Los venezolanos nos preparamos para unas navidades llenas de
fe, esperanza y optimismo con relación al futuro. No se trata de una actitud
ingenua, superficial o bobalicona. Sabemos las enormes dificultades que ya se
asoman para el año próximo. 2016 será un año definitivo para la reconstrucción
democrática del país.
Desde el mismo 5 de enero, fecha de instalación de la nueva
Asamblea Nacional, estaremos envueltos en una confrontación que pudiera ser
definitiva. Se trata de restablecer la alterada legitimidad democrática de
todas las ramas del poder público venciendo la resistencia de un régimen que
resolvió asumir la dictadura en nombre de una revolución comunistoide a la
cubana que el pueblo acaba de rechazar de manera contundente e irreversible.
En mis manos un reciente trabajo del constitucionalista y
especialista en derecho administrativo, Dr. Allan R. Brewer-Carias, donde
profundiza sobre el tema. “Sobre porqué la nueva Asamblea Nacional debe
proceder a revocar los írritos actos de nombramiento de los titulares del Poder
Ciudadano (Fiscal General, Contralor General, Defensor del Pueblo), del Poder
Judicial (Magistrados del Tribunal Supremo y del Poder Electoral (rectores del
Consejo Nacional Electoral), y proceder a elegir como Cuerpo Electoral de segundo
grado, a los titulares de dichos órganos de acuerdo con la Constitución”. Así
inicia Brewer-Carías el análisis sobre la materia. En mi opinión debería servir
de guía a los nuevos legisladores para cumplir a cabalidad con la tarea que la
nación les ha encomendado.
Se trata de una tarea gigantesca, de proporciones mayúsculas
que podría cumplirse con la concertación de todos los sectores de la vida
nacional. Civiles y militares, junto a los protagonistas de la economía, la
vida social y políticos de todas las tendencias, incluidos quien es dentro del
oficialismo estén dispuestos a incorporarse a las labores de reconstrucción
institucional de la República.
Por supuesto que habrá resistencia rabiosa y, ojalá y no,
hasta violenta por parte del alto gobierno que controla el régimen. Pero los
sectores democráticos se han venido preparando para enfrentar y derrotar
cualquier disparate en la dirección señalada.
Latinoamérica entera siguió muy de cerca las elecciones
parlamentarias de Venezuela. Recomiendo que sigan atentos a los acontecimientos
por venir. Pueden asimilarse lecciones útiles para todos en cuanto a la
prevención, neutralización y superación de los peligros que rondan en algunos de nuestros países.
2015 ha sido un año muy malo para los venezolanos, pero llega
a su final con un fuerte aire de esperanza con relación a un futuro que ya
empezó.
oalvarezpaz@gmail.com
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