DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
2019, AÑO DEFINITIVO Y PELIGROSO
Escribo estas líneas luego de dos semanas de receso. Fin de
año y comienzo del actual han ofrecido posibilidades de reflexión que cuesta
mucho sintetizar. Trataré de hacerlo con las limitaciones obvias de estas
notas.
Lo primero son los 73 años del partido Socialcristiano COPEI.
Me inscribí en la Juventud Revolucionaria Copeyana, JRC, hace 60 años, en
febrero de 1958 con 15 años de edad recién cumplidos. Toda una vida cuyo
balance existencial desarrollaremos en otra oportunidad. No me arrepiento. Todo
lo contrario. Ha sido una vida intensa, con altas y bajas, triunfos y dolorosas
derrotas, pero siempre fieles a principios y valores que nos sembraron los
fundadores. Hoy la situación de COPEI es muy difícil como la del país. No ha
sido ajeno a los males de la política contemporánea. Con una dirección nacional
legítima, producto de las normas y reglamentos internos, soporta una seria
atomización que amenaza su proyección futura. Ya veremos. Por ahora la crisis
nacional adquiere prioridad absoluta frente a los problemas internos o externos
de cada partido. Pero debe saberse que no hemos “tirado la toalla”. Todo lo
contrario.
Lo segundo es el grave problema nacional. El señor Maduro
carece de legitimidad y también de legalidad de origen y desarrollo para
pretender seguir desempeñándose como cabeza del poder ejecutivo. Lo rechaza
alrededor del 90% de la nación y lo más granado de la comunidad internacional.
Esto lo sabemos todos también lo sabe él. Si tuviera un mínimo de decencia
patriótica evitaría la dramática confrontación final que se avecina. Debería
renunciar pero esta Venezuela no le duele, ni puede sentir como propia. Creo
que cobardemente apelará al único recurso que le queda: la violencia física e
institucional, la represión indiscriminada y la siembra del miedo y hasta
terror en todos los hogares. Dictadura tiránica, desesperada por su colosal
fracaso pero con posibilidad de hacer más daño del que ya ha hecho.
Frente a todo esto está la voluntad de la nación de liberarse
de la tiranía. En este momento con la Asamblea Nacional a la cabeza de la
resistencia y su presidente, el ingeniero Juan Guaidó, dirigiendo y coordinando
el cumplimiento estricto del mandato constitucional de asumir el gobierno de la
República.
Lamento interrumpir, pero acabo de recibir la información
sobre la detención o secuestro de Guaidó por supuestos o reales funcionarios
del régimen, en la autopista hacia La Guaira a la altura de El Limón.
Gravísimo. El liderazgo político actual tiene la obligación de asumir
plenamente la responsabilidad de dirigir la lucha contra la dictadura
narcoterrorista que gobierna. Me dicen que acaba de ser liberado. La gravedad
del hecho no disminuye. Las intenciones son claras.
Lunes, 14 de enero de 2019
@osalpaz
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