DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
CLARIDAD, TRANSPARENCIA Y HONESTIDAD
No basta con que la mujer del César sea honesta, también debe
parecerlo. Esta famosa sentencia romana no pierde vigencia. Es lo que se exige
en esta hora tan difícil a quienes se sientan
frente a la alianza régimen-Unasur en nombre de la Venezuela democrática
que tienen la obligación de representar. No me alegra decirlo, pero hay dudas
al respecto. Sé que la duda ofende. Pero no podemos estar sometidos al chantaje
del silencio, ni aceptar que las cosas van por
buen camino, cuando tenemos la percepción de todo lo contrario.
Pido a Dios estar equivocado, pero siento que el régimen está
hoy mejor que hace dos meses y que la oposición democrática ha retrocedido en
cuanto a sus planteamientos originarios. A los conversadores de nuestro lado se
les nota inciertos y dubitativos, faltos de convicción y de fe. Llama la
atención la ausencia de los verdaderos líderes de los partidos fundamentales de
la MUD. ¿Porque no asumieron la responsabilidad de encabezar las
conversaciones? Sin desmejorar a nadie en particular, se comisionó a una línea
media que ni siquiera representa a toda la MUD, con cierta desconfianza con
relación a algunos.
Por otra parte, no es
legítimo ni honesto, desviar la responsabilidad de cuanto hacen hacia El
Vaticano o la Iglesia. Se trata de un calificado testigo más no protagonista
activo. Si esta Institución estuviera actuando en contra o al margen de los
intereses de la democracia lo cual me parece inverosímil, ya debería haberse
denunciado y poner las cosas en su sitio. Pero sé que no ha sido así. Entonces
¿qué está pasando? Los documentos y declaraciones recientes de los voceros más
calificados de la Conferencia Episcopal, de arzobispos y obispos conocidos por
su transparencia, parecieran caminar en dirección contraria a lo que
públicamente se anuncia como acuerdos de avance en el llamado diálogo.
Pareciera un hecho que la alianza régimen-Unasur enterró
definitivamente el camino electoral. Tanto el revocatorio como el adelanto de
las de gobernadores y legisladores regionales, las presidenciales. Igualmente
el respeto absoluto a la Asamblea Nacional, la libertad de los presos y el
retorno de los exilados, el cese a la persecución al acoso al que algunos
estamos sometidos y, en fin, el respeto absoluto a la Constitución de la
República donde está todo, absolutamente todo lo necesario para recuperar la
dignidad democrática y garantizar los derechos elementales del pueblo como
salud, educación y seguridad. Lo demás es secundario, pura paja inútil.
Ojalá y recordaran a diario los propósitos compartidos por el
país democrático con relación al respeto a la Constitución, al estado de
Derecho y a la necesidad del cambio urgente de régimen que empieza con la
salida del señor Maduro.
Lunes, 14 de noviembre de 2016
@osalpaz
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