DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
ATENCIÓN URGENTE A LOS PRESOS
Es indudable que el virus chino, coronavirus en el lenguaje
originario, ha provocado una conmoción mundial de características desconocidas
para nuestra generación, por cierto, bastante avanzada en edad. Todos los
países afectados o no están poniendo lo mejor de sí para enfrentar la pandemia
reduciendo sus efectos, o para prevenirla en los pocos casos aún vírgenes con
relación al tema.
Una de las cosas más importantes que debe caracterizar a
quienes tienen la responsabilidad de dirigir las acciones es decir siempre la
verdad. Evitar los juegos de palabras e imágenes superficiales que simplifiquen
la situación y mucho menos mentir. En el caso de Venezuela la nación entera
está pendiente de la evolución del tema. La incertidumbre crece aceleradamente
como producto de la desconfianza y de algunas decisiones extrañas que no
parecieran las más acertadas, como la designación de la vicepresidenta
ejecutiva al frente del también improvisado equipo de burócratas para atender
una crisis que nos amenaza a todos. Los especialistas en materia de salud
pública y dirigentes de instituciones sanitarias que se atreven a decir públicamente el drama
que están viviendo son detenidos, amenazados o sancionados. Según informaciones
recibidas llegaron a Venezuela más de cien médicos cubanos a ocuparse del
asunto. Increíble, pero no me extrañaría que fuera cierto. La entrega es total,
como está también sucediendo en el caso de PDVSA y el problema energético
globalmente considerado.
Lo señalado es apenas una parte de lo que nos obliga a
repetir que mientras este régimen exista y Maduro conserve el poder concentrado
que tiene, no habrá ninguna posibilidad de resolver ni estos ni ninguno de los
problemas existentes. ¿Por qué? Porque son el problema y no la solución. Esto
hay que resolverlo lo más pronto posible, sin desatender las obligaciones
generadas por el virus chino que silenciosamente avanza en el país.
Hemos sido constantes expresando nuestras preocupaciones por la
situación de los presos, tanto políticos como los llamados “comunes”. A los
primeros hay que liberarlos totalmente, sin limitaciones. Esto incluye a
quienes han sido condenados por jueces al servicio del régimen por razones
políticas y, por supuesto, a los que lo son por las arbitrariedades y
circunstanciales cálculos del régimen. Inaceptable la demora. Estar preso en
esas condiciones es malo, muy malo. Lo digo por experiencia propia. Lo mío fue
hace diez años por corto tiempo en el Helicoide, pero aún están allí
compatriotas como los comisarios Guevara, entre otros que deberían ya estar en
libertad plena. Civiles y militares que la nación necesita en la calle.
También debo repetir lo tantas veces dicho con relación a los
llamados presos comunes. Motines, conflictos internos, serias confrontaciones
con las autoridades de los centros penitenciaros penales y policiales, se
multiplican a diario, incluidos casos de fugas masivas con muchos muertos y
heridos como consecuencia. ¿Hasta cuándo? Las fuerzas armadas nos deben una
explicación sobre esto.
Lunes, 23 de marzo de 2020
@osalpaz
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