DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
VENEZUELA EN PELIGRO
Cuando suceden tragedias no vale decir “yo sabía y lo dije” y
en recordarlo no se encuentra tranquilidad. Tampoco la necesaria serenidad para
continuar la lucha. En más de una ocasión algunos allegados me dijeron que
estaba pesimista con relación a lo que estaba sucediendo. Invariablemente les
respondía que, en estos tiempos, ese calificativo corresponde a un optimista
realista.
Las actuaciones del régimen violentando la Constitución,
desconociendo el ordenamiento jurídico establecido, tratando de liquidar la
Asamblea Nacional como legítima expresión de la soberanía popular, la violencia
física e institucional contra organizaciones y personalidades democráticas, nos
proyectan ante el mundo como un país en guerra. No declarada, es cierto, pero
es el único calificativo válido al estar convertidos en uno de los países más
inseguro del mundo. La tasa de mortalidad por asesinatos de variada naturaleza,
de heridos e invalidados, el hambre, la escasez, el deterioro de toda la planta
física pública y privada y la masiva salida del país de centenares de miles de
compatriotas en busca de alternativas de sobrevivencia digna, no deja lugar a
dudas.
Lo único cierto es que nada cambiará mientras se mantenga la tiranía
actual. Caminaremos hacia peor, teniendo claro que los países nunca tocan
fondo. Esto sucede cuando las cosas que se hacen mal y con perversa mentalidad
empiezan a hacerse bien. Con este régimen es imposible. En consecuencia todos
cuantos creemos en los principios y valores de la democracia, tenemos la
obligación ciudadana, política y moral de luchar con todo hasta concretar el
cambio radical que la hora reclama.
Ya basta de caer en un juego dialéctico diabólico que busca
mediatizar, entretener y desmoralizar las filas opositoras. Aquí debe
entenderse, entre otras cosas, que el enemigo no está a los lados, aunque
existan infiltraciones cada día más a la vista. Está frente a nosotros. Cada
día más solitario y aislado, pero en consecuencia, más peligroso y dispuesto a
jugársela completo para retener el poder. Saben que su destino ya no es tan
incierto. La rendición de cuentas en el plano nacional y en lo internacional,
será inevitable. No olvidemos nunca que el perdón, la reconciliación y los
entendimientos necesitan de la justicia para perfeccionarse.
Soy optimista con relación al futuro inmediato. Lo sucedido
recientemente pone punto final a una etapa de muchas incertidumbres. Ahora
tenemos que mirar hacia adelante con fe y esperanza. Venezuela tiene cómo salir
adelante. Todos los sectores saben que hacer y cómo hacerlo en sus respectivas
áreas. También la gente competente para dirigir el proceso. Las fuerzas armadas
tienen una responsabilidad fundamental en la tarea de “sostener y defender la
Constitución y leyes de la República”.
Lunes, 24 de octubre de 2016
@osalpaz
Excelentecomo siempre tus intervensiones. Hay que estar a la expeptativa saludos
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