EL MIEDO ES LIBRE
Oswaldo Álvarez Paz
EXPRESO, Lima
El miedo es libre. Puedes acumular todo lo que puedas y no
pagas impuestos. Se trata de un viejo decir venezolano que adquiere plena
vigencia. El régimen acaba de suspender el proceso constitucional que conduce
al referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro. El anuncio ha sido
hecho minutos después de la partida de ese señor hacia el Medio Oriente, en un
supuesto “viaje relámpago” relacionado con los precios del petróleo. El
procedimiento empleado ratifica nuestro reiterado decir con relación a la
muerte del Derecho en el país. La autoridad electoral, el Consejo Nacional
Electoral, anunció que acogía las decisiones de varios jueces pénales de
primera instancia en algunos Estado de la República anulando lo actuado hasta
este momento. El CNE, el mismo organismo que había validado la recolección de
las firmas solicitantes necesarias para iniciar el proceso. En conveniente
informar que al hacerlo, fijaron los días 26, 27 y 28 de este mes para cubrir
la fase siguiente que obligaría a la inmediata convocatoria del revocatorio.
Ahora todo se vino al suelo.
Esto es fácil decirlo,
pero las consecuencias prácticas son delicadas. El presidente de la Conferencia
Episcopal Venezolana, Monseñor Diego Padrón, acaba de calificar la situación
como un duro golpe al pueblo. La oposición organizada en la Mesa de la Unidad
Democrática, anuncia su posición para las próximas horas. La indignación es
general. También la disposición de profundizar la lucha por todos los medios
hasta lograr el cambio radical que la hora reclama. La tiranía se ha ocupado de
cerrar los caminos “pacíficos, constitucionales y electorales” que tanto ha
pregonado la oposición.
¿Qué pasará ahora? No lo sabemos, pero lo cierto es que las
cosas no se quedarán estancadas, en punto muerto. Todo lo contrario. La
previsible confrontación final se adelanta. La violencia que pueda generarse es
de la absoluta responsabilidad, exclusiva y excluyente, del régimen imperante.
Además de liquidar el revocatorio, dicta medidas de prohibición de salida del
país en contra de importantes dirigentes opositores, entre ellos Henrique
Capriles, Andrés Velásquez, Jesús “Chuo” Torrealba y otros del más alto nivel
de los sectores democráticos.
Para evitar una tragedia mayor que puede incluso desembocar
en una guerra civil abierta, la comunidad internacional tiene un papel
importante que jugar. Llegó la hora de someter a prueba, nuevamente a la OEA y
a las organizaciones correspondientes de la ONU y hasta de la Unión Europea. La
nación venezolana los necesita como nunca antes. Necesitamos de su activa
presencia entre nosotros.
Viernes, 21 de octubre de 2016
@osalpaz
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