AFIRMACIÓN DEMOCRÁTICA
Oswaldo Álvarez Paz
EXPRESO, Lima
Escribo en viernes. Imposible tener resultados sobre las
elecciones del domingo en Perú. Son muchas las especulaciones y, por supuesto,
las contradictorias noticias que nos llegan hasta este momento. Sea cual sea el
resultado y de ser insuficiente, el de la segunda vuelta que tendría que
realizarse, hago votos por la afirmación de una paz democrática sostenible que
facilite la plena vigencia de los principios y valores fundamentales de la democracia.
Desde la perspectiva demócrata cristina que alimenta mi
conducta desde la primera juventud, recuerdo que lo más importante de todo es
respetar el valor de la dignidad de la persona humana. No importa si eres pobre
o rico, mujer u hombre, blanco o de color, mestizo o de cualquier raza
originaria. Lo importante es entender que por el simple hecho de existir,
merece el respeto y las garantías mínimas indispensables para vivir con
dignidad. Esto se dice fácil, pero es muy difícil que hasta quienes lo entienden
lo lleven a la práctica como norma inquebrantable de conducta.
La Justicia Social como instrumento para alcanzar el ansiado
Bien Común, ofrece diversos caminos para concretarse, pero también resulta
indispensable. Es necesario elaborar y mantener un ordenamiento jurídico sabio
y estable para regular las relaciones de la vida en sociedad, de los ciudadanos
entre sí y de éstos con el estado-gobierno, el cual debe dar ejemplo de
sometimiento y respeto a ese ordenamiento creado por él. Esta es la vía para la
perfectibilidad de la sociedad civil en paz y armonía. Así estarán siempre
claros los límites al ejercicio de la libertad y lo más importante, los límites
de estado con relación a los ciudadanos y sus iniciativas.
Así las cosas, el papel de la libertad continuará siendo
fundamental para el desarrollo económico. No hay mejor política social que una
economía libre que funcione. El mercado continúa siendo el mejor instrumento
conocido a través de los tiempos para crear y distribuir riqueza. Mientras más estudio,
conozco mundo y profundizo sobre las realidades concretas de nuestros pueblos,
me reafirmo en estas convicciones fundamentales.
Ojalá y los hermanos peruanos puedan darnos un claro ejemplo
a los demás pueblos de América. Pueden hacerlo, pero deben abandonar viejos
rencores, nuevas y agrias diferencias. No aspiro a que olviden las causas
originarias de esas diferencias, pero, por favor, que no condicionen negativamente
el presente inmediato y el porvenir a un pasado que no volverá.
@osalpaz
Viernes, 8 de abril de 2016
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