DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
REFLEXIONES PARA ESTOS DÍAS
Quienes me conocen saben lo que pienso del exagerado
electoralismo de algunos para supuestamente combatir a la dictadura gobernante.
No me canso de repetir que lo electoral es muy importante en una democracia,
pero no es lo único, ni siquiera lo más importante. Mucho menos en una
verdadera tiranía que no terminamos de visualizar como tal.
He sido partidario del desconocimiento integral del régimen,
de la invocación de los artículos 333 y 350 de la Constitución para darle
soporte a una resistencia encaminada a provocar el cambio. La idea de abrir
camino a una transición para recuperar la vida en libertad y democracia es
compartida por la inmensa mayoría de la nación. Quedó claro con los resultados
de la elección parlamentaria de 2005, en las múltiples manifestaciones de
protesta, en el costo en vidas y privación de libertad a centenares de
compatriotas desde los inicios de esta tragedia, por cierto, algunos bastante
olvidados, todo lo cual debe ser reivindicado.
Para alcanzar el objetivo es necesaria la unidad real de
todos los sectores. Sin exclusiones, a conciencia de que esta unidad puede ser
dinámica y diferenciada siempre y cuando el objetivo final sea compartido.
Vistas así las cosas hay que descartar esa fijación de algunos con relación a
los “espacios”, a la convivencia que sirve para “estabilizar” la situación
actual congelando los anhelos de cambio de la nación. Por supuesto que las
fuerzas armadas, al menos los sectores limpios que existen en su seno, son
fundamentales y serán de gran utilidad en la tarea de la reconstrucción
nacional.
Por todo esto y mucho más fui de los ingratamente
sorprendidos por los mal llamados diálogos, encuentros, negociaciones o
exploraciones concretadas en República Dominicana y por la falta de
transparencia reflejada en las confusas declaraciones de los protagonistas
tanto con relación a estos hechos como a la naturaleza de la mediación de los
países señalados y del rol que ha jugado y juega Rodríguez Zapatero en todo
esto.
No estuve de acuerdo en participar en las elecciones de
gobernadores diferidas desde el año pasado, convocadas apresuradamente dejando
fuera lo relativo a los Consejos Legislativos Regionales, instrumentos básicos
de gobierno en los Estados. Quedó de lado el rechazo al CNE, al TSJ, a la
manipulación con la Fiscalía General y también el mandato de la consulta
popular del 16 de julio imponiendo obligaciones y una línea desatendida para la
acción opositora.
Sin embargo, planteadas así las cosas, a estas alturas no
llamaré a nadie para que se abstenga. El que quiera votar que lo haga. Es un
problema de conciencia y ojalá pueda demostrarse, una vez más, donde está el
pueblo y se atiendan sus reclamos. El triunfo de Juan Pablo Guanipa en el
Zulia, será un paso largo en la lucha por la descentralización y la autonomía
de las regiones.
Lunes, 2 de octubre de 2017
@osalpaz
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