DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
ALREDEDOR DE LA BATALLA DE CARABOBO
Hoy, lunes 24 de junio, se cumple un aniversario más de la
Batalla de Carabobo y, por obligada referencia, de la personalidad del General
José Antonio Páez. Por estos días se escribe algo con relación a estos dos
aspectos, pero se profundiza poco sobre la vida, obra y aportes al desarrollo
integral del país del General Páez. No sé cuál fue la razón del odio manifiesto
de Hugo Chávez y la permanente descalificación a la que sometió su memoria,
pero sólo logró descalificarse a sí mismo aunque su prédica fuera seguida por
los alabarderos sumisos que caracterizaron su mandato. El nefasto régimen
todavía se mantiene, aunque precariamente, sobre los hombros de estos últimos
culpables del desastre nacional.
El pasado 13 de este mes se cumplió un nuevo aniversario del
nacimiento del caudillo, quien merece algo más que el simple recuerdo de
algunas fechas históricas. Tal día como hoy, en el mismo campo de batalla, el
Libertador anunció su ascenso a General en Jefe en razón de sus antecedentes y
del protagonismo paecista en la batalla de ese día. Recomiendo la lectura de la
autobiografía del caudillo. En ella encontramos la explicación de muchas cosas
y la verdadera razón de ser de un hombre al que la Venezuela de entonces y la de ahora, mucho le deben.
Sin temor a equivocarnos podemos decir que Páez fue un hombre
temeroso de las luchas inevitables que libró consigo mismo y con los
protagonistas que enfrentó en las distintas etapas de su vida pública, pero
pocas veces lamentó lo que para él siempre fue inevitable. Me refiero a la
posibilidad de la muerte, de la cárcel y del exilio. Es posible que se
consideren equivocadas algunas de sus actuaciones, pero lo indiscutible era su
voluntad para actuar frente a lo que consideraba maligno cuando bastantes
individualidades de la época se limitaban a encogerse de hombros frente al
peligro.
Resisto la tentación de continuar refiriéndome exclusivamente
a Páez, indiscutible primera figura de la Batalla de Carabobo, ya que lo que
vivimos en la Venezuela de hoy es terrible. Lo que aún tiene poder del régimen
producto del “socialismo del siglo XXI”, se despidió de toda decencia y de la
posibilidad para rectificar o buscar solución a cualquiera de los problemas que
vive la república. No lo harán. Carecen de voluntad y de conocimientos para tal
fin.
Estamos en otro extraordinario capítulo de la historia
contemporánea. Por ahora no nos preocupamos por saber quién gobernará al salir
de esto, aunque sí nos ocupamos de saber cómo gobernará. De allí nuestras
reservas frente a los “diálogos”, “negociaciones” o acercamientos, sobre todo
si son mantenidos en sospechosa reserva. El futuro inmediato depende del
desenlace del actual conflicto.
Lunes, 24 de junio de 2019
@osalpaz
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