DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
LA LIBERACIÓN DE VENEZUELA
Todo el trabajo que se adelanta para cumplir con las metas
señaladas por el presidente (I) Juan Guaidó, debería enmarcarse dentro de una
denominación apropiada. Hay varias, pero se me antoja que deberíamos hablar de
la “Operación Libertad”. El cese de la usurpación, es decir, la salida
definitiva de Maduro Moros de la escena pública, la inmediata constitución de
un gobierno de transición que en mi opinión ya debería estar listo y,
finalmente, la convocatoria a unas elecciones libres, universales y con
participación nacional e internacional, constituyen los elementos básicos para
la liberación definitiva del país. Por supuesto que el enunciado teórico no
basta. A cada paso hay que llenarlo de contenido. Especialmente en lo relativo
a la transición, tiempo en el cual debe quedar claramente establecido el camino
a seguir para la construcción de la democracia que queremos.
Ratifico la convicción que tengo con relación al proceso que
debe servir de bandera. Venezuela tiene con qué y con quienes hacerlo. Ideas,
planes, programas y gente preparada para impulsarlos exitosamente, pero hay que
poner punto final al trágico desastre actual. El liderazgo tiene que entender
que esta pelea, en términos boxísticos, no se ganará por puntos pues el
adversario controla a los jueces que elaboran las tarjetas. Debemos buscar el nocaut
lo más pronto posible porque el tiempo avanza y los jabs no bastan para el
objetivo final.
En fin, la liberación nacional como objetivo unifica a toda
la comunidad nacional y a la internacional no comprometida con este socialismo
comunistoide que tanto daño ha hecho y hace en el mundo entero. Estados Unidos
es y será aliado fundamental en todas las etapas de la lucha. También Colombia
y Brasil como vecinos muy importantes. Ambos están amenazados por peligros
similares a los que hemos vivido. Deben enfrentar y derrotar definitivamente a
las amenazas que están a la vista.
No es casual que después de la celebración del Foro de San
Pablo, se haya iniciado una ofensiva feroz en contra de Jair Bolsonaro , de
Duque y Uribe y, por supuesto, con relación a Estados Unidos como único
responsable de todo lo malo que el régimen castrista que ha gobernado a
Venezuela ha provocado. Se trata de alta política enmarcada dentro de un
esquema mundial y continental para mantener Cuba, Venezuela, Nicaragua y
Bolivia y contribuir con la campaña mundial de desprestigio contra Trump y
Estados Unidos.
No podemos hacerle el juego a esa estrategia que encuentra
algunos voceros “opositores” encandilados o dispuestos a convivir con el
desastre. Allá ellos. Nosotros seguiremos hacia adelante con todo. El enemigo
está enfrente. No a los lados, aunque en ocasiones provoque desviar nuestra
atención de lo fundamental. No vale la pena. EL país está claro.
Lunes, 26 de agosto de 2019
@osalpaz
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