domingo, 15 de diciembre de 2019

MÁS ALLÁ DE LA POLÍTICA


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

MÁS ALLÁ DE LA POLÍTICA
La vida nos ofrece lecciones prácticas permanentemente. A medida que avanzamos creemos saber muchas cosas y de verdad las sabemos. Sin embargo, a medida que el tiempo avanza y la sensibilidad humana que nos ha acompañado va variando insensiblemente, el valor de la amistad adquiere características definitivas e invariables. Estando humanamente cerca o lejos, políticamente identificados o en aceras diferentes, con la misma base ideológica o con matices y acentos diferenciales, sabemos identificar al amigo sin temor a equivocarnos. Igualmente a quien no lo es, así esté cerca y se empeñe en hacerlo creer.
La semana pasada ha sido una de las más duras de mi vida. La muerte de dos grandes amigos y compañeros me ha golpeado muy duro y no he podido recuperarme a pesar de mi esfuerzo para lograrlo. El primero en fallecer sorpresivamente fue Pedro Nikken, el segundo al mando en la Juventud Revolucionaria Copeyana que nos tocó dirigir entre 1966 y 1968. Juntos nos tocó enfrentar aquella bella e inolvidable controversia entre Avanzados, Astronautas y Araguatos que nos marcaría a lo largo de los años, más allá de las jornadas de entonces. Juntos recorrimos el país en varias oportunidades. Fuimos hasta los rincones más apartados con identidad de pensamiento y acción.
Después cada quien siguió su rumbo y vocación. Todos los extraordinarios aportes de Pedro han sido recordados  para hacer honor a su memoria en estos días. De todos ellos vale recordar que Pedro se graduó de abogado en la Universidad Católica Andrés Bello, pero fue el decano más joven que hasta entonces había tenido la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela. Estoy seguro de que sus enseñanzas y su ejemplo no se perderán.
Pedro vivirá en nosotros por siempre. Para toda su familia nuestro fraternal abrazo de incondicional solidaridad.
La otra pérdida de la semana ocurrió en Coro, Estado Falcón. Se trata del compañero Orlando Daal Colina. También dirigente desde los tiempos de la JRC con quien llegué a tener total identidad. Compartimos muchas experiencias también en la Cámara de Diputados durante varios períodos. Recuerdo los años que me tocó presidirla. Orlando seguía con atención mis labores dentro y fuera del Hemiciclo. No vacilaba en hacerme saber sus observaciones cada vez que lo consideraba necesario. A mí me gustaba escucharlo, en especial cuando su crítica tenía razón y contenido. Pero los años pasan. La comunicación directa se fue reduciendo, pero nunca el recuerdo de su solidaria presencia en todas las épocas. Un ser extraordinario de aquel COPEI inolvidable. También para toda su familia y los innumerables amigos de Orlando nuestra solidaridad y permanente recuerdo. Lamenté  no poder visitarlo durante su enfermedad. Ahora es muy difícil movilizarse de un sitio a otro del país. Mala excusa, pero real.
Lunes, 16 de diciembre de 2019
oalvarezpaz[C2] @gmail.com
@osalpaz


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lunes, 9 de diciembre de 2019

