DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
EL VALOR DE LA LIBERTAD
La libertad es el valor fundamental de cualquier nación que
se respete a sí misma. También se trata de una condición fundamental para la
existencia de cualquier ser humano. Por supuesto, en ambos casos nos referimos
a una libertad responsable, ejercida dentro de un orden constitucional y legal
que existencia del respeto entre los
ciudadanos, las instituciones y las relaciones entre unos y otros.
Mucho se ha escrito y dicho con relación a la libertad. En la
Venezuela de hoy resulta indispensable discutir sobre el tema. Progresivamente
la libertad ha sido reducida a su más mínima expresión. La cantidad de presos,
de enjuiciados, de exilados y asilados, de perseguidos, de acosados sistemática
u ocasionalmente por el régimen, de violaciones al ordenamiento jurídico y
constitucional y, entre otros elementos, la tendencia evidente hacia la mentira
y el disimulo que afecta a todos los sectores políticos, sociales y
empresariales nos obligan a tomar decisiones fijando posición irreversible a
favor de la lucha existente por la liberación de Venezuela. Tendrá como primera
consecuencia la reivindicación del valor de la libertad en su sentido más
amplio.
Una de las motivaciones que me impulsan a escribir estas
elementales reflexiones para cualquier demócrata, es que el domingo se
cumplieron tres años de la estancia del Presidente del Partido Socialcristiano
COPEI y Vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América –ODCA-
en la embajada de Chile en Venezuela. Me refiero al compañero Roberto Enríquez.
Asilado, exilado, huésped de aquel
gobierno, queda por la libre la calificación que queramos darle a su insólita
situación. Lo hago a conciencia de que no es el único que atraviesa por
difíciles circunstancias. Hay otros que han estado o están mucho peor. Muertos,
asesinados, injustamente detenidos, presos con juicio o sin él. En fin, el
inventario es enorme, el mensaje es para todos ellos y sus familias.
Sin embargo, para estos comentarios nos ocupamos
fundamentalmente de Roberto, además de las consideraciones de amistad personal,
por la enorme representación que su nombre tiene a los efectos de COPEI y de
los Demócrata Cristianos del continente y del mundo entero. Ha sido ejemplo para todos los que luchan por
libertad en Venezuela y el resto del continente. Le enviamos el abrazo fraterno
de quienes no descansaremos ni un día en el esfuerzo mayor por la liberación de
nuestro país.
Hay muchos temas importantes sobre los cuales reflexionar en
estos días de obligado recogimiento. Hay que seguirlos de cerca. Siento que
están próximos acontecimientos definitivos que harán parte importante de la
historia contemporánea. No tengo detalles ni información privilegiada sobre lo
que ocurre o pueda ocurrir. Se trata de algo instintivo, pero profundo.
Lunes, 6 de abril de 2020
@oalvarezpaz
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