domingo, 24 de febrero de 2019

LIBERACIÒN NACIONAL URGENTE


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

LIBERACIÒN NACIONAL URGENTE
Es difícil pronosticar desenlaces cuando la lucha está en pleno desarrollo. Lo sucedido la semana pasada aún no ha concluido, pero a pesar de las dificultades, no tengo dudas en cuanto al éxito de la indetenible tarea que por la liberación de Venezuela se realiza dentro y fuera del país. Muy pronto seremos un país completamente libre, fuera de toda influencia totalitaria, socialistoide, comunista a la cubana o a lo que queda de la extinta Unión Soviética, es decir Rusia. Los venezolanos no somos comunistas, ni seremos jamás dóciles ciudadanos dispuestos a vivir eternamente bajo un régimen tirano y altamente corrompido. En estos veinte años, dos décadas, se han tolerado muchas cosas con el ingenuo convencimiento de que cuanto sucedía era temporal y que más temprano que tarde llegaría a su final. No ha sido así. Para el día de hoy a esta hora, el 90% de la población pareciera dispuesta a jugarse el todo por el todo para liquidar la tiranía y recuperar a plenitud los derechos que la Constitución consagra y lo, más importante, la dignidad que corresponde a todo ser humano y consagrar a la familia como el núcleo fundamental de la vida republicana.
No se trata de volver atrás, ni de agotarnos en la nostalgia de un tiempo que ya pasó y no volverá. Bueno o malo, la idea no es reconstruir lo que estos bárbaros han destruido. Se trata de construir una nueva, distinta y mejor etapa en comparación con todo cuanto hemos vivido. Es perfectamente posible, pero para intentarlo tenemos que concluir la primera etapa del proceso con la eliminación definitiva del obstáculo mayor que se interpone: El narco régimen actual y la presencia dominante del gobierno cubano en las áreas fundamental de la vida nacional.
Podemos hacerlo si no nos falla la recia voluntad que lamentablemente no caracteriza a toda la oposición política. Allí hay de todo. Se ratifica aquello mil veces repetido de que el pueblo es superior a sus dirigentes, con excepciones por supuesto. Hemos aplaudido con optimismo la valiente actitud de oficiales y personal de distinta jerarquía de las fuerzas armadas desligándose de la corrupción y el crimen. Algunos están presos, dados de baja otros y en los días recientes, en países vecinos los acogen con afecto y reconocimiento, Pero eso no basta. Si nuestras fuerzas armadas, todas ellas, quieren sobrevivir decentemente tienen que rebelarse ya y desconocer definitivamente a unos mandos superiores de incalificable cobardía y sumisión.
No se trata solamente de una dictadura tradicional. Nunca como en este tiempo ha habido tanta penetración del narcotráfico, del terrorismo islámico y, en general, de las diversas estructuras del crimen organizado del mundo que se extienden aceleradamente en esta parte del planeta tierra. Hay que entender que lo que está en juego no es sólo la libertad sino la vida misma.
Lunes, 25 de febrero de 2019
@salpas

lunes, 18 de febrero de 2019

POR LAS GENERACIONES EN DESARROLLO


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

POR LAS GENERACIONES EN DESARROLLO
Varias veces he repetido que la generación en la cual me ubico, la de 1958, es la gran deudora de la historia. Entramos a la vida pública a la caída de Pérez Jiménez, entre otras cosas, por haber contribuido en la etapa final de la lucha contra la dictadura. Nuestros mayores con mucha comprensión nos abrieron el camino. También nuestros padres se privaron de casi todo para abrirnos un mundo de posibilidades infinitas. Nos señalaron el camino del estudio, la vocación por el trabajo productivo, el valor de la familia sin desviarse del magisterio que se auto impusieron en bien de nosotros. Por supuesto que no ha sido fácil. Nada ha sido gratuito. Hemos tenido que luchar muy duro para alcanzar metas estables, pero con una formación básica adecuada y el ejemplo permanente de nuestros mayores.
El problema está en lo que le estamos dejando como herencia a nuestros hijos y nietos. Hablo en términos generales. Nada específico con relación a la vida y familia de cada uno considerada individualmente. Pero es un hecho que no tienen, ni tendrán a corto plazo, las mismas oportunidades que tuvimos nosotros para crecer y desarrollarnos. Ellos son los grandes acreedores de la historia contemporánea. Nosotros, repito, los deudores.
Estamos en un momento estelar para saldar esas obligaciones. Para dejar limpio el futro mediato e inmediato y darle a estas generaciones deudoras cuanto sea necesario para estar a la altura de sus necesidades y de lo que el país espera de ellos. Tiene que ser nuestra labor fundamental. Vale la pena arriesgarlo todo para alcanzar una Venezuela de la que podamos sentirnos orgullos gracias a todos. Viejos y jóvenes, ricos y pobres, hombres y mujeres convencidos de que nadie hará por nosotros lo que debemos hacer por nosotros mismos.
No hay gobierno. El régimen se tambalea y el miedo se apodera de los cuadros dirigentes de unas estructuras resquebrajadas a todos los niveles. Llegó la hora del cambio necesario. No puede esperar. La llamada “ayuda humanitaria” es importante más no definitiva. Luchamos por la libertad, por la dignidad de la persona humana, por la justicia social como instrumento para alcanzar el bien común y por la perfectibilidad de la sociedad civil. Por la familia como centro generador de todo lo necesario, pero hay que echar el resto por estos días.
Aparecen muchos prudentes que esconden una enorme cobardía. También los candidatomanìacos de siempre que con la obsesión electoralista dificultan  el proceso que ha declarado lo electoral como el último paso a seguir. Primero, el cese de la usurpación, es decir, la salida de Maduro y del régimen, Lo segundo, la transición con todo lo que ya está preparado para levantar al país de las cenizas. Y, tercero, la convocatoria a elecciones en un marco verdaderamente democrático. Adelantar el debate sobre lo tercero es peligrosamente divisionista y dañino.
Lunes, 18 de febrero de 2019
@osalpaz

sábado, 9 de febrero de 2019

PLURALISMO DEMOCRÀTICO


DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PLURALISMO DEMOCRÀTICO
Los sucesos de Venezuela avanzan con una velocidad impresionante. Basta con repasar lo que ha sucedido desde finales del año pasado hasta este momento. La situación es bastante distinta. El régimen luce desesperado y encerrado en un cuarto obscuro que los lleva a decir y hacer estupideces sin sentido. Las últimas manifestaciones públicas de Maduro y Cabello, juntos y por separado, ejemplifican lo que digo. Están mal, muy mal. Aunque el tiempo que les queda sea muy corto, el estado en que se encuentran los convierte en seres muy peligrosos. El cuento de Dios dado sobre los silbidos de bala que Guaidò no ha escuchado cerca de su cabeza es prueba de ello. Y ni se diga de la ridícula presencia de Maduro en Maracaibo disfrazado de médico y echándoselas de José Gregorio Hernández, de “hacedor” de milagros como el que le ha permitido llegar hasta el punto en que se encuentra. Estas cosas parecerían tonterías sin sentido, pero no lo son. Reflejan la terrible realidad del final que se avecina.
Sin embargo, a pesar de todo, me preocupa mucho el transcurrir del tiempo implacable que sigue su marcha. Todo lo relativo a lo de la ayuda humanitaria, que no se limita solamente a los alimentos y medicinas esperados, sino también a los derechos humanos fundamentales, impone acelerar las cosas y hablar con absoluta claridad para que nadie se llame a engaños. Necesitamos la presencia activa de la comunidad internacional para que estas jornadas sean exitosas. De hecho, además del resteo político y moral de las naciones del mundo que nos acompañan, pareciera hacer falta una coalición firme y práctica de Estados Unidos, Colombia y Brasil, por lo menos, invitando a nuestros militares a sumarse y coordinar las acciones en nuestro territorio. Si por el contrario, tratan de impedir que el operativo se cumpla utilizando la violencia armada, pues entonces que suceda lo que tenga que suceder por duro y doloroso que sea. El derramamiento de más sangre, ya se ha derramado bastante en esta Venezuela insólita, será de la responsabilidad exclusiva y excluyente de las cabezas del régimen socialista a la cubana que nos gobierna. Tendrán que responder por ello nacional e internacionalmente.
Por lo pronto y dentro de los esquemas del pluralismo democrático de la oposición, tenemos que mantener una firme unidad dinámica aunque pueda ser diferenciada. No es el momento para disputas secundarias que nos llevan a ocuparnos más de quienes están al lado que del enemigo aún peligroso que tenemos al frente.
Los pasos han sido clara y unánimemente precisados. Lo primero es ponerle fin a la usurpación, es decir, lograr la salida de Maduro por las buenas o por las malas lo que dependerá de su disposición. Lo segundo constituir los equipos correspondientes a la transición urgente hacia la vida en libertad, progreso y democracia. Y, finalmente, lo tercero preparar el camino para unas elecciones universales que puedan legitimar todos los poderes públicos, especialmente la presidencia de la República. Las cosas tienen que ir en ese orden, con firmeza y determinación. Empezar por lo tercero sería una barbaridad inaceptable a pesar de algunos especialistas en el acomodo y el cuoteo. Elecciones debe haber cuando se cumplan los dos primeros pasos señalados. El tercero, en este momento, introduciría elementos de confrontaciones innecesarias en el campo honestamente opositor.
Hay especialistas en sembrar desesperanza cuando se necesita de mucho valor y poco titubeo para despejar la lógica incertidumbre del desenlace. Alrededor de Maduro existe alguna gente sensata. Deben hacerle ver la inutilidad práctica de cuanto hace para continuar cuando ya está fuera de toda posibilidad continuista. Ha llegado hasta a agotar la paciencia de muchos que sin haber sido sus cómplices, tampoco son sus enemigos.
Lunes, 11 de febrero de 2019  oalvarezpaz@gmail.com  @osalpaz.

 

domingo, 3 de febrero de 2019

EL DESENLACE ESTÀ PRÒXIMO


 DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

EL DESENLACE ESTÀ PRÒXIMO
No me gusta ponerle fecha concreta a los eventos que aspiro sucedan. Tampoco señalar plazos. En el caso de Venezuela estamos mucho más cerca del final que hace apenas un mes. Sin embargo es imposible determinar la naturaleza de lo que pueda suceder en los próximos días. Debemos pensar en el peor escenario posible, es decir, en una confrontación final violenta. Si no se da, demos gracias a Dios, pero si llegara a presentarse por obra y gracia del régimen, que no nos sorprenda. Estamos preparados para hacerle frente a la situación y alcanzar la victoria. La posibilidad preocupa. No la deseamos, pero puede ser inevitable.
La responsabilidad de Nicolás Maduro Moros en lo que pueda suceder es quizás mayor que la correspondiente a estos últimos seis años al frente del poder ejecutivo. Ya debe tener claro el enorme rechazo de la nación a la gestión cumplida y a él personalmente. El pueblo exige su retirada. Todos los sectores de la vida nacional se han pronunciado, incluidos sectores de la fuerza armada nacional que contra todo pronóstico también lo hacen. En ese mundo también se sufren los efectos de su pésima gestión. Es parecido a lo que sucede en el mundo civil en relación a la corrupción, la incompetencia y la pervertida realidad de cúpulas penetradas por los tentáculos del narcotráfico y ahora vinculadas al extremismo terrorista del Islam. También al problema colombiano. La diferencia está en que nosotros podemos quejarnos abiertamente, protestar, hacer manifestaciones y dejar públicamente establecida nuestra posición así tengamos que enfrentar los efectos de la represión. Los militares no pueden hacerlo de la misma manera. Lo hacen con mucha mayor discreción. La vigilancia hacia ellos es feroz lo que desata una especie de conspiración del silencio que empieza a dejar de serlo.
Frente a todo esto y necesitándose un gobierno de los mejores para la transición, Maduro debería apartarse para poder echar las bases del futuro inmediato desde el presente. Tendrá que hacerlo por las buenas o por las malas. No tiene más opción. Lo peor que puede resolver es pretender quedarse sobre la base de la violencia física e institucional. Será arrasado junto a las cúpulas podridas puestas a su servicio contrariando la razón de ser de los poderes públicos que dicen representar.
En el mundo de la oposición democrática tenemos que clarificar la situación actual. Recuerdo que alguna vez José Rodríguez Iturbe habló de la situación que iba “de la traición de los mejores a la complicidad de los peores”. El mundo entero está atento al desarrollo de los acontecimientos y a la conducta de los falsos prudentes cuya cobardía ha logrado quebrarles la dignidad. Hoy es 4 de febrero.
Lunes, 4 de febrero de 2019
@osalpaz