dejar claramente establecida esa voluntad difícilmente habrá cooperación internacional activa, también necesaria.
La dirección política de la oposición tiene una deuda fabulosa con la nación. Los de antes y los de ahora.  No me excluyo. Somos los grandes deudores de la historia. Especialmente con relación a las nuevas generaciones las cuales, como diría Pepe Rodríguez Iturbe, se han convertido en los verdaderos acreedores de esas deudas. Ojala todos lo entendiéramos. Viejos y nuevos.
Caracas, 12 de agosto de 2019
@osalpaz

domingo, 4 de agosto de 2019

CONSULTAR AL PUEBLO DIRECTAMENTE


DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

CONSULTAR AL PUEBLO DIRECTAMENTE
Desde unas semanas a esta parte existe una incertidumbre creciente en la población. Es poco lo que se conoce de los temas en las reuniones de Barbados, prolongación de las sostenidas en Noruega y, por supuesto, de los fracasos comprobados de las realizadas en Santo Domingo. Debemos evitar que esa incertidumbre se transforme en frustración o desesperanza. El tiempo avanza. El rechazo nacional a quienes han dirigido al país crece y el anhelo de cambio existente en el noventa por ciento de la gente luce consolidado. No es reversible. Esto significa que no es aceptable una estrategia de convivencia con Nicolás Maduro. Tampoco con los supremos responsables del desastre actual.
El ciudadano común aspira tener la convicción de que todos los dirigentes opositores trabajan para hacer realidad la ruta trazada por la Asamblea Nacional y proyectada como objetivo central por el presidente (e) Guaidó. En primer lugar, el cese de la usurpación, es decir la salida definitiva del usurpador. Segundo, un gobierno de transición que además de poner orden en las instituciones fundamentales integre a todos los sectores a las tareas de la reconstrucción democrática. Y en tercer lugar, como complemento a la legitimación de cuanto se hace y se hará, unas elecciones libres y verdaderamente honestas en términos diferentes a lo que actualmente existe. Ese es el camino del cual no es lícito apartarse. En consecuencia no se pueden alterar el orden señalado. Mucho menos pensar en términos exclusivamente electoralistas que sólo sirven para darle tiempo a los usurpadores.
Como no está suficientemente claro quién es quién en esta coyuntura, un grupo de calificados compatriotas está planteando la posibilidad de hacer una gran consulta nacional, un plesbicito o referendo, para preguntar directamente al pueblo sobre su visión presente y con relación al futuro inmediato. La iniciativa ha sido básicamente de la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO. El planteamiento ha ido tomando fuerza. Muchos sectores y personalidades de la vida nacional están estudiando la propuesta con seriedad. Se fundamenta en varios artículos de la Constitución vigente. Sobre todo en el Artículo 5°, según el cual la soberanía reside instransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce mediante el sufragio, por supuesto, todo dentro de los límites y extremos señalados en la Carta Magna.
La consulta deberá ser organizada al margen de las autoridades actuales por la estructura especial que a tal efecto construya la propia sociedad venezolana. Invito a la discusión de esta importante propuesta. Se trata de una enorme contribución para el desarrollo democrático de Venezuela en esta hora tan difícil. Tengo la seguridad de que tanto en el sector militar como en la comunidad internacional, se tendría una determinación clara y definitiva de lo que se necesita.
Lunes, 5 de agosto de 2019
oalvarezpaz@gmail. Com
@osalpaz