LOS COPEYANOS Y EL TÁCHIRA


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

LOS COPEYANOS Y EL TÁCHIRA
El Estado Táchira tiene una significación especial para los socialcristianos de toda Venezuela. Allí nació COPEI. La generación fundadora dejó un legado de admiración y respeto que todavía se mantiene. Al recorrer los caminos que atraviesan este hermoso territorio se mezclan muchos sentimientos. Los recuerdos nos obligan a repasar los principios fundamentales que nos trajeron a la lucha política.
La columna de esta semana tiene algo de atraso debido a que estuvimos varios días en San Cristóbal cumpliendo con una apretada agenda.  La primera actividad estuvo centrada en el recuerdo de un gran dirigente, inolvidable amigo y compañero, prematuramente fallecido. Me refiero a Néstor Solano Prada coincidiendo con el aniversario de su nacimiento. La Alcaldía rindió honores a Néstor. Bautizó un espacio muy importante de la ciudad que ahora lleva su nombre e inauguró una placa para el recuerdo. Emotivo acto encabezado por el Alcalde Gustavo Delgado a quien le enviamos una palabra de gratitud y reconocimiento por atender los deseos de mucha gente que mantiene al día la memoria de Néstor.
También hubo una interesante jornada de reflexión sobre nuestra razón de ser. Un reencuentro socialcristiano con participación de dirigentes fundamentales de todos los municipios, de los gremios profesionales, universidades y de los organismos funcionales del partido. Se dejaron de lado las circunstanciales diferencias y encontronazos  que por problemas internos conocidos han generado la existencia de grupos, grupúsculos y el voluntario alejamiento de algunos para no participar en esa problemática tan negativa como indeseada.
El hecho es que más de ochocientos dirigentes de todas las edades y ubicaciones, más allá de la condición formal derivada de la posición en los cuadros directivos, vivieron la emoción del reencuentro y ratificaron el compromiso de retomar la lucha bajo los principios originales y el firme compromiso de unificar esfuerzos para poner punto final a la dictadura comunistoide del régimen actual.
Fueron repasados caminos y alternativas para alcanzar el objetivo. Se informó sobre la iniciativa de ir a una Consulta Nacional plebiscitaria para que el pueblo, en ejercicio pleno de la soberanía que le otorga la Constitución, deje claramente establecida su voluntad y disposición de hacer cumplir lo que resulte aprobado en esta consulta. Una inyección indescriptible de ánimo corajudo para profundizar la lucha por el cambio radical que el país necesita.
En el Táchira nació COPEI. Allí obtuvo sus primeras victorias y logros electorales y políticos. A medida que la jornada del reencuentro avanzaba, tuve la convicción de que el Táchira será fundamental para el relanzamiento del partido que ofrece una clara alternativa para enfrentar el futuro que ya empezó. Para todos los venezolanos, COPEI está a la orden del día. No somos comunistas. Tampoco socialistas de la cubana. Seguimos orientados por la Doctrina Social de la Iglesia. Vale la pena.
Lunes, 9 de diciembre de 2019
@osalpaz

domingo, 1 de diciembre de 2019

HUMBERTO CALDERÓN BERTI


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

HUMBERTO CALDERÓN BERTI
Trujillano nacido en esa maravillosa tierra cafetalero de Boconó. Buen amigo y compañero. Nos conocemos desde los remotos tiempos de la Juventud Revolucionaria Copeyana a la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Él en Caracas donde terminó de estudiar la secundaria e ingresar a la Universidad y yo, todavía y por varios años más, en Maracaibo hasta graduarme de abogado en la Universidad del Zulia. No se trataba de una relación íntima, pero si lo suficientemente agitada lo que permitía apreciar de la mejor manera las cualidades de los compañeros dirigentes.
Humberto estudió y trabajó mucho hasta convertirse en uno de los pocos compatriotas que teniendo militancia y actividad partidista importante, nunca fue cuestionado por ella y llegó a destacarse en la industria petrolera hasta ocupar las más importantes posiciones de esa área. De todo ello y mucho más se ha hablado intensamente por estos días. El motivo ha sido la insólita destitución del cargo de Embajador en Colombia mediante una carta de notificación tan inolora, incolora e insípida que ha dado lugar a todo tipo de especulaciones. El hecho trasciende lo meramente formal. Sin embargo, alguien dijo alguna vez que en cuestiones diplomáticas y de política exterior, las formas sirven para esconder o disimular el fondo de algunas actuaciones.
Humberto ha sido siempre un gran viajero. De un tiempo a esta parte ha estado residenciado en España donde recibió la nacionalidad. El nombramiento de embajador lo trasladó a Bogotá, capital de un país muy conocido como consecuencia de sus actividades petroleras públicas y privadas. Así, aceptar el nombramiento a estas alturas de su vida era un verdadero sacrificio. Lo asumió como una obligación derivada de su formación y de la vocación de servicio que siempre ha tenido.
He leído todo lo publicado en este caso. También escuché con atención reflexiva las declaraciones dadas como respuesta a la chismografía desatada por estos días. En consecuencia, ratifico la respetuosa solidaridad con el amigo y compañero objeto de estas reflexiones.
El régimen se despidió de todo sentimiento de decencia y algunos dirigentes “opositores” parecen estar entrampados entre las maniobras informáticas de sus especialistas y sus ambiciones personales o de grupo. Sólo la firmeza alrededor de nuestras convicciones básicas puede generar la fuerza suficiente para el cambio necesario. En esta hora tan delicada debemos intensificar la relación entre el objetivo y los actos que realizamos para alcanzarlos.
En algún momento del pasado reciente dije que nuestra actitud no es la de ser consecuentes con lo que hemos hecho o dicho antes, sino con la verdad tal como la vemos en cada momento. Debemos confiar y mantener la fe. Hay mucha violencia en el aire, en el ánimo de la gente. No olvidemos nunca que el secretismo entorpece el espíritu auténtico de la democracia.
Lunes, 2 de diciembre de 2019
@osalpaz