DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
MÁS PENA QUE GLORIA
Como habíamos previsto la XVII Cumbre de Países No Alineados
terminó con más pena que gloria para Venezuela y la cabeza del régimen
gobernante. Nada nuevo, más allá de constatar la enorme soledad y el progresivo
aislamiento que padece. Los acuerdos y conclusiones son más de lo mismo.
Aferrados a una retórica hueca, vacía, pasada de moda y de contexto dejan
colar, entre líneas, una nostalgia por lo que fue, por lo que desaparece en
medio de una globalización que ha roto las alineaciones tradicionales de los
dos grandes bloques hoy inexistentes.
Las amenazas para la paz mundial continúan, pero la
naturaleza de los conflictos trasciende los esquemas ideologizados del pasado.
Ahora son más existenciales y están alimentados por factores que van de lo
político a lo religioso y, por supuesto, también a lo estrictamente económico.
Nosotros seguimos aferrados a los principios fundamentales de la vida en
libertad y democracia. Somos activamente solidarios de las naciones que actúan
en consecuencia.
Lamentablemente el régimen venezolano camina en dirección
radicalmente contraria a las convicciones de la nación. Progresivamente han
acabado con todo lo que contribuye a fortalecer la vigencia de esos valores y
principios. Desapareció el Derecho como instrumento de regulación de la vida en
sociedad, de las personas entre sí y de éstas con el estado-gobierno. No hay
respeto a la dignidad humana, ni justicia social como instrumento para alcanzar
el Bien Común. De ser una democracia imperfecta, han degenerado a una dictadura
del siglo XXI hasta convertirse en una tiranía totalitaria. Esto es lo que
tenemos hoy.
La represión avanza y la violencia física e institucional es
el instrumento favorito para desconocer el deseo de cambio existente. Lo del
revocatorio habla por sí sólo. Los gobernantes olvidan las lecciones de la
historia. Este pueblo nuestro, pacífico y cívico, tendrá que ejercer muy pronto
su derecho a la legítima defensa. Nadie podrá censurarlo, como nadie lo hace
con las personas individuales que lo ejercen cuando es necesario.
La MUD ha cumplido con su deber más allá de algunas sombras e
incertidumbres existentes. Hay una exigencia de transparencia y honradez
integral hacia la dirigencia opositora. No somos ingenuos. Conocemos de
diálogos, negociaciones y acuerdos en las luchas políticas. También sobre la
necesaria discreción, indispensable para garantizar el éxito. Pero en la
situación actual el secretismo conspira en contra. Bajo ninguna circunstancia
pueden aceptarse conductas amorales que por cualquier razón, le haga el juego a
las tácticas dilatorias del régimen y a su estrategia de dominación permanente.
Lunes, 19 de septiembre de 2016
@osalpaz
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