DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
PELIGROSA INCERTIDUMBRE
Lo que está viviendo el ciudadano común de Venezuela
trasciende todas las predicciones hechas hasta ahora. Sabíamos que estábamos
mal y, por obra exclusiva y excluyente del régimen gobernante, caminamos
aceleradamente hacia peor. Existe en la nación una mezcla extraña de rabia con
resentimiento, de resignación pesimista con relación a lo que puede venir ahora
y también de expectativa vigilante sobre la conducta del liderazgo político del
país.
Una vez más la Iglesia, en reciente comunicado de la
Conferencia Episcopal, marca la pauta a seguir por todos los que queremos un
cambio definitivo y profundo. Especialmente dirigido a la dirección política
que pareciera vivir en otro planeta y no sabe, no puede o no quiere actuar
decididamente frente a la dictadura. Todo está a la vista y los problemas sobre
diagnosticados. También las soluciones. Pero nada será resuelto mientras el
señor Maduro y sus cada día más reducidos alabarderos, civiles y militares, se
mantengan en el poder.
Hay que dejar de lado las pretensiones personales y los
intereses de grupos específicos que luchan por cuotas de poder abiertas y
encubiertas. Otros sueñan con el protagonismo de una transición que no será
obra del Espíritu Santo, sino de un pueblo que reclama la presencia a su lado
de verdaderos dirigentes que estén en la política para servir y no para
servirse. El aparatoso fracaso del mal llamado “diálogo”, dejó enterrados en el
lodo los sueños de una salida electoral a corto plazo. El referendo revocatorio
o el adelanto de unas elecciones generales eran alternativas válidas.
Resultaron fallidas. El gobierno ha dado explicaciones variadas dejando
claramente establecido que su único interés es ganar tiempo y permanecer en el
poder por tiempo indefinido. La oposición ha sido muy pobre explicando el
fracaso del revocatorio y el diferimiento inexplicable de las elecciones de
gobernadores y legisladores regionales. ¿Por qué?
Lo importante ahora es no abandonar a un pueblo estafado con
las recientes medidas monetarias y cambiarias. Torpes, mal implementadas y, por
supuesto ideologizadas. Buscan en definitiva, lavar dinero sucio robando la
plata del pueblo limitando sus derechos, acorralar a la banca y liquidar lo
poco que queda del comercio formal e informal. Algún día se sabrá la verdadera
motivación de la mayor estafa sufrida por este pueblo en toda su historia. Será
más temprano que tarde, pero ocurrirá.
Invito a todos mis compañeros y amigos, a toda la dirección
política del país y a quienes quieran escuchar en las fuerzas armadas, a leer
con detenimiento la posición de la CEV y, de compartirla, a tomar el rumbo que
corajudamente señalan nuestros prelados.
Lunes, 19 de diciembre de 2016
@osalpaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario