DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
VIOLENCIA TERRORISTA
Jamás pensé que Venezuela llegaría al punto en que estamos
por obra de quienes tienen la responsabilidad de dirigirla. Ya no se trata de
incompetencia máxima. Tampoco de corrupción, en el sentido de robarse el dinero
o de corromper ciudadanos para hacerlos cómplices de sus acciones. Es algo
mucho peor. Tiene en sus haberes la liquidación del Derecho como instrumento
regulador de la vida en sociedad, dejando abierta la ruta hacia la violencia y
el terrorismo.
La violencia terrorista no es una ideología. Tampoco una
organización, aunque de acuerdo a los últimos hechos pudiera parecerlo. Es una
herramienta criminal usada por los controladores del poder, incluso por Estados
respetables, por movimientos políticos de distinto signo y, por supuesto, por
organizaciones mafiosas como las del micro y macro tráfico de drogas. El
objetivo es sembrar miedo y terror mediante la amenaza permanente que se deriva
de la violencia. A veces logran el objetivo de retener el poder, aunque nunca
se sabe por cuánto tiempo más.
Para la “revolución” primero van los hechos y después el
Derecho. No pueden ser prisioneros de una camisa de fuerza que los limita, es
decir de un ordenamiento jurídico estable y de aceptación general. Pero todo
tiene un final. Llega un momento en el cual la rabia, la indignación, las
necesidades crecientes de la población generan una disposición a la lucha más
allá de lo normal. Se trata de un sentimiento existencial que deja atrás el
miedo y el temor.
Debemos responder con fuerza y determinación. El objetivo
continúa siendo el cambio de régimen, empezando con la salida del jefe del
poder ejecutivo en el menor tiempo posible. La mejor forma de defender la
democracia es ejerciendo nuestros derechos. Frente al temor y al miedo que
pretenden sembrar, se impone una fe tranquila pero decidida en la causa de la
libertad. Por supuesto, con la fe no basta. Debe acompañarse de la acción
decidida y corajuda para vencer.
Se trata de una verdadera guerra, aunque de naturaleza
diferente a las tradicionales. No podemos agotarnos en las palabras. Quieren
destruirnos porque no soportan nuestra existencia como ciudadanos libres.
Cualquier signo de debilidad de nuestra parte, impulsa a los violentos a más
violencia. El camino hacia la victoria es mediante acciones rápidas y
unitarias.
Unidad sincera y honesta. No puede confundirse nunca con
complicidad. En su nombre no pueden tolerarse errores graves. Tampoco conductas
reprochables. Alertas frente a las maniobras divisionistas del oficialismo.
Lunes, 13 de junio de 2016
@osalpaz
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