DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
LA TRAGEDIA AVANZA
En la medida de los posible trato de evitar caer en la
tentación del inventario de problemas que sufre la población. Todos están sobre
diagnosticados y frente a ellos hay estudios completos, ideas, proyectos y
programas para eliminarlos o, al menos, revertir hacia lo positivo las
negativas tendencias actuales. Sin embargo poco se hace en la práctica.
Pareciera que nada de eso importara al régimen y muy poco a la mayoría de los
dirigentes opositores.
Venezuela continúa siendo víctima de un régimen ideologizado,
pero conducido por gente sin preparación, ineficiente y altamente corrompida y
corruptora. Con muy importantes excepciones, en la oposición abunda la
improvisación, el electoralismo y la ausencia de objetivos bien definidos. En
uno y otro bando vemos a los mismos, haciendo lo mismo y esperando resultados
distintos lo cual es imposible. Este concepto no pierde vigencia, a pesar de su
antigüedad ya que es siempre certero. Mientras los días pasan, la tragedia
avanza, el ambiente obscurece y las expectativas de cambio se diluyen
progresivamente.
Algunos amigos y compañeros de muchas luchas me preguntan sobre lo que hago en estos
momentos. Normalmente les respondo con tratando de no aumentar el desánimo que
noto en ellos, pero la realidad es que estoy haciendo poco y reconozco que debo
dejar este recogimiento que mantengo de un tiempo a esta parte. Me siento muy
solo y el frío de la soledad siempre es muy intenso. Lo delicado es que hay
bastantes compatriotas en la misma actitud. Lo importante es que juntos
irrumpamos en el escenario nacional con la verdad por delante y sin
pretensiones protagónicas de ninguna naturaleza. Pero ya basta de permanecer en
actitud de expectativa vigilante. Debemos pasar a la acción.
A la dirigencia opositora le recuerdo que no hay secretos
eternos. Todo se sabe, más tarde o más temprano. Se aproxima la hora en la que
cada uno deberá asumir la responsabilidad que le corresponde.
A pesar de la enorme información calificada con relación al
narcotráfico y al terrorismo y sus tentáculos operativos en Venezuela, de la
corrupción que tiene uno de los casos más escandalosos de la historia en las
comisiones de Odebrecht y unos cuantos temas más, para la oposición pareciera
que no existen. No se habla de ellos. Se evitan las respuestas comprometedoras
cuando los temas se plantean abiertamente. Alguien debería explicar.
En nombre de la unidad opositora no podemos tolerar conductas
reprochables y errores graves de conducción. No podemos ser cómplices de “el
viaje hacia ninguna parte” en el que parecemos embarcados. Como bien señaló
Luis Betancourt, la unidad no puede ser complicidad. Es hora de aferrarnos a
nuestras convicciones, principios y valores que han acompañado una larga
trayectoria que debemos honrar.
Lunes, 13 de noviembre de 2017
@osalpaz
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