DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
EN HOMENAJE A LOS PRESOS POLÍTICOS
A medida que pasa el tiempo tenemos la sensación de que el
año no dura nada, los meses se van volando y los días se hacen ceniza sin que
podamos avanzar mucho en los propósitos fundamentales que nos hemos trazado.
Recientemente se cumplieron nueve años de mi detención y enjuiciamiento por un
montón de supuestos delitos gravísimos en contra Venezuela y sus instituciones.
Todos se cayeron en el juicio, menos uno que el Juez de la causa mantuvo:
Difusión de información falsa, imponiendo una prohibición para salir del país
por dos años. Todo se debió a una petición que en mi contra formuló
públicamente el difunto Chávez. El caso estaba vinculado a las investigaciones
adelantadas por el Juez 4° de la Audiencia Nacional de España, Eloy Velasco,
sobre actuaciones de las FARC y la ETA, vinculadas al narcotráfico y al
terrorismo, en territorio venezolano con mención específica de reuniones,
fechas, sitios y personajes participantes. Yo apoyé el pedimento que se le
formulaba al Presidente Chávez para que prestara toda la colaboración
solicitada para poder despejar las razonables dudas existentes dentro y fuera
del país. No fue posible.
Lo grave es que el Tribunal de Ejecución, desde el final del
juicio hasta el día de hoy, no se atrevido a declarar cumplida la pena y a
devolverme la plenitud de mis derechos ciudadanos. Ya tengo nueve años sin
salir del país, sin pasaporte vigente ya que para renovarlo esperan una orden
del Tribunal y, además, me sacaron del registro electoral y no he podido votar,
por supuestamente tener suspendidos mis derechos políticos y civiles. Dicen las
respuestas a mis solicitudes que mi Cédula está bajo observación. No sé lo que
significa. Lo cierto es que soy víctima de la violencia institucional
característica del régimen.
Debo decir que no me gusta hacer el papel de víctima, ni
echármelas de sacrificado cuando hay muchos otros en peor situación pudriéndose
en las cárceles y sitios de detención del país.
Lo de hoy se debe a que desde hace varios días tengo
actualizada en mi mente y en mi ánimo, la imagen del Helicoide y del SEBIN que
operaba integralmente desde sus dependencias cuando estuve allí. Recuerdo, con
afecto y cariño, a todos y cada uno de mis compañeros de prisión. También a
algunos de mis carceleros e, incluso, a quienes no merecen un buen recuerdo.
Pero estas líneas son en reconocimiento para esos verdaderos
héroes de la patria que continúan presos indebidamente. También para quienes
han sido liberados pero con restricciones serias a sus derechos ciudadanos.
Para todos ellos un fuerte abrazo solidario.
Finalmente, una palabra de amistad y solidaridad para los
comisarios Otoniel, Orlando y Frank Guevara. Catorce años es demasiado tiempo
para una prisión totalmente injusta. Liberen a los Guevara.
Lunes, 3 de junio de 2019
@osalpaz
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