SE ACERCA EL FINAL
Oswaldo Álvarez Paz
EXPRESO, Lima
La solidaridad internacional está siendo fundamental para la
liberación de Venezuela. La dictadura inicia el año dieciocho de su régimen con
un saldo deplorable en todos los aspectos de la vida nacional. Difícil de
explicar y tanto o más difícil de creer, la existencia de una hambruna nunca
vista a lo largo de toda la historia del país. No se consigue nada porqué el
aparato productivo del país fue calculadamente destrozado y se acabó el dinero
que ingresaba al estado por concepto de las exportaciones petroleras. No hay
con qué importar los alimentos básicos, además, el gobierno debe miles de
millones de dólares a quienes habían surtido con sus envíos al comercio local.
No tiene dinero para pagar lo que debe. Negocios quebrados, estantes vacíos,
colas inmensas de gente desesperada para conseguir desde papel sanitario hasta
alimentos mínimos para mantener la familia. Desesperación y violencia son una
realidad en la capital y en el interior de la república.
Adicionalmente la vida perdió su valor. Están registradas
27.850 muertes violentas en el año que terminó en diciembre. No incluye heridos
e incapacitados. Tampoco la insuficiencia hospitalaria y de salud con una
infraestructura destartalada y en ruinas y sin recursos básicos para atender
emergencias y enfermedades graves.
Lo que sobra es la ineficacia y la corrupción de funcionarios
públicos y algunos particulares enchufados al régimen. Corrompidos y
corruptores son la misma cosa. Se confunden. Pero también crece la indignación
general de una población harta, fatigada y resuelta a ponerle punto final a la
tragedia que vive.
La solidaridad internacional se multiplica. La semana pasada
tuvimos la visita de cuatro premios Nobel y de unos cuantos dirigentes
políticos y empresariales de todas partes del mundo. Se exige la renuncia de
Nicolás Maduro como primer gran paso para un gobierno de transición que
facilite el empeño de la nueva Asamblea Nacional en la reconstrucción
institucional del país. Se trata de la refundación de la república sobre bases
reales de libertad y democracia, separación y equilibrio de las distintas ramas
del poder público, revaloración de la propiedad y combatir flagelos como el
narcotráfico con todo.
Los objetivos, apenas enunciados, pueden alcanzarse en
relativo corto plazo. Lo haremos. Ojalá y pueda hacerse por la buenas. De no
ser así habrá que emplearse a fondo sin contemplaciones.
Venezuela merece un destino mejor. Es hora de alcanzarlo.
Gratitud eterna para quienes se han convertido en aliados de esta lucha
libertadora que está próxima a terminar.
@osalpaz
Sábado, 20 de febrero de 2016
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