DOS BUENAS Y UNA NO TAN BUENA
Oswaldo Álvarez Paz
EXPRESO, Lima
La semana pasada fue importante, trascendente y dejó
consecuencias que afectan al continente y al resto del mundo.
Con relación a Venezuela diremos que la oposición logró, a
pesar de las maniobras sucias e ilegales del régimen, cumplir con todos los
requisitos constitucionales, para hacer obligatoria la celebración del
referéndum revocatorio en contra del señor Nicolás Maduro este año. De
concretarse, como deberá ser, el tipo quedará destituido y deberán convocarse
nuevas elecciones presidenciales en un plazo de treinta días. El objetivo aún
no ha sido alcanzado, pero todo indica que nada podrá detener la enorme
voluntad de cambio de la nación. Si Maduro actuara con mediana inteligencia renunciaría
y facilitaría todas las cosas. Dudo mucho que lo haga, a pesar que en su propio
mundo existen varios que lo aconsejan en esa dirección.
Otra noticia buena y bastante promocionada, ha sido la
espectacular derrota del gobierno venezolano en las dos recientes reuniones de
la Organización de Estados Americanos –OEA-. El Informe del secretario general,
Luis Almagro, sobre la situación política, económica, social fue el punto
central. Serio, objetivo y del dominio público, resumió en 132 páginas la tragedia
de un país al garete, pero dominado por una pandilla de bandoleros dispuestos a
hacer “lo que sea”, en sus propias palabras, para retener el gobierno. El
Informe fue conocido. La gratitud de los demócratas venezolanos con Almagro no
tiene límites. Corajudo, valiente y de mucha altura soportó los vulgares
ataques de la ministra de relaciones exteriores de Venezuela la cual, dentro y
fuera de las sesiones, no ahorró insultos ni calificativos para tratar de
desprestigiar al secretario Almagro. Dejó una pésima impresión tanto en la OEA
como en su propio país. El efecto resultó totalmente contrario a sus
pretensiones. Todo esto tendrá consecuencias que todos nuestros países deberían
prever.
El otro asunto ha sido el plebiscito inglés. Retirarse en esa
forma de la Unión Europea es una de las decisiones más serias y trascendentes
que se toman desde la II Guerra Mundial a esta parte. Hay razones a favor y en
contra. Todas de peso, generadoras de consecuencias que, para bien o para mal,
dependerán de la forma en que se maneje el problema hasta concretar el
desenlace. El Primer Ministro acaba de anunciar su renuncia al cargo. Es
partidario de continuar en la UE y con mucha honestidad ha declarado que deberá
ser otro quien conduzca la separación. Ya veremos, pero también habrá
consecuencias severas para el mundo entero.
Viernes, 24 de junio de 2016
@osalpaz
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