DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
RUTA HACIA LA LIBERTAD
La reciente acción concertada entre Estados Unidos,
Inglaterra y Francia para detener la temeraria fabricación de armas químicas
mortales en Siria no sorprendió a nadie distinto a los responsables y algunos
de sus aliados políticos. Se veía venir. No valieron argumentos ni
oportunidades para resolver el tema “por las buenas”. Pues bien, la geopolítica
del área cambia radicalmente y con ella, también la del resto del mundo. En
esta oportunidad el protagonismo ha sido de tres países probadamente
democráticos, respetuosos del Derecho interno e internacional, especialmente en
materia de derechos humanos. Ojalá quienes se mueven en dirección contraria
asimilen la lección, midan las consecuencias de cuanto hacen y entiendan que no
hay dictaduras eternas. Todas tienen principio y fin.
Aquí en Venezuela hemos sido víctimas de un golpe de estado
de ejecución progresiva durante casi veinte años. Con la muerte del
ordenamiento jurídico también murió la posibilidad de lograr algún progreso
material. Todo lo contrario. El retroceso ha sido espantoso. El país está
destrozado, en ruinas y la nación sobrevive con una mezcla de indignación,
rabia y un profundo anhelo de justicia para alcanzar la vida en libertad que
tanto necesitamos.
Duele mucho la ausencia de centenares de miles, de millones
de compatriotas buscando maneras de sobrevivir y desde afuera poder ayudar a
quienes no han podido salir. Es poco lo que podemos agregar a los múltiples
diagnósticos existentes sobre la realidad nacional. Es tiempo de concentrarnos en el trabajo indispensable
para ponerle fin a la tiranía y rescatar la vigencia de los valores
deteriorados y perdidos. Mientras este régimen exista no será posible resolver
ningún problema. En consecuencia hay que resolverlo cambiando de régimen,
iniciando con la dimisión voluntaria o forzada de quien está formalmente a la
cabeza de la tiranía.
Ese es el paso fundamental inmediato. Para lo que viene
después los venezolanos estamos preparados. Hay ideas, planes y programas,
gente bien formada y dispuesta para el trabajo en todas las áreas de la vida
nacional. Tendremos, además, la colaboración activa de la comunidad
internacional incluidas las múltiples opciones políticas y financieras
existentes.
“Vacilar es perdernos” dijo Bolívar en su momento. Ahora
podemos decir lo mismo. Hay y seguirán existiendo, muchas trampas en el camino
y algunos seguirán cayendo en la tentación de hacerle el juego al régimen
equivocando los tiempos o manteniéndose aferrados a un electoralismo inútil y
sin sentido. Si Maduro fuera un verdadero patriota evitaría la dura
confrontación final que se avecina presentando su dimisión y abriendo la
posibilidad inmediata de una transición civilizada hacia la vida en democracia
y libertad.
Un fraternal recuerdo para los centenares de presos políticos,
civiles y militares. También para los llamados “presos comunes”, recluidos como
bestias en este desastroso sistema penitenciario tan alejado de la justicia.
Lunes, 16 de abril de 2018
@osalpaz
